Un día con Monasterio recorriendo el sur de Madrid en busca del voto obrero: «Esto es el Madrid real»
OKDIARIO acompaña a la candidata de Vox a Pinto, Parla y Móstoles
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Pasadas las ocho y media de la mañana, la candidata de Vox a la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, llega a la sede del partido en la calle Padre Damián para arrancar una maratoniana mañana recorriendo los municipios de Pinto, Parla y Móstoles. OKDIARIO acompaña a la líder de la formación de Santiago Abascal en una jornada para escuchar de primera mano «la realidad del día a día de los madrileños».
«A mí me encanta esto, me pasaría el día entero de charleta por ahí con la gente; ya lo hacía antes de estar en política. Cuando uno recorre los barrios y los polígonos industriales, desayuna con la gente, se da cuenta de sus problemas reales», reconoce Monasterio a este periódico. Una afirmación que se hace tangible en cuanto se baja de la furgoneta con la que está recorriendo Madrid esta campaña electoral. Rocío ve unos trabajadores en la puerta de un local de un polígono de Pinto y corre hacia ellos para desesperación de su equipo, que la pierde constantemente mientras ella despacha con unos y con otros a cada paso.
El pasado como profesional de la construcción y la arquitectura ha dado tablas a la candidata de Vox, que se mueve como pez en el agua por los polígonos. Tras coger fuerzas con un café y una nada discreta tostada con abundante aceite y tomate mientras conversa con la camarera y los parroquianos del bar, Rocío Monasterio pasea por las calles de Pinto de la mano de su candidato, Miguel Maldonado.
«Los políticos tenemos que estar para resolver lo fundamental. Y ahora, como no son capaces de resolver lo fundamental, se inventan nuevos mantras que no dan de comer a nadie. El cambio climático, las farolas moradas… eso no da de comer, la gente, lo que quiere, es poder llegar a fin de mes», sentencia, al tiempo que critica que los políticos del PP estén «encapsulados en sus despachos en la Puerta del Sol». «Han perdido un poco el contacto con la realidad y cuando se pierde el contacto con la realidad y no se gestiona bien, eso es el caldo de cultivo perfecto, la alfombra roja, para que luego en las generales de diciembre la izquierda lo aproveche y vuelva a ganar», lanza.
En su caso, Monasterio se esfuerza por no perder ese contacto y en las seis horas que pasa recorriendo Pinto, Parla y Móstoles no hay prácticamente comercio en el que no se pare a saludar y a escuchar lo que le quieran trasladar los trabajadores, sean o no de su cuerda. Talleres de reparación de coches, peluquerías, tiendas de ropa, carnicerías, farmacias, estancos, administraciones de lotería… no hay tienda que se le resista. La líder de Vox en Madrid, que cuenta en la actualidad con 13 diputados en la Cámara autonómica, asegura que las «sensaciones» que tiene ahora respecto a las últimas elecciones del 4 de mayo de 2021 son «muchísimo mejores».
Por eso, Rocío Monasterio asegura que no se cree las encuestas. «Yo, lo que hago es estar en la calle todo el día. En la calle, lo que veo es el cariño de muchísima gente que nos dice que nos va a votar. No me creo ni las buenas ni las malas encuestas. Son herramientas electorales para mover el voto, para movilizar a la gente o dar confianza», expone.
Socialistas y comunistas que ahora votan a Vox, señoras desesperadas que no llegan a fin de mes… Rocío Monasterio atiende con afecto a todo el mundo, incluso aquellos que se enrollan un poco demás, en sus interminables paseos por estos tres municipios, todos ellos gobernados por el PSOE. «Se gastan el dinero en esculturas como esta», señala una señora con acuciantes problemas económicos, «en lugar de ayudarnos a las personas que realmente lo necesitamos», lamenta sin poder contener las lágrimas mientras cuenta a Rocío que tiene dos hijos, un sueldo de 900 euros al mes y vive una casa de alquiler social que se cae, literalmente, a cachos.
Los candidatos de Vox en Parla, Juan Marcos Manrique, y en Móstoles, Maite López Divasson, acompañan a Monasterio en sus paseos y le van explicando cuáles son los principales problemas de sus respectivos municipios. En el caso de Parla, destaca el desempleo -es la ciudad de Madrid con mayor tasa de paro-, mientras que en Móstoles, su candidata pone el foco en el «absoluto abandono» en el que se encuentra los polígonos y, sobre todo, su cableado y falta de aceras.
Pero, si en algo coinciden los tres municipios es el problema de la inseguridad. «Nos llevan hablando ya meses en todos los barrios de Madrid del tema de la seguridad, el miedo a salir solo a la calle a partir de cierta hora. Las señoras se nos acercan y dicen ‘aquí hay que poner orden’. Son barrios que han sufrido un tremendo deterioro», señala Monasterio.
Interrogada sobre por qué considera importante un Vox fuerte en la Asamblea de Madrid, Monasterio lo tiene claro: «Es importante porque sólo Vox está hablando de la realidad de las personas y sólo Vox está afrontando el deterioro de los barrios, el tema de la seguridad». Sólo Vox, agrega, «está hablando del control de la inmigración, hablando de que las ayudas sociales tienen que estar para el que de verdad lo necesita, no para el caradura que está ocupando una casa. Y esto sólo lo dice Vox y por desgracia el PP le da miedo hablar de todo esto».
Respecto a si sería posible recomponer las relaciones con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras el 28M, Monasterio no lo duda, a pesar de la abrupta ruptura producida entre ambos grupos parlamentarios al término de la legislatura. «Yo, la verdad es que terminé bien, los que quisieron romper con nosotros fueron ellos. Y no he tenido ningún problema y la verdad es que nos hemos llevado bien estos años, hemos facilitado 29 leyes y hasta el último Pleno hemos intentado llegar a acuerdos. Yo creo que Ayuso, por orden de Alberto Núñez Feijóo, decidió actuar así, no querían la foto con nosotros, porque, sino, no entiendo el cambio. Nos dejaron de contestar al teléfono. A partir del 30 de noviembre, nos dejan en leídos los mensajes y no hemos vuelto a saber de ellos», lamenta.
Monasterio proclama que no cree que los políticos estén para «este tipo de tonterías». «Estamos ante unas elecciones muy importantes con mucho que gestionar de sanidad, educación, de vivienda… la gente tiene problemas reales y con unas elecciones generales en diciembre, si no se gestiona bien en Madrid damos pie a la izquierda y yo no quiero izquierda para España, eso lo tengo claro, ni ruina, ni miseria. Lo que quiero es que podamos prosperar», concluye.
Rocío Monasterio termina su periplo por los municipios del sur casi a las tres de la tarde, parada a comer para seguir por la tarde con un mitin en Alcorcón. «Yo estoy encantada en campaña, a mí me dices que la campaña son tres meses más y feliz», finaliza sonriente.