¿Quieres probar el esquí de fondo? Esto es lo que necesitas para comenzar

Popular desde los países nórdicos hasta las regiones alpinas, el esquí de fondo es un deporte que pertenece a las llamadas disciplinas nórdicas (junto con el salto de esquí y el combinado nórdico). En el esquí de fondo te mueves con los esquís en los pies y los bastones de nieve en las manos por terrenos principalmente planos, aunque a menudo te enfrentas a subidas y bajadas con pendiente moderada. Veamos entonces cómo empezar a practicar el esquí de fondo.

Cómo empezar a practicar el esquí de fondo

Si alguna vez consideraste el esquí de fondo como una actividad que se practica a una edad algo avanzada, en los últimos tiempos este deporte se ha abierto camino incluso entre los más jóvenes que, abandonando temporalmente su pasión por el esquí en altura, se pasan a este deporte que les permite mantenerse en forma y disfrutar de la montaña incluso en invierno.

El esquí de fondo no significa simplemente caminar con los esquís puestos, sería demasiado simple. Lo ideal es siempre comenzar con lecciones para principiantes: de esta manera puedes aprender el movimiento básico en un par de horas y luego empezar a divertirte de verdad. Posteriormente podrás aprender las dos técnicas principales , a saber, el paso alterno y el paso de patinaje , que se distinguen por la diferente fuerza que ejercen las piernas para moverse.

Técnica clásica

La técnica más clásica del esquí de fondo consiste en un paso alterno (o «clásico»), que tiene lugar dentro de pistas previamente batidas por un snowcat. Hasta la década de 1980, la clásica era la única técnica enseñada, también porque permite un enfoque más simple de la disciplina. Mientras los bastones transmiten el empuje de los brazos y se plantan en la nieve mediante la punta, los esquís transmiten el empuje de las piernas y permiten avanzar por los caminos trillados de la nieve.

Técnica de patinaje

La técnica del patinaje consiste en un paso de patinaje y se practica en una pista libre y trillada, pero sin rieles. Como se mencionó un poco antes, esta técnica es más reciente, porque nació alrededor de los años ochenta y, si antes era una técnica puramente competitiva, hoy también ha sido adoptada por esquiadores menos experimentados. En el paso de patinaje los esquís no avanzan por las pistas, sino que se deslizan alternativamente, muy separados, sobre una pista desprovista de huellas y en diagonal con respecto al sentido de la marcha. A diferencia de la técnica clásica, durante el empuje de las piernas, el esquí está siempre en movimiento.

Cómo entrenar para el esquí de fondo

Para llegar al inicio de la temporada con una buena preparación para el esquí de fondo, es fundamental entrenar los músculos del tronco, piernas y brazos. No solo eso. La práctica de una actividad física de resistencia como correr, andar en bicicleta o la marcha nórdica puede ser útil para no llegar a los caminos trillados con dificultad para respirar.

Equipo y ropa

En cuanto a la ropa para el esquí de fondo, el consejo es invertir en jerséis y chaquetas transpirables, sin olvidar una buena ropa interior técnica . En concreto, las prendas de ropa interior técnica permiten la transpiración del sudor hacia el exterior, la regulación de la temperatura corporal y el aislamiento térmico. Igualmente importantes son un par de guantes ajustados, un sombrero y un par de gafas de sol para protegerse de los rayos UVA y UVB.

Esquís y bastones

Para cada técnica de esquí de fondo existen diferentes tipos de esquís , lo mejor es asesorarte con un vendedor o un técnico experto, siempre considerando tu nivel, principiante o experto. Los bastones deben elegirse de acuerdo con la técnica de esquí y siempre deben tener la longitud adecuada para tu altura. Por regla general, para el estilo clásico también se eligen palos largos hasta la axila, mientras que para la técnica de patinaje los palos llegan hasta la barbilla.

Zapatos

Al elegir los zapatos, debe prestar atención a la forma del zapato. El calzado debe ser cómodo y ceñido al mismo tiempo, sin que el pie resbale. Normalmente, la distancia desde los dedos hasta la punta de la bota de nieve debe ser de aproximadamente un centímetro. También en este caso, como en el caso de los esquís, dependiendo de la técnica, diferentes zapatos pueden ser más o menos adecuados: con la técnica clásica es preferible una bota de suela resistente pero bastante flexible, mientras que con la técnica de patinaje la bota debe ser algo más alta para ofrecer una buena protección al tobillo.