Marlaska desmantela la UDEF para evitar que investigue la corrupción del PSOE
El comisario nombrado por el ministro ha vetado cualquier investigación sobre la trama del 'Tito Berni'
Marlaska ha colocado en 5 años a cargos policiales afines en Europol y embajadas para cuando caiga Sánchez
Monumental pitada a Marlaska en la jura de los 2.300 nuevos policías: «¡Fuera, fuera!»
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desmantela la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) reduciendo sus efectivos a la mitad. Fuentes consultadas por OKDIARIO aseguran que el ministro colocó al frente de esta unidad de élite, encargada de investigar la corrupción, a Fernando Alonso, un comisario afín al PSOE, con un único objetivo: impedir que se indagara sobre los casos que afecten al PSOE. «Y lo ha conseguido», recalcan a este periódico.
Atrás quedan los tiempos en los que Pedro Sánchez, adalid de la lucha contra la corrupción, aprovechaba la sentencia de la operación Gürtel para orquestar una moción de censura que lo llevó a la postre a la Presidencia del Gobierno de España. Durante su mandato, lejos de reforzar los equipos que investigan la corrupción de políticos, Sánchez los ha neutralizado. Según fuentes sindicales de la Policía Nacional conocedoras de la situación, Marlaska ha reducido al 50% el personal de la UDEF.
El plan lanzado desde el Gobierno culminó tras la jubilación de Fernando Moré, el anterior jefe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, a quien Marlaska nunca se atrevió a destituir para no repetir un caso como el del coronel Diego Pérez de los Cobos, a quien purgó de manera ilegal tal y como ha sentenciado el Tribunal Supremo, o el cese del coronel Manuel Sánchez Corbí al frente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
En el caso de Moré, como estaba cercana su jubilación, el ministro del Interior decidió esperar pacientemente a que el puesto quedara libre. Y, hace justo un año, la vacante al frente de esta unidad antiblanqueo fue ocupada por el desconocido Fernando Alonso, a quien Marlaska promocionó a la categoría de comisario principal, para que pudiera ocupar el puesto de jefe de la UDEF.
Fuentes judiciales y fiscales aseguran a OKDIARIO que «Alonso carece de la experiencia necesaria para dirigir una unidad tan especializada como la UDEF». Añaden que «nunca ha desempeñado puestos en delincuencia económica ni en ninguna otra rama de la policía judicial». De hecho, antes de desembarcar en el complejo policial de Canillas, provenía de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales, dentro de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, que nada tiene que ver con la lucha contra la corrupción. Pero eso era justo lo que estaba buscando Marlaska: colocar al menos capacitado para el cargo y reducir al mínimo la productividad de esta unidad.
Destruir la UDEF
Fuentes de la Fiscalía Anticorrupción aseguran que un año después de que Alonso fuese nombrado al frente de la UDEF, dos organismos obligados a trabajar mano a mano, «ni siquiera le conocen» porque no se ha preocupado nunca por los asuntos que llegan a la Fiscalía Especial contra la corrupción y criminalidad organizada, con la que Alonso debería estar en comunicación de manera asidua.
La falta de formación del jefe de la UDEF en materia de anticorrupción no es novedosa para los mandos policiales. Las mismas fuentes advierten que Marlaska le nombró en contra del criterio del comisario general de la Policía Judicial, Rafael Pérez, y del director adjunto operativo (DAO), José Ángel González. Estos mandos, explican a este periódico, «conocían la evidente falta de capacitación de Fernando Alonso para el puesto, pero les fue definitivamente impuesto por Marlaska».
Fernando Alonso tenía una misión clara: impedir investigar la corrupción del bloque de Gobierno. Y la ha consumado. Además de reducir el número de agentes de la UDEF a la mitad, ha impedido sistemáticamente la participación de los investigadores más cualificados en casos como el del Tito Berni o en el del escándalo de la compra de votos en Melilla por los socios de gobierno del PSOE, por citar sólo dos de los más recientes.
Los jueces y fiscales consultados por este periódico no entienden por qué el primero lo está investigando el equipo de ciberdelincuencia de Tenerife o por qué la corrupción de compra de votos de Melilla lo investiga la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco), que se dedica a luchar contra el tráfico de drogas, cuando ambas causas –por los delitos que se han cometido– deberían estar siendo investigadas en la UDEF.
La misión del jefe de la UDEF es coordinar las investigaciones de corrupción, sea cual sea el territorio en el que se produzcan, asignar los mejores investigadores y aportar el apoyo técnico necesario. Sin embargo, fuentes de la unidad antiblanqueo de la Policía Nacional en Tenerife y Melilla aseguran que, lamentablemente, «no esperan que se les haga partícipe de las pesquisas cuando una simple llamada de su jefe bastaría, puesto que los compañeros de las otras unidades están desbordados y los jueces requieren de apoyos con los que sacar adelante estas investigaciones complejas».