Begoña Gómez tampoco miente, sólo cambia de opinión

Editorial

De la misma manera que su marido, Pedro Sánchez, ha defendido que no miente, sino que cambia de opinión -indultos, amnistía…-, Begoña Gómez tampoco. En eso son muy parecidos. Tal para cual. Cuando pisó La Moncloa, Begoña Gómez prometió dedicarse a cuestiones «solidarias» para evitar un conflicto de intereses con la actividad institucional de su marido. A los pocos días de que la pareja hiciera mudanza, El País, diario que por razones obvias bebe de fuentes monclovitas, publicó un conmovedor relato sobre la nueva vida de la esposa de Pedro Sánchez en el que se afirmaba, entre otras cosas, lo siguiente: «En estos días Begoña Gómez se aclimata a su nuevo hogar -donde se ha instalado con sus hijas de 13 y 11 años la pasada semana después de pintar, como única reforma- y reflexiona sobre su actividad profesional, que probablemente abandone para evitar cualquier tipo de conflicto de intereses, según informan fuentes socialistas».

Obsérvese que cuando se afirmaba que Begoña Gómez «reflexiona sobre su actividad profesional» -lo de la reflexión es algo en lo que la pareja también coincide- se estaba dando por hecho que su labor sería la de dedicarse a cuestiones benéficas y solidarias. De modo que ya que la mujer del presidente, tras reflexionar, se dedicó a hacer negocios sin importarle lo del conflicto de intereses, cabe preguntarse si Begoña Gómez mintió. Y la respuesta es que bajo ningún concepto. Begoña Gómez no miente, sino que, como su marido, cambia de opinión. Conviene dejar esto muy claro: el matrimonio que habita en La Moncloa es incompatible con la patraña, aunque entre los dos -Pedro y Begoña, Begoña y Pedro- hayan encadenado un rosario de aparentes mentiras que darían para rodear varias veces el recinto presidencial.

Lo que vino después de aquel conmovedor relato periodístico es de sobra conocido. Begoña Gómez, tras una profunda reflexión, decidió cambiar las labores solidarias a las que se había comprometido en un principio por los negocios. Ya ven: un simple cambio de opinión.

Lo último en Opinión

Últimas noticias