OPINIÓN

¡Civilización o barbarie!

Israel incursión
Tropas israelíes en la frontera con Gaza, horas antes de la ofensiva. EfeEpaAtef Safadi

“La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido”. Friedrich Nietzsche

Hoy es la primera vez que reconozco públicamente que a lo largo de mi carrera habré escrito más de 500 tribunas de opinión, en todas ellas he puesto mi intelecto, mi alma y muchísimo coraje. Pero son algunas pocas en las que me ha tocado narrar bajo el más puro dolor de mi corazón, ésta es una de ellas. Tener algo que decir y ser escuchado es una bendición para aquellos que como yo aman la libertad de sus ideas, desde hace más de 13 años ello ocupa mis días. Pero esta vez, me veo en la obligación de ordenar dichas ideas para darles una forma, que de no ser meditada, sólo me incitarían al caos emocional. Mi consternación hoy no entiende de límites, pero créanme cuando les digo que mi indignación hacia aquellos que tienen la obligación de representarnos como sociedad, aún es mayor.

Cobardes e irresponsables, son algunas de las palabras que me nacen al analizar las reacciones de algunos de los líderes políticos españoles. Vergüenza ajena es lo que siento ante el soberano despropósito acontecido por aquellas minorías que una vez más no han tenido que esforzarse mucho para reiterarnos aquello que ya temíamos; sus capacidades para liderar un país tan extraordinario como España son nulas. No existe argumento alguno para justificar al diablo, ese diablo hoy tiene nombre y se llama Hamás.

Sin embargo, las visiones partidistas del fanatismo ideológico de Podemos y de Sumar, así como el interés personal de un Pedro Sánchez aferrado al corruptible poder, siguen su camino casi como por un vicio inherente a su egoísmo. A los primeros se les ha roto el cordón de la careta a pasos agigantados… al margen de la Ley y del lado del terrorismo, provenga este de ETA o de Hamás, la fábula del escorpión y la tortuga cobra vida más que nunca en sus pieles. ¿Y el segundo? ha dejado el grito de nuestra querida Penélope Cruz allá por el año 2000 en los Oscar Awards hacia uno de los más grandes directores de nuestro país, Pedro Almodovar, en una mera anécdota. Apostaría a que el otro Pedrito sueña con volver a la poltrona de la que cree erróneamente que jamás hubiera tenido que salir bajo el grito de nuestra Penélope.

Como siempre mantengo, la ignorancia es atrevida y traicionera. Y el amparo donde se justifican las penosas reivindicaciones del cuñadismo comunista que abunda y agota, es sin duda el pilar sobre el que se edifica la defensa de la tierra de un pueblo supuestamente ocupado y oprimido. Su lema; “desde el río hasta el mar Palestina será libre” marca con transparencia sus letales objetivos. Sin embargo, la lucha palestina nunca ha sido para reivindicar sus derechos señores, ni siquiera para recuperar su “supuesta” tierra ocupada, ¡bendita hemeroteca! El único objetivo de Hamás ha sido, es y será la destrucción de Israel, prueba de ello es el brutal adoctrinamiento de sus niños, a los cuales instauran un antisemitismo a la altura de los Nazis más perversos.

Pero, ¿de dónde viene en realidad este conflicto? En el periodo que abarca 1948-1967 Cisjordania estaba bajo el control de Jordania, y Gaza estuvo bajo dominio egipcio hasta la guerra de los 6 días, guerra que perdieron contra Israel así como dichos territorios. Como ven, la consecuencia de la guerra de los 6 días no fue la invasión de un país soberano e independiente. De hecho, lo que debería sorprendernos es que no existía ningún Estado palestino entonces, ni siquiera cuando estaba bajo influencia árabe. Más que nación palestina, lo que los pueblos árabes defendían en las guerras entre árabes e israelíes entre 1948 y 1949 eran los refugiados árabes palestinos, puesto que los conflictos armados con Israel pertenecieron siempre a Jordania, Siria y Egipto. Por este motivo ni a Jordania, ni a Siria, ni tampoco a Egipto se les ocurrió crear ningún estado palestino, más bien la idea era poner fin a la ocupación de Israel sobre el territorio palestino. ¿Y a qué llamaban el “territorio palestino”? Pues al Mandato británico de Palestina. ¿Y cuál era la reivindicación árabe que provocó las guerras? que Jordania, Egipto y Siria no aceptaban que en un fragmento del Mandato Británico se hubiera fundado el Estado de Israel. Según Siria, Jordania y Egipto, el Mandato Británico de Palestina únicamente podía ser ocupado por integrantes árabes. No es por tanto la defensa de un Estado Palestino lo que se ha defendido desde la construcción de Israel, sino la propia presencia de judíos en Tierra Santa

De hecho, el Mandato Británico de Palestina estaba integrado por una cantidad importante de inmigrantes judíos y árabes conocidos como el “pueblo de palestina”. Y, ¿qué era el pueblo de Palestina?, ¿A qué se debe la llegada de éstos? Pues bien, el pueblo de Palestina era una composición de inmigrantes árabes, especialmente de Marruecos y Afganistán que llegaron en busca de trabajo. Durante bastantes siglos a los árabes de Jordania y Egipto no les interesó poblar una provincia pobre y vacía… La población se repartía entre Beirut, Damasco, Jordania, Egipto y Omán.

A comienzos del siglo XX fue la prosperidad lo que cambió las condiciones, y ello hizo más atractiva la immigración árabe en busca de trabajo. ¿Y cuáles fueron los motivos? La llegada de los judíos, judíos que convirtieron la tierra del actual Israel en una zona productiva y con recorrido. Fueron los judíos sionistas los que llevaron la riqueza a la tierra de Israel, generando empleo y riqueza y causando la immigración de los pueblos árabes. Por este motivo la ONU decidió dividir el Mandato Británico de Palestina en 1947 fundando el Estado de Israel. Por aquél entonces se repartió el territorio de la manera más lógica, siendo las zonas de población judías el Estado de Israel y el resto, donde vivían los árabes, un Estado para el pueblo de Palestina. Lo vacío, se repartiría por igual. De ahí las complejas fronteras que definen el mapa fundacional de Israel.

Esta es la realidad de la historia señoras y señores, y por este motivo es una falsedad decir que los judíos europeos llegaron a invadir y ocupar Palestina. Lo que vino después fueron las guerras entre el nuevo Estado de Israel contra Jordania, Siria y Egipto, con el único fin de expulsar a los judíos de Tierra Santa. Tras perder la guerra contra Israel, los árabes provocaron una crisis de refugiados, siendo éstos tanto árabes como judíos. Es cierto que Israel amplió su territorio, pero también lo es que Israel ofreció devolverlo a cambio de firmar una paz, ¡que los árabes rechazaron! Entonces, si entre 1948 y 1967 los árabes pudieron crear un Estado de Palestina, ¿por qué no lo hicieron? Básicamente porque existían refugiados árabes que sin duda alguna son los padres del actual “pueblo de Palestina”. Como ven, el nacimiento del pueblo de Palestina tiene que ver con las consecuencias de las guerras árabe israelíes, bajo un pueblo de refugiados árabes que han nacido con un único objetivo: ¡destruir a Israel! puesto que bajo su punto de vista, Israel nunca tuvo que existir.

Para mi Israel es un pueblo maltratado, un pueblo que ha nacido en Tierra Santa antes incluso de la existencia del Corán y que ha progresado al albur de la ONU bajo la ilusión de renacer como nación tras el holocausto. Israel es un pueblo de gente civilizada que valora de dónde viene y lo que le está costando ser. Un pueblo golpeado y baqueteado que sé que sabrá una vez más rehacerse de la injusticia y de la barbarie. Israel es un gran pueblo alejado de los argumentos absurdos de las élites de la extrema izquierda, que siguen abanderando un populismo barato para analfabetos al poder de sus propias ambiciones. Qué razón tenía nuestro querido Nietzsche cuando afirmaba que la guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido, tal vez debamos mirar más allá de la estupidez y buscar en el rencor y el resentimiento que naciera entre 1948 y 1967 la casuística de una reivindicaciones absolutamente injustificadas para aquellos que queremos posicionarnos y defender un hecho que va más allá de Israel o Palestina, un hecho que se resume en civilización o barbarie.

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO

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