Aviso de los veterinarios por el arnés que usa tu perro: ni se te ocurra ponerle éste


Cuando se trata de elegir un arnés para nuestros perros, la decisión no siempre es tan sencilla como parece. A menudo, nos dejamos llevar por las apariencias o por recomendaciones que no siempre se basan en lo mejor para el animal. En las tiendas podemos encontrar multitud de arneses diferentes, pero sólo algunos se adaptan realmente a las necesidades fisiológicas y de movimiento de nuestros amigos peludos.
Uno de los arneses más populares es el arnés noruego; sin embargo, aunque su diseño parece ser cómodo, en realidad puede estar limitando el bienestar del animal, ya que afecta a zonas sensibles como la tráquea y los hombros. Por esta razón, se recomienda sustituir este tipo de arneses por opciones más adecuadas, como los arneses en forma de H o Y, que permiten mayor libertad de movimiento.
¿Por qué el arnés noruego puede ser peligroso para el perro?
El arnés noruego se caracteriza por su diseño en forma de «X» que cubre el cuerpo del perro, con una tira que pasa por el pecho y otra por la parte trasera, unidas por una tira que se coloca en el cuello. Aunque parece una opción cómoda y que se adapta a muchas razas de perros, no es el arnés más adecuado en términos de salud. El principal problema radica en que la parte frontal limita el rango de movimiento de las escápulas y los hombros, lo cual es esencial para el bienestar y la agilidad del animal.
A largo plazo, esto puede llevar a la aparición de molestias y dolores articulares, especialmente si el perro es muy activo o realiza caminatas largas. Los perros necesitan una completa libertad de movimiento para mantener sus articulaciones saludables, y un arnés que restrinja este movimiento puede provocar, incluso, lesiones en las zonas afectadas. Además, la tira frontal del arnés puede ejercer presión sobre la tráquea del perro, lo que genera incomodidad y, en casos extremos, problemas respiratorios.
Asimismo, la presión constante sobre el cuello y las escápulas puede resultar en trastornos articulares, tales como la displasia de cadera o codo, condiciones que son especialmente prevalentes en razas grandes o muy activas. A medida que el perro se tira o tira de la correa durante el paseo, el esfuerzo puede hacer que las articulaciones se sobrecarguen, lo que acelera el desgaste articular y genera dolor crónico.
Por otro lado, si el arnés no permite una correcta distribución del peso y la fuerza ejercida sobre el cuerpo del animal, puede provocar que el perro empuje con más fuerza sobre su espalda o cuello, lo que aumenta la tensión en esas áreas. Esto, a largo plazo, puede llevar a problemas musculares y articulares severos. Si se combina el uso del arnés con un collar tradicional, la presión que se genera sobre la tráquea durante los paseos, especialmente cuando el perro tira de la correa, puede ser aún más perjudicial.
Las mejores alternativas
Si deseas evitar los riesgos que implica el arnés noruego, la mejor alternativa es optar por un arnés con diseño en forma de H o Y. Estos arneses distribuyen de manera más equitativa la presión sobre su cuerpo, sin restringir el movimiento de las escápulas y hombros. Además, los arneses en forma de H o Y son más ergonómicos, permitiendo un ajuste más adecuado y cómodo para el perro, independientemente de su tamaño o raza.
El arnés en forma de H tiene una estructura que rodea el torso del perro sin afectar su cuello o su zona de los hombros. Esta distribución del peso evita que cualquier área del cuerpo del perro reciba una presión excesiva, lo que facilita el movimiento natural durante las caminatas. Este tipo de arnés es ideal para perros de todas las edades, desde cachorros hasta adultos mayores, ya que no interfiere con su capacidad para moverse libremente. Asimismo, debido a su diseño, los arneses de tipo H son menos invasivos y pueden resultar más fáciles de poner y quitar que otros modelos.
Por otro lado, el arnés en forma de Y también es una muy buena opción, ya que proporciona una estructura similar, pero con un ajuste diferente. Su diseño en forma de «Y» se adapta al cuerpo del perro de manera que no limita su rango de movimiento, lo que es especialmente beneficioso para perros activos que disfrutan de correr o hacer ejercicio. Al igual que el arnés de tipo H, el arnés en forma de Y ayuda a distribuir de manera equilibrada la fuerza que se ejerce sobre el cuerpo del perro, evitando cualquier presión innecesaria en su tráquea o en sus articulaciones.
Elegir el arnés adecuado no sólo tiene que ver con la comodidad, sino con su salud a largo plazo. Un arnés que esté mal diseñado o que no se ajuste bien puede generar múltiples problemas, tanto físicos como emocionales. Además de los problemas articulares, el mal ajuste de un arnés puede causar que el perro se sienta incómodo o limitado durante sus paseos, lo que podría influir en su comportamiento.