Comienza el juicio en la Corte Suprema de Londres

Corinna en su denuncia por acoso contra el emérito: “El sultán de Omán le pagó un ático de 55 millones”

Corinna
Corinna Sayn-Wittgenstein.
Manuel Cerdán

El sultán de Omán, Qabus bin Said, compró en 2014 para Juan Carlos I por 50 millones de libras -el equivalente a unos 55 millones de euros- un ático en la calle Princes Gate de Londres, situado en el barrio de Knightsbridge – una de las zonas residenciales más caras de Londres-, según afirma Corinna Sayn-Wittgenstein en su escrito de denuncia contra el ex monarca.

Corinna acusa a Juan Carlos I y sus colaboradores más estrechos de los delitos de acoso extremo y vigilancia ilegal. Entre hoy y mañana, la Corte Suprema de Londres examinará las pruebas presentadas por la ex novia del Rey emérito y las cuestiones previas sobre la inmunidad legal del ex jefe del Estado. El tribunal tiene previsto dictar sentencia a principios de enero.

En la vista, los abogados de Juan Carlos, pertenecientes a uno de los bufetes más caros del mundo, dirigido por Clifford Chance, defenderá ante el tribunal británico que el proceso contra el rey emérito es inviable en Londres porque el acusado no reside en el Reino Unido, no tiene la nacionalidad de ese país y disfruta de inviolabilidad penal según las leyes españolas.

La ex compañera sentimental de Juan Carlos I entre 2004 y 2009 mantiene en la denuncia, entre otras revelaciones, que el inmueble fue adquirido por el sultán árabe para luego traspasar su titularidad a nombre del Rey Juan Carlos. En esa zona residencial, ubicada frente a la Embajada de Omán y muy cerca también de la delegación diplomática española, el precio de las viviendas puede superar los 60.000 euros el metro cuadrado, cuando en los distritos más caros de Madrid -Retiro o Salamanca- puede estar en torno a los 10.000 euros.

Malas relaciones

Según Corinna, la operación se fraguó en mayo de 2014, antes de la abdicación, pero ella se hizo cargo de su redecoración antes de que se completara el traspaso en agosto de 2015, ante la insistencia de su ex pareja sentimental. En esas fechas hacía más de un lustro que habían roto y las relaciones no eran muy buenas.

La demanda afirma que Juan Carlos la presionó para que se hiciera cargo de las reformas porque quería que el diseño lo realizara el interiorista que había decorado la residencia de Corinna en Londres. La intención del ex monarca era que reprodujera el departamento que la princesa alemana posee en Eaton Square, en el corazón de Belgravia.

Según la denuncia, Corinna se sintió tan intimidada que asumió completar la obra para apaciguar el comportamiento cada vez “más hostil e inestable” de Juan Carlos I. Los trabajos supusieron el abono de 200.000 libras como garantía del servicio, que el emérito pretendió que lo adelantara su ex compañera sentimental. Pero en una reunión celebrada en el domicilio de Corinna, a la que asistió como testigo el millonario Pepe Fanjul, la ex novia de Juan Carlos le comunicó que no tenía intención de vivir con él ni pagar el depósito de su ático. El escrito judicial recoge la reacción airada del ex Rey: “Ya tomaré yo mis propias medidas” y “ya verás lo que va a pasar”.

Los últimos encuentros

Aquel 4 de noviembre de 2014 fue la última vez que Corinna se vio cara a cara con Juan Carlos hasta que éste le pidió una cita en marzo de 2019. Entonces, la visitó en su residencia de Belgravia donde comió con ella y su hijo Alexander. En la demanda, Corinna cuenta cómo transcurrió ese encuentro.

El ático de Londres fue uno de los muchos litigios que Corinna mantuvo con su ex pareja. La princesa alemana insiste en su escrito que Juan Carlos, en contra de la opinión de su abogado y testaferro Dante Canonica, pretendía que ella abonara los gastos con cargo a una supuesta cuenta bancaria compartida por ambos. En un correo electrónico remitido por Pepe Fanjul le decía. “En cuanto al pago pendiente, le gustaría que lo cubrieras desde su cuenta de socio”.

Corinna mantiene ante los tribunales británicos que jamás compartió una cuenta o una sociedad con Juan Carlos y que, por tanto, se negó a pagar los gastos del penthouse londinense financiado por el sultán de Omán, en una operación en la que ella nada tuvo que ver. La princesa alemana ha podido demostrar documentalmente ante el fiscal Yves Bertossa de Ginebra que jamás disfrutó de cuentas conjuntas con Juan Carlos, según fuentes judiciales suizas.

OKDIARIO ya adelantó el 15 de julio de 2020, en exclusiva, el regalo a Juan Carlos del ático londinense por parte del sultán de Omán. El ex monarca español nunca llegó a ocuparlo y se deshizo de él después de su abdicación, cuando ya había caducado su inmunidad penal. Al parecer, los vendedores perdieron cinco millones de libras.

«Relación romántica»

La demanda de Corinna fue presentada ante la Corte Suprema de Londres por el despacho de abogados Blake Morgan en diciembre de 2020, tras sentirse acosada y amenazada por espías del CNI, mercenarios de Mónaco y colaboradores del ex monarca. En ella, Corinna señala que conoció a Juan Carlos en 2004 cuando ella ya  había solicitado el divorcio de su segundo esposo, el príncipe Casimir Sayn-Wittgenstein. La “relación romántica” -como la califica la propia princesa alemana en el escrito- se mantuvo hasta enero de 2009.

En la declaración jurada que Corinna entregó en los tribunales españoles en 2019 en el proceso de la querella del general Félix Sanz Roldán contra el ex comisario Villarejo -que luego perdió-, la princesa alemana ya adelantaba: “En esta declaración no describo la larga campaña contra mí realizada por el general Sanz Roldán y otros, de la que me estoy ocupando en otros tribunales”. Y señalaba que el ex director del CNI “había organizado una operación encubierta” en su domicilio y oficinas de Mónaco para llevarse “documentos y otras pruebas”.

 

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