Caos administrativo y colapso económico del SEPE

Caos administrativo y colapso económico del SEPE

Ante la inminente tercera oleada del Covid-19 y el destrozo que la pandemia está causando en las empresas españolas, muy especialmente en las pequeñas y medianas, abocadas a recurrir a los ERTE para poder a duras penas sobrevivir, desde el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) se ha lanzado la voz de alarma: «A pesar de que ya se ha regularizado el pago de los ERTE de cara al mes de febrero, en marzo se va a complicar la situación, ya que no hay dinero en caja». El mensaje es demoledor: al organismo dependiente del Ministerio de Trabajo se le agotan los fondos con los que cuenta para este tipo de prestaciones.

Esta falta de fondos para hacer frente a la prestación de miles de personas generará nuevos retrasos en el pago de los ERTE, algo tristemente habitual dada la avalancha de solicitudes y la negativa del departamento de Yolanda Díaz a reforzar una plantilla que está sobrepasada. Esta misma semana miles de ciudadanos denunciaron a través de sus cuentas de Twitter retrasos de más de dos meses en el cobro de la prestación. El pasado 30 de diciembre desde el SEPE difundieron un mensaje en el que explicaban que «durante los días 29, 30 y 31 de diciembre y 1, 2 y 3 de enero de 2021 están programadas unas tareas de mantenimiento en la SEDE Electrónica del SEPE que podría afectar a la disponibilidad de los servicios de prestaciones por desempleo». Así ha sido.

El problema de colapso del Servicio Público de Empleo se ha traducido en que muchos afectados denuncian que las citas previas se dan para dentro de tres meses, mientras miles de usuarios se encuentran en una situación económica crítica. Casi 750.000 personas siguen acogidas a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), cuya vencimiento está fijado para el 31 de enero. Por ese motivo, Gobierno y agentes sociales se reunirán para alcanzar un acuerdo que permita extenderlos con el objetivo de proteger a las miles de familias que se encuentran desempleadas.

Si al caos derivado del colapso administrativo se le une el hecho de que desde el propio SEPE se advierte de que los fondos se están acabando, la situación sólo puede empeorar. Y luego el Gobierno socialcomunista se permite el lujo de hablar de «escudo social».

 

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