La ciencia lo confirma: 7 razones por las que deberías tener un gato

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los beneficios de tener un gato como mascota? Estos animales domésticos, aunque pueden ser cariñosos y amar a su familia, también disfrutan de la soledad y necesitan tiempo para sí mismos. Tienen un comportamiento curioso y territorial y son muy limpios, razón por la cual basan buena parte del día acicalándose. A nivel social, los gatos son más reservados que los perros, pero también pueden crear lazos muy fuertes con sus cuidadores. Al igual que sucede con otros animales, cada gato tiene su propia personalidad y carácter; algunos son muy juguetones y activos, mientras que otros son mucho más tranquilos y les gusta descansar.

A pesar de su naturaleza solitaria, los gatos pueden llegar a ser muy afectuosos y, al igual que los perros, también buscan compañía. En lo que respecta a sus cuidados, es esencial ofrecerles una dieta equilibrada y adaptada a su edad, ya sea con comida húmeda o pienso seco. Por otro lado, las visitas al veterinario son clave para las desparasitaciones, las vacunas y los chequeos. Finalmente, cabe señalar que los gatos necesitan estímulos para estar activos. Teniendo esto en cuenta, hay que proporcionarles rascadores y juguetes que les permitan explorar y trepar.

Beneficios de tener un gato como mascota

Un estudio de la Fundación Affinity ha destacado cuáles son los beneficios de convivir con gatos, desmitificando algunas creencias sobre estos animales y subrayando el vínculo entre ellos y sus cuidadores. Acariciar a un gato, por ejemplo, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo estados de relajación y calma profunda.

Llegar a casa tras un día agotador y encontrar un gato esperándote puede aliviar el estrés, ofreciendo una sensación de compañía. Aunque estos animales son conocidos por su independencia, demuestran su cariño de manera sutil, como el ronroneo, que puede ser reconfortante en momentos difíciles.

A nivel médico, convivir con gatos podría mejorar la salud. Se ha demostrado que niños que viven con felinos desarrollan tolerancia inmunológica a ellos, disminuyendo la probabilidad de alergias. Además, el contacto con los gatos está asociado a menores niveles de presión sanguínea y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Para las personas con trastornos del espectro autista (TEA), los gatos parecen ser una mejor compañía que los perros. Investigaciones han revelado que los métodos de comunicación de los gatos se adaptan mejor a las interacciones con niños con TEA.

Además, un porcentaje significativo de cuidadores de gatos asegura que estos animales están presentes en momentos de necesidad emocional, incrementando la confianza y reduciendo los niveles de malestar psicológico.

Estrés

Un grupo de investigadores estadounidenses ha demostrado que los gatos pueden reducir los niveles de estrés en sus cuidadores. Al acariciar a estos animales, se liberan hormonas asociadas con la felicidad, al mismo tiempo que disminuye la producción de las hormonas responsables del estrés. El ronroneo de los felinos amplifica este efecto relajante.

Para realizar el estudio, los científicos seleccionaron un grupo de personas que enfrentan altos niveles de estrés a diario, eligiendo a corredores de bolsa solteros como sujetos. Los resultados mostraron que la presencia de gatos tuvo un impacto positivo en estas personas. Se midieron síntomas típicos del estrés, como el incremento en la presión arterial, el ritmo cardíaco y la sudoración. Los agentes bursátiles que convivían con gatos respondieron de manera más calmada frente a situaciones estresantes.

Cosas que les hacen felices

Hacer felices a los gatos requiere satisfacer sus necesidades físicas y mentales, respetando su naturaleza independiente. Los gatos son animales territoriales que valoran su espacio personal, por lo que es esencial ofrecerles áreas para descansar, explorar y observar desde lugares elevados. Además, el enriquecimiento mental y físico es clave para evitar el aburrimiento y mantenerlos activos.

La alimentación adecuada es fundamental para su bienestar. Los gatos necesitan una dieta basada en proteínas de calidad, y es recomendable ofrecerles comida fresca y variada. Además, proporcionar agua limpia y fresca contribuye a su hidratación y previene problemas urinarios.

El cuidado de la higiene también juega un papel crucial. Los gatos son muy limpios por naturaleza, pero necesitan ser cepillados regularmente para reducir el pelo suelto y prevenir bolas de pelo. Mantener la caja de arena limpia es igualmente importante.

En cuanto a su salud, las revisiones veterinarias periódicas, las vacunas y los tratamientos preventivos contra parásitos son indispensables. Cualquier cambio en su comportamiento o apetito puede ser indicativo de problemas de salud que requieren atención veterinaria.

A pesar de su fama de independientes, los gatos necesitan afecto y compañía. Disfrutan de ser acariciados y de la interacción con sus dueños, pero es importante respetar sus límites y su necesidad de espacio cuando lo requieran.

En resumen, para hacer feliz a un gato es necesario ofrecerle un ambiente seguro, lleno de estímulos, con alimentación y cuidados adecuados, además de respetar su personalidad independiente y sus necesidades de afecto.