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Los cazadores no dan crédito: le ponen un GPS a un jabalí y en 2 años descubren su táctica secreta para evitarlos

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Los cazadores europeos han llegado a fijarse en los métodos de los españoles, pero a veces también es importante entender los trucos que utilizan animales como el jabalí para esconderse de los hombres.

Esto es lo que pensaron en el sur de Francia cuando decidieron utilizar a un jabalí que bautizaron como Phiphi como conejillo de indias: los cazadores le colocaron un collar con GPS para averiguar cómo se comportaba.

Después de dos años en libertad, los datos recopilados han dejado en shock a todos: el animal desarrolló una estrategia única para librarse de los cazadores y esquivar las batidas.

El increíble truco de un jabalí para esquivar a los cazadores

En noviembre de 2022, la Federación de Cazadores del departamento de Aveyron decidió equipar a Phiphi con un collar GPS para seguir sus movimientos.

Lo normal habría sido comprobar cómo el animal se refugiaba en zonas de monte cerrado, ya que la densidad es más alta y los cazadores tienen dificultades para moverse. Sin embargo, los datos revelaron lo contrario.

Phiphi prefería descansar en lugares abiertos, sin apenas cobertura vegetal. Por ejemplo, helechos, setos o incluso un acebo servían de escondite. Es decir, lugares que, a simple vista, parecían expuestos, pero que en realidad pasaban desapercibidos para los cazadores.

En contra de lo que la intuición podría indicar, el jabalí pareció llegar a la conclusión de que huir hacia lo más profundo del bosque no era la mejor opción. La clave para no ser visto era permanecer en lugares anodinos donde mimetizarse y que nadie revisase.

Desde la propia federación de caza han reconocido que «la mayoría de los lugares que eligió no tenían nada de especiales». Pero esa era precisamente la clave: no parecía escondido, y por eso lograba engañar a su mayor depredador, el humano.

Cómo conseguía un jabalí nunca ser visto por los cazadores

El análisis de los técnicos demostró que no se trataba de una casualidad. Phiphi repetía los mismos lugares para descansar, lo que indica que había desarrollado un patrón claro de comportamiento. Dicho de otra manera: no era fruto del azar, sino una estrategia aprendida a lo largo del tiempo.

Y es que su estrategia fue exitosa en una zona muy hostil, ya que vivía en un terreno donde se producían batidas frecuentes. De hecho no se conformó con sobrevivir, sino que prosperó y pasó de pesar 40 kilos a superar los 100. Un crecimiento que prueba su capacidad de adaptación.

La caza del jabalí siempre ha sido objeto de debate porque si no se hace puede provocar que su presencia en ciudades cercanas a los bosques aumente. Por ello, este experimento ha creado muchas preguntas.

De normal la imagen predominante es la del jabalí como un animal con tendencia a huir hacia el bosque cerrado, pero Phiphi podría haber demostrado que es un prejuicio injustificado.

El final de la historia llegó cuando la señal del collar se perdió y la única forma de localizarlo fue su caza. Tuvieron éxito en Boussac, donde lo encontraron, precisamente, en uno de sus setos favoritos.