El espíritu y la llama de la libertad y la democracia en Sevilla

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En Sevilla hemos celebrado el foro sobre Monarquía, Constitución y Democracia, en el Club de Debate Melchor de Jovellanos. Ha sido un acto especialmente importante dada la continuidad que ha supuesto para analizar las consecuencias de la excepcional manifestación de Madrid el pasado 21 de enero, que tuvo una continuidad al día siguiente en la Plaza de San Jaime en Barcelona el 22 de enero, alcanzando enorme simbolismo.

La manifestación de Madrid ha supuesto un hecho único en los más de 40 años que llevamos de democracia, por tener que salir a la calle los españoles de todas las ideologías en voz unánime para reclamar volver a la plenitud del cumplimiento de la Constitución en espíritu y letra, y del estado de derecho, hoy malversado todo ello por el Gobierno. Un clamor general de todos los sectores e ideas que reclama la unidad de España, la defensa de la democracia y de la Constitución.

Ese espíritu nacido en Madrid de plena reafirmación democrática y presidida por el conjunto de la sociedad encendió una antorcha de la libertad y de la democracia que viajó a Barcelona, amparada en el enorme esfuerzo de organización de Cataluña Suma por España, y allí avalada por los héroes catalanes que resisten los ataques xenófobos de los independentistas y defienden diariamente la ley y la Constitución, defienden la bona fides como marco y compromiso esencial que asegura el ejercicio diario de la convivencia -y que el Gobierno ha quebrado-, estando en la vanguardia de la defensa de los valores indispensables democráticos de todos los españoles.

Pues bien, esta semana, esa antorcha ha viajado a Sevilla participando en el Club de debate Melchor de Jovellanos, con su responsable y tesorero, Juan María del Pino, así como su presidente, Manuel Marcos y su secretario, José María Fon, para recoger esa antorcha llegada de Madrid y Barcelona, e instalarla en esta nueva etapa en Sevilla que quiere invitar a una marcha clamorosa de la sociedad civil para reafirmar ese espíritu espontáneo y ese tesoro en defensa de la democracia, por parte de la sociedad, en pos de la defensa irrenunciable de sus valores y fundamentos, y que por necesidad imperiosa hay que hacer tras estos 40 años, y a la vista de los incomprensibles ataques del Gobierno al estado de derecho, a las instituciones, a la división de poderes, y a la independencia judicial.

Allí ha intervenido Mariano Goma presidente de Foro España Cívica para recordarnos la histórica manifestación de Barcelona en el 17, en la que tuvo tanta responsabilidad y a la que inmediatamente se ha expresado por el auditorio un «yo también estuve allí» por varios asistentes en la sala del Jovellanos, y llamándonos a unirnos nuevamente en ese espíritu nacido en Madrid hace pocos días, también como uno de sus principales responsables, para recorrer España con una renovada y necesaria ilusión de poder rescatar nuestra patria de una deriva que no tiene justificación y señalando el peligroso momento que vivimos al que hay que poner urgentemente remedio.

El catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, José Manuel Cansino nos ha querido recordar la importancia de la Constitución al ser un acuerdo entre todos, no como la que pretende Chile que es sólo de una parte y también decir que muchas veces no ha habido un desarrollo responsable de los preceptos constitucionales, provocando problemas muy graves, como el de la lengua, y añadiendo las cuestiones que desde las instituciones se hacen muy mal, como la educación, o financiando con dinero de todos lo idílico de la República sin margen para contraponer argumentos que lo desmontan.

Tenía el Club reservada una sorpresa magnífica que, unánimemente, fue aplaudida con especial sentimiento al tocarle el turno a dos jóvenes, de enorme mérito también, al poder trasladarse a Sevilla en medio de sus obligaciones. Nacho Trillo, representando a Foro Libertad y Alternativa, junto a Foro España Cívica, impulsores de la manifestación de Madrid junto a otros, y también representando a Resiste España, y cuya fuerza impulsada por valores imperecederos se hizo muy visible ayudando en la pandemia a los más necesitados en condiciones muy difíciles, significando todo ello la alegría y fuerza de nuestra juventud. Le siguió en el uso de la palabra Julia Calvet, presidenta de S’ha acabat! y aquello ya alcanzó el sereno delirio y reconocimiento sevillano ante la juventud catalana que ella encabeza, defendiendo día si, día también, los derechos constitucionales de todos los catalanes y del resto de españoles en condiciones heroicas, y luchando contra la xenofobia institucional que si no nos lo explica y no lo vemos en las imágenes que nos proyectó, no podemos creer el resto de españoles que esté ocurriendo a diario en esa querida tierra catalana.

Quisieron regalarnos los dos en Sevilla la lectura del manifiesto leído en Madrid y el auditorio agradeció profundamente su conclusión con el «¡Viva el Rey!» y «¡Viva España!», pronunciado por ellos en Madrid ante más de medio millón de personas, y coreando los vivas los asistentes desde Sevila y acompañando un largo aplauso. Ese aplauso ha sido, además, un reconocimiento a la juventud representada por ellos dos, que son ya herederos de un legado único nacido hace más de cuarenta años gracias al impulso explícito e incondicional del Rey Juan Carlos, y que ya nos pertenece a todos, para cuidarlo y protegerlo como el mayor tesoro de nuestra convivencia y como el más sólido camino para transitar seguros y en paz, tanto en el presente, como en las futuras generaciones.

Julia y Nacho pusieron un broche de oro en el Club de Debate Jovellanos impulsándonos a todos con su limpieza y fuerza juvenil, para que Sevilla mantenga la llama incólume nacida en Madrid, con la voz unánime de todos los españoles por encima de cualquier sensibilidad, y sólo pensando en el necesario y permanente bien de España.

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