Estados Unidos: ¿nuevo paraíso fiscal?

Estados Unidos: ¿nuevo paraíso fiscal?
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Uno de los puntos fuertes de la campaña de Donal Trump fue la bajada de impuestos para todas las clases y empresas. Este jueves, finalmente, presentó un proyecto claro y específico de su plan de impuestos. El plan supone un cambio drástico de los impuestos de Estados Unidos. Si el proyecto sigue adelante, EEUU tendría una de las fiscalidades más atractivas del mundo. (Para ver los detalles de las propuestas, haga clic aquí)

El principal obstáculo es el Senado, por su reconciliación presupuestaria donde todas las bajadas de impuestos tienen que ser equilibradas con recortes en algún otro departamento. El siguiente obstáculo sería la Cámara de Representantes, donde también querrían ver una propuesta que no aumentara el déficit. La explicación de Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, de que el crecimiento generado pagaría la reforma no les sirve. Quieren números específicos que detallen de dónde se va a recortar para pagar la reforma fiscal.

Un estudio del Tax Policy Center (Centro de políticas fiscales) y el Congressional Budget Office (Oficina presupuestaria del congreso) calcula que todos los americanos recibirían un “aumento salarial” gracias a las políticas. Sí es cierto que los americanos más pobres se beneficiarían de un aumento de entre el 0,8% y el 1,8%; la clase media, del 2,2%; y el 1% más rico del 13,5%. Las empresas se beneficiarían con un 20% más de beneficios.

Un proyecto que baja los impuestos a toda la sociedad es un logro, aunque sea desigual, ya que podría producir un gran crecimiento en Estados Unidos en todos los sectores.

Imaginemos que gracias a las bajadas de impuestos, las persona con menos recursos ahora consume un 1% más, la clase media un 2% más y la clase más alta invierte un 13,5% más. Eso tiene un efecto multiplicador en la economía. Las empresas, desde PYMES a grandes corporaciones, tendrán más beneficios y pagarán muchos menos impuestos por ellos, por lo que podrán contratar más gente e invertir estimulando otras industrias, que se unirán al ciclo de inversión y contratación. Muchas empresas del mundo se irían a Estados Unidos, que sería más atractivo fiscalmente que Panamá, porque no pagarían impuestos sobre sus ganancias fuera y en Estados Unidos pagarían sólo un 15%. Podría haber un enorme boom económico en Estados Unidos.   

No obstante, hay un gran obstáculo económico. A medio plazo, es muy probable que ocurrieran estas bondades económicas. Sin embargo, según Congressional Budget Office, Estados Unidos tiene una deuda externa del 99% sobre el PIB (España, del 135%) y ésta aumentaría en un 37% al tiempo que el déficit podría doblarse. Ello provocaría que subieran los tipos de interés sobre la deuda. Los compradores de bonos americanos demandarían un mayor interés por asumir un mayor riesgo financiando esta enorme subida de la deuda nacional. Consecuentemente, habría una subida de los tipos de interés de deuda corporativa y en las hipotecas de tipo fijo (la referencia de estos productos son los bonos americanos).

Además, habría un estímulo en el consumo y el ahorro, aumentando así la velocidad del dinero. Debido a los tipos de interés tan bajos y la magnitud de los balances generales de la Reserva Federal (por toda la impresión de dinero y compra de activos financieros), la inflación explotaría. Pensémoslo, habría un boom económico con intereses a niveles de crisis y liquidez masiva, lo cual causa un gran desequilibrio monetario que se ve traducido en una fuerte subida de precios. Esto llevaría a la Reserva Federal a subir tipos de forma agresiva que, sumado a la subida natural de intereses por el aumento de deuda nacional, podría causar un shock monetario o recesión a corto plazo combinado con inflación.

Seguramente, este primer shock se vería continuado por un sano crecimiento orgánico cuando la inflación se moderara por unos tipos de interés y una liquidez acordes a la situación económica del momento. Sin embargo, esta visión a corto plazo de recesión junto a inflación va a ser el mayor argumento en contra que se va a encontrar Trump. Si la Reserva Federal normaliza sus balances y los tipos de interés y se hacen algunos recortes eficientes en los presupuestos, entonces sí, será un buen momento para que Estados Unidos se convierta en el mayor paraíso fiscal del mundo.

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