La batalla contra los ‘Països Catalans’
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Un buen amigo, al que no citaré para no meterle en problemas, defiende una tesis que, de tan evidente que es, asombra que no se haya llevado a cabo. De la misma manera que la Generalitat de Cataluña se gasta dinero en otras comunidades autónomas, como Baleares o Valencia, en promover el pancatalanismo, y lo hace vía boletín oficial del gobierno autonómico y con todas las garantías legales, ¿por qué los gobiernos regionales en manos de PP y VOX no apoyan iniciativas en Cataluña para defender los valores constitucionales y la importancia de la unidad de nuestra nación? ¿Qué impide mañana mismo a estos dos presidentes dedicarse en serio a promover todo tipo de iniciativas de este tipo y a apoyar a la resistencia al separatismo?
Ténganlo claro: el auge del separatismo en Valencia o Baleares no ha sido una casualidad. Formaba parte del programa 2000 de Jordi Pujol el promover los Països Catalans y la Generalitat lleva décadas financiando a las entidades que defienden el pancatalanismo en estas dos comunidades autónomas. Y deseo que PP y VOX, juntos o por separado, desarrollen ya un programa de actuación claro para ayudar a vencer a la hidra secesionista allá donde tiene su guarida: Cataluña. Lo de retirar en Valencia unas suscripciones a revistas pancatalanistas no es más que un brindis al sol. Junts y ERC aumentarán las subvenciones a estas publicaciones desde las instituciones que controlan y aún conseguirán más dinero. La batalla hay que darla también en Barcelona, no sólo en Valencia y Palma.
El pancatalanismo ha intentado colonizar Baleares y Valencia para que Barcelona expanda su espacio vital y PP y VOX han sufrido en los últimos años las consecuencias de unas políticas muy agresivas en este campo por parte de Francina Armengol y Ximo Puig. Los partidos aliados de los socialistas en estas dos comunidades autónomas eran tan secesionistas como ERC o Junts, y no han tenido ningún empacho en intentar acabar con cualquier vestigio de españolidad en estas tierras. De ahí la importancia de que no puedan volver a gobernarlas. Y la mejor manera es que el frente de Cataluña, que los separatistas creen que lo tienen controlado tras la domesticación del PSC y la colaboración total del eje Yolanda Díaz/Ada Colau, se reabra con fuerza.
Si Junts y ERC tienen problemas para mantener su hegemonía social y cultural en Cataluña no podrán hacer como hasta ahora, que no tienen empacho en destinar los recursos necesarios para potenciar los Països Catalans y en alimentar a su poderosa maquinaria propagandística para intentar desgastar a PP y VOX. Alguna vez tendremos que tomarnos en serio lo de plantar cara con medios al separatismo para ganar la batalla cultural. Pero hay que hacerlo con menos declaraciones altisonantes y menos declaraciones de principios y más recursos. Napoleón dijo que para hacer la guerra bastan tres cosas: dinero, dinero y dinero. ¿Queremos plantar cara o permitiremos que el separatismo siga avanzando? Y no vale la excusa de «no podemos, porque es Pedro Sánchez el que está en la Moncloa». Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès han financiado, por acción u omisión, al pancatalanismo en Valencia y Baleares durante décadas. Si ellos pueden, PP y VOX también pueden contribuir a que comencemos a ganar una guerra que vamos perdiendo por goleada.