Así dilapida el Pacte el dinero público

Dos millones de euros para una Sociedad Anónima Deportiva con capital 100×100 americano y cuya sede está en el estado de Delaware. En esto dilapida el dinero Francina Armengol, cuya situación de desespero ante las elecciones del próximo mayo le empuja a aumentar exponencialmente los actos de propaganda política. Lamentablemente en esta huida hacia adelante ha estado acompañada en esta ocasión por la oposición en pleno, que tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de participar en una actuación demagógica e irresponsable.

El PSOE se ha fijado ahora en el Real Mallorca, la mayor entidad social de las islas, y le están regando con dinero público como si no hubiera un mañana. Primero fue el acuerdo de Son Moix, luego la oferta de compra de las acciones del Lluís Sitjar y ahora el naming del estadio. El objetivo es tratar de comprar la voluntad del mallorquinismo como han comprado a los sindicatos, a los medios de comunicación y a la legión de lobbys a los que mantienen . Normal que luego frían a impuestos al ciudadano. ¿De qué otra forma se puede sostener esta gigantesca red de clientelismo?

Es indigno que el dinero público se malgaste de esta forma, pero es aún más insólito que el Consell justifique este gasto con excusas tan absurdas como que «servirá para atraer al turismo norteamericano». Por esta regla de tres, señora Cladera, ya haría años que hordas de yankis habrían invadido Manacor y su costa al reclamo de la imagen de Rafa Nadal y su academia. No. Aquí la realidad es que han entregado de manera irresponsable dos millones de euros que hubieran podido destinarse a actuaciones mucho más necesarias. Sobre todo con lo que se nos viene encima en cuanto se caiga la cortina del turismo y las islas se den de bruces contra la realidad económica que sacudirá en invierno a toda Europa.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, tanto Esquerra Republicana de Catalunya (perdón, Més per Mallorca) como Podemos han actuado con sensatez. Quizás movidos en el fondo por otros intereses, pero en este caso acertando en el fondo de la cuestión. A Baleares esta broma le saldrá por dos millones de euros. Una medallita para los políticos, un regalo para el Mallorca, una ruina para el ciudadano.