Cómo son los cisnes: características y curiosidades
Los cisnes son aves muy hermosas y elegantes, bien conocidas por todo el mundo por su color blanco inmaculado y su estilizada figura. Se trata de uno de los animales más representados en el cine y, a modo de dato curioso, es el ave voladora más pesada a nivel global. Su movimiento es increíble, porque incluso es capaz de correr sobre el agua antes de despegar.
¿Cómo es el cisne? Principales características
En la edad adulta el cisne puede medir 1,5 metros de largo y pesar 15 kilos en el caso de los machos. Las hembras son mucho más pequeñas, y por lo general se quedan en los cuatro kilos de peso. Al igual que ocurre con otros animales, existen diferentes especies de cisnes, así que el tamaño puede variar de una a otra.
En lo que respecta a su comportamiento, a simple vista transmiten una gran confianza y tranquilidad. Pero la realidad es muy distinta, y es que los cisnes tienen un carácter muy fuerte, sobre todo cuando tienen que proteger sus nidos. La hembras pueden llegar a ser especialmente feroces ante cualquier amenaza sobre sus crías.
Una de las principales características de los cisnes tiene que ver con los sonidos que son capaces de emitir. Salen desde la zona de la tráquea, y se oyen como gruñidos o ronquidos muy leves.
En lo que respecta a la reproducción, el cisne es un animal monógamo. Los machos y las hembras alcanzan la madurez sexual a entre los cuatro y los siete años de edad, aunque pueden formar pareja desde que cumplen 20 meses. La mayoría de parejas perduran hasta que uno de los integrantes muere.
Por último, cabe señalar que los cisnes tienen por costumbre construir sus nidos en tierra, pero siempre lo hacen en zonas cercanas al agua. La construcción de los nidos corre a cargo tanto de las hembras como de los machos. Luego, ellas ponen los huevos y los incuban durante 40 días. Los machos toman el rol de guardián, que continúa una vez nacen las crías.
Los cisnes son animales muy elegantes y estilizados. Su origen se sitúa en Europa central y en Asia, aunque cuando llega el invierno migran hasta India, África o Corea ya que no resisten las bajas temperaturas. En estas migraciones algunos ejemplares llegaron hasta Norteamérica y se asentaron allí.