Aragonés: ‘Bello de día’ y vendiendo favores de noche

Teresa Giménez Barbat

“Séverine es una mujer que está casada con un médico a quien ama, pero con el cual es incapaz de mantener relaciones íntimas. Tiene pensamientos y fantasías eróticas, hasta que un día va a una casa de citas y comienza a trabajar allí durante las tardes al mismo tiempo que se mantiene casta en su matrimonio». Ese es el argumento de Belle de jour, la historia de un quiero y no puedo sexual que se resuelve, como tantas veces, con una doble vida.  También muy válido como metáfora de aquel que dice o hace una cosa de cara al público pero que en realidad practica la contraria a escondidas. Vamos, el “fer la puta i la Ramoneta” de toda la vida en versión catalana.

Lo de “la puta i la Ramoneta” es una práctica profundamente arraigada en la vida política en general y muy, muy en particular de la catalana pre, durante y post procesista. En el caso que nos ocupa, las fantasías eróticas independentistas se manifiestan en plena luz porque el delirio es mainstream. Y la transgresión -cumplir con los dictados del sentido común y de la realidad- se practica a escondidas y preferentemente con nocturnidad.

Te partes de la risa con los aspavientos del esterilizante nacionalprogresismo que nos asola y arruina de Pere Aragonés y Ada Colau, que amagan gestos de boicot al Rey de día y le pasan serviciales la sal en la mesa por la noche. Estas dos personas, aupadas donde no merecen estar por un votante intoxicado de fantasías animadas de ayer y de hoy, viven en una antiestética y contumaz doblez. Hemos asistido a su enésima manifestación con motivo de la venida a Cataluña del Rey Felipe VI para presidir la celebración del 250 aniversario de la patronal catalana Foment del Treball. Vemos cómo se niegan a estar presentes en la recepción eludiendo así una foto de familia con la que les hubieran hecho vudú sus supporters más radicales. Es la Ramoneta del “virtue signaling” procesista.  Pero, ah, por la noche se ponen corbata uno y tacones la otra y corren al inmediato banquete.

Sí, con las cosas del comer ya han jugado demasiado, y no está el tema para andar desairando al presidente de la Fundación Bancaria la Caixa y del Consejo de Administración de CriteriaCaixa, Isidre Fainé, que recibía la medalla de honor de la patronal. Su alma Ramoneta no es de “puertas giratorias”, pero no es cuestión de cegar plausibles gateras, que nunca se sabe qué deparará el futuro.

Y los ciudadanos asistimos a esa “Commedia dell´ NoArte” en la que el  Monarca conoce el guion por adelantado, pues hace pocos días ambos políticos hicieron un numerito idéntico en la entrega de despachos judiciales a los 188 miembros de la 70 promoción de la Escuela Judicial que también presidía él. Pere Aragonés ha cogido esta costumbre desde su designación como presidente de la Generalidad, y la Excelentísima Sra. Inmaculada ya lo lleva practicando con la gracia que la caracteriza desde los infaustos días de octubre del 2017.

Hoy, miércoles, el president seguía algo zorrón al desmarcarse de los llamamientos de Josep González Cambray, su conseller de Educación, ante una cámara de TVE. El tal González anda Ramoneta perdido, y va exhortando a la comunidad educativa a pasar mucho de ese 25% de clases en castellano que dictamina el Supremo. Y hay que andar ahora con los pies de plomo.

Dan casi un poco de pena con esa natación entre dos aguas que ya no saben si van por arriba o por abajo. La pena que pueden dar unos políticos que desde hace años no cesan de animar al incumplimiento de toda ley que no se hayan sacado ellos del forro de sus intereses nacionalistas.

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