El pequeño felino de apariencia tierna que es letal: es el segundo mayor depredador del mundo

El segundo mayor depredador del mundo se esconde detrás de la tierna apariencia de un pequeño felino, la realidad es que es un animal letal. La naturaleza tiene una serie de elementos que pueden acompañarnos en estos días que corren, de forma ejemplar, necesitamos empezar a crear una serie de elementos que pueden acabar siendo los que marquen un antes y un después. Tocará estar pendientes de una serie de detalles que acabarán siendo claves en todos los sentidos.

Un animal que vive en consonancia con la naturaleza que le rodea, tiene un corazón de depredador. Puede acabar siendo el que nos invite a descubrir unos animales que pueden alejarnos de lo que sería habitual. De los gatos más adorables, los que han acompañado al ser humano durante miles de años, podemos ir descubriendo cómo todo cambia y empieza a gestionarse de una manera muy distinta. Siendo de la misma familia, en nuestra casa podemos tener a un inocente gatito, pero fuera de ella y con una apariencia muy similar, se esconde uno de los animales más letales, un depredador nato que causa estragos.

Este letal felino tiene una apariencia de lo más tierna

La realidad es que detrás de una imagen dulce de un animal que se puede parecer en gran medida a nuestros pequeños felinos, tenemos a un pequeño animal que puede cambiar para siempre nuestro día a día. Nada tiene que ver lo que parece con lo que es, un ser que se ha convertido en letal.

Las apariencias engañan y el desconocimiento puede ser letal. Si en algún momento nos encontramos cara a cara con este felino, podríamos pensar que estamos ante un animal que puede parecer inocente, aunque la realidad es qua estaremos ante un tipo de ser que puede ser de lo más cambiante.

Esta ternura que desprende este ser nos sumergirá de lleno en una falsa sensación de seguridad. En realidad, es uno de los felinos más letales que existen y puede acabar siendo el que marque un fatal destino. El segundo mayor depredador del mundo podría parecer un gato doméstico, pero nada más lejos de la realidad. Estamos ante un cazador nato que sabe muy bien cómo acabar con su presa o con cualquier enemigo que se cruce en su camino.

Es el segundo mayor depredador del mundo

La revista ‘Iflscience’ nos presenta este animal como el segundo mayor depredador que está sobre la faz de la Tierra y no es casualidad esta clasificación, sino todo lo contrario. Forma parte de unas cualidades que debemos conocer y que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta.

Nos presenta este animal cómo: «El gato africano de patas negras tiene una feroz reputación como el gato más mortal del mundo, pero si vieras uno en una calle suburbana, probablemente lo confundirías con un gatito atigrado extremadamente lindo. Además de  ser el felino más letal del mundo, el gato de patas negras  (Felis nigripes)  también es el felino más pequeño de África. Con un peso de entre 1 y 2 kilogramos (2,4 y 4,2 libras) y unas medidas de entre 35 y 43 centímetros (14 y 17 pulgadas) cuando es adulto, estas diminutas bestias tienen la mitad del tamaño de un gato doméstico medio y son aproximadamente 200 veces más pequeñas que un león. A pesar de su pequeña estatura, estos felinos tienen una tasa de caza impresionantemente alta. Mientras que los leones tienen una tasa de caza exitosa de solo el 25 por ciento, el humilde gato de patas negras logra el 60 por ciento de sus cacerías, lo que lo convierte en el segundo depredador máximo más letal del mundo después de los perros salvajes africanos. Estos felinos, que recorren hasta ocho kilómetros (cinco millas) cada noche en busca de comida, intentan cazar aproximadamente cada treinta minutos y logran atrapar entre diez y catorce presas cada noche. Se alimentan de todo tipo de animales, desde pequeños roedores hasta pájaros y, a veces, insectos; también se sabe que cazan presas más grandes que ellos, como la liebre africana».

Siguiendo con la misma explicación: «Si bien solían habitar gran parte de Botsuana, su número ha disminuido tanto que no se han visto ejemplares salvajes en el país desde hace varios años. Su verdadero número en estado salvaje sigue siendo incierto, pero las amenazas al hábitat, los recursos y los cebos y trampas envenenados colocados para atrapar gatos monteses africanos y chacales han amenazado a la especie hasta tal punto que fue catalogada como «vulnerable» en la Lista Roja de la UICN en 2016. Con una población estimada inferior a 10.000 y en descenso, la especie está ahora protegida por la legislación nacional en la mayoría de las regiones que habita, y la caza de estos felinos está prohibida en Botswana y Sudáfrica. El gato de patas negras tiene una alta tasa de mortalidad en cautiverio, lo que lleva a que los esfuerzos de conservación se centren en prevenir la degradación y proteger los hábitats restantes para salvaguardar las poblaciones restantes y fomentar el crecimiento de la especie».