A Messi le salvaron sus compañeros por una vez
Habitualmente se ha empleado el mantra de que Leo Messi se encuentra muy solo en la selección argentina y que con una mejor compañía su palmarés sería mucho más glamuroso en el fútbol de selecciones. El siete veces Balón de Oro, sin embargo, vio cómo en el día D para su selección en la Copa del Mundo fueron los actores secundarios los que le rescataron de copar todas las portadas y seguramente para mal.
En el día en que Leo Messi superaba a Diego Armando Maradona como el argentino que más veces ha defendido la camiseta albiceleste en un Mundial con 22 apariciones, el astro del Paris Saint Germain demostró ser humano. Los acontecimientos le afectan por muchos títulos y reconocimientos individuales que haya obtenido a lo largo de su carrera y eso se dejó notar en el duelo contra Polonia tras un penalti fallado.
El choque comenzó con el 10 conectado buscando la portería. Ni habían pasado seis minutos de partido cuando el bueno de Leo ya ponía a prueba a un Szczesny que exhibió el motivo por el que muchos le consideran el mejor portero de la Serie A.
Con Polonia totalmente cerrada y achicando aguas en su campo, Messi decidió bajar a la medular para elaborar ocasiones para sus compañeros ante las reiteradas imprecisiones de Rodrigo de Paul y Enzo. Alejarse del área sirvió al argentino para vislumbrar que los polacos iban a tener siempre diez hombres detrás del balón con Lewandowski como un islote aislado en el frente de ataque.
Mazazo para Messi
Argentina picó y picó piedra hasta conseguir una controvertida recompensa a través de un penalti a Messi. El argentino remató de cabeza y Szczesny le dio en la cabeza una vez que ya había disparado en el minuto 38. El VAR llamó al colegiado holandés Makkelie para permitir a Leo una segunda pena máxima en lo que va de campeonato y las dos bastante dudosas.
El estadio 974 de Doha rugía como si fuese una mini Bombonera. El delantero del Paris Saint Germain estaba ante su gran momento y asumió la responsabilidad del lanzamiento abandonando su fórmula habitual. Quizá llevado por el empuje del público, Messi la intentó ajustar a la escuadra siendo adivinadas sus intenciones por un sobresaliente Szczesny.
El coliseo, lejos de venirse abajo, empezó a apoyar más que nunca a un Messi que lo necesitaban resucitado para la segunda mitad. Cantaron como nunca canciones dedicadas al astro argentino para que se olvidase de un golpe que podría haber detenido en seco su sueño de ganar su primer Mundial.
Messi intentó volver en la segunda parte, pero no hizo ni falta. Sus compañeros le rescataron en una jornada en la que Argentina demostró que su candidatura no pasa únicamente por la inspiración de su estrella. McAllister abrió el periodo con un tanto que alivio a todos los presentes, mientras que Julián Álvarez hacía el tanto de la tranquilidad para asegurar el primer puesto del grupo de la albiceleste.
Argentina ya se ha recompuesto el daño que supuso el estreno ante Arabia Saudí ganando los dos siguientes partidos y demostrando que son algo más que Leo. Ahora bien, si la albiceleste quiere pensar en grande deberán seguir cantando y peleando para recuperar la mejor versión de un Messi que está más voluntarioso que nunca, pero que no vive su mejor momento con el gol.