Causas de la deshidratación en gatos

La deshidratación en gatos se caracteriza por un desequilibrio de agua y electrolitos en el organismo. Al igual que ocurre con los seres humanos, el cuerpo de los gatos se compone, en gran parte, por agua. Y cuando los niveles de este líquido vital están por debajo de lo normal, entonces el minino empieza a deshidratarse. Esta situación conlleva a numerosos síntomas que ponen en riesgo su salud y bienestar, pudiendo incluso provocar la muerte en casos más extremos. Aquí hablaremos en más detalles sobre las principales causas y los síntomas de la deshidratación en gatos. ¡Sigue leyendo!

¿Qué puede ocasionar la deshidratación en gatos?

Lo cierto es que no hay una única causa de la deshidratación en gatos. Como tutor, es necesario poner atención a diferentes factores de la rutina y del comportamiento del minino para percibir cuándo y por qué se ha deshidratado.

Igualmente, entre las causas más frecuentes de esta condición, encontramos algunos problemas de salud, como:

• Diarrea.
• Vómito.
• Fiebre.
• Sangrados intestinales.
• Afecciones en el tracto urinario, entre otros.

Por otro lado, la exposición excesiva al calor del gato es un factor de riesgo clave, que aumenta significativamente las probabilidades de que un gato se deshidrate. Además de favorecer los desequilibrios en los niveles de agua y electrolitos, el calor excesivo puede provocar quemaduras e insolación.

¿Cómo saber si un gato está deshidratado?

Lamentablemente, no siempre es sencillo identificar los primeros síntomas de deshidratación en gatos. Pero es importante poner atención a las siguientes señales:

• Ojos hundidos y-o resecos.
• Cansancio frecuente o apatía.
• Encías resecas.
• Pérdida de elasticidad en la piel: para verificar este punto, puedes pellizcar suavemente la piel de tu gato y ver si tarda mucho en volver a su forma natural. Caso ello ocurra, probablemente se está deshidratando y necesita reforzar su ingesta de líquidos.
• Frecuencia cardíaca elevada.
• Pérdida de apetito.
• Temperatura corporal baja (probablemente, sentirás que el cuerpo de tu gato estará más frío de lo normal, especialmente en las regiones con pocos pelos).
• Jadeo constante.
• Dificultades para respirar.

Al observar cualquiera de estos síntomas en tu minino, no dudes en llevarlo inmediatamente al veterinario.

¿Cómo prevenir la deshidratación en gatos?

Un aspecto fundamental es garantizar que el minino cuente con un refugio donde haya sombra y pueda protegerse de la radiación solar. También es esencial reforzar su hidratación en los días más cálidos, dejando siempre a su disposición agua fresca y limpia.

Si percibes que tu minino no suele ingerir mucha agua diariamente, una buena alternativa es ofrecerle una alimentación más húmeda. En lugar del pienso seco, puedes darle alimentos húmedos para gatos, comida casera o una dieta BARF. Pero recuerda consultar a un veterinario de confianza antes de realizar cualquier modificación en la nutrición de tu minino.

Por hablar en veterinario, las consultas preventivas (una o dos veces al año) también son fundamentales para chequear el estado de salud de tu gato, bien como diagnosticar tempranamente cualquier afección que pueda poner en riesgo su bienestar. Recuerda siempre: prevenir es mucho más sencillo (y eficaz) que curar.