Sánchez y su ‘negro’ plagiaron en la tesis párrafos enteros de informes del Ministerio de Industria
Carlos Ocaña ayudo al ahora presidente a elaborar parte de las 342 páginas de su tesis doctoral
El presidente Pedro Sánchez no sólo recurrió al jefe de gabinete del ministro Miguel Sebastián, Carlos Ocaña, para la elaboración de buena parte de la tesis doctoral, que presentó en noviembre de 2012 en la Universidad Camilo José Cela (UCJC) con el título Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público.
En su trabajo académico, el presidente Sánchez también recurrió a los métodos más burdos de piratería: fusiló párrafos enteros de informes del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, con sólo pequeños retoques (como sustituir o cambiar el orden de una o dos palabras) para disimular su autoría.
En tan sólo dos folios de su tesis doctoral, Pedro Sánchez incluyó un corta y pega de siete párrafos de un informe titulado «Metodología de la Secretaría de Turismo y Comercio para la selección de mercados prioritarios», elaborado por la Subdirección General de Análisis y Estrategia del Ministerio que dirigía el socialista Miguel Sebastián. El informe había salido publicado en un boletín de la revista Información Comercial Española (ICE), editada por el mismo Ministerio, en febrero de 2005.
El artículo describe distintos métodos utilizados para seleccionar los mercados exteriores que pueden ofrecer un mayor potencial para la internacionalización de las empresas españolas. En su tesis doctoral, Pedro Sánchez dedica siete párrafos a fusilar palabra por palabras, con mínimas variaciones, el contenido de este informe, en lo que constituye una técnica fraudulenta de citar las fuentes, que sancionaría cualquier tribunal.
Por ejemplo, Sánchez explica que para medir el atractivo de un mercado exterior para las empresas españolas se utilizan los siguientes indicadores: «tamaño de mercado, crecimiento de mercado, factores económicos, riesgos comerciales y políticos, y otros factores» (aquí fusila literalmente el boletín del Ministerio).
Luego se refiere a otro de los factores analizados, la «fuerza competidora», a la que corresponden los indicadores que «permitieran observar (el Ministerio dice «reflejan») la posición de las exportaciones españolas en el país, además de otros datos (el Ministerio usa el término «variables») con los que detectar (en vez de «mostrar») la posible ventaja competitiva de las empresas españolas en ese mercado. El grupo se compuso de seis indicadores, que a su vez se dividieron en cuatro subgrupos: posición española en el país, contribución del país a las exportaciones españolas, el dinamismo exportador y otros factores».
En tercer lugar alude a la «posición inversora» de España en un mercado exterior concreto, que sirve para medir la «posición competitiva de las inversiones de las empresas españolas en el país y demás ventajas competitivas de España para las inversiones españolas en ese mercado. En este grupo se recogieron seis indicadores (sólo modifica esta expresión), divididos en subgrupos: posición española en el país, contribución del país a las inversiones exteriores españolas, dinamismo y otros factores». Y todo así.
Lo mismo ocurre en los siguientes párrafos, en los que Sánchez y el negro que le ayudó a elaborar la tesis hicieron un corta y pega del informe del propio Ministerio de Industria, maquillando el texto con pequeños cambios para atribuirse su autoría, en lugar de citar y entrecomillar el texto original. Es solo uno de los numerosos ejemplos que se pueden hallar en la tesis doctoral de Sánchez que recibió una calificación de «apto cum laude» por parte del tribunal que presidía Cristina Ruza Paz-Curbera.
La tesis doctoral del presidente del Gobierno ha permanecido guardada en un cajón en la Universidad Camilo José Cela (UCJC), que este miércoles autorizó a consultarla tras el desafío que le ha lanzado el presidente de Ciudadanos (C’s), Albert Rivera, en la sesión de Control del Congreso de los Diputados.
Todo ello, tras la fulminante dimisión de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por plagiar su Trabajo de Fin de Máster (TFM) y no ser capaz de dar explicaciones, ni siquiera sobre en qué campus y facultad estudió su máster de estudios interdisciplinarios de género.