Carmena copia de un proyecto de su marido la playa artificial que quiere montar en Colón
El marido de la alcaldesa Manuela Carmena, Eduardo Leira, diseñó un proyecto de playa artificial para Madrid –que no pudo llegar a ejecutar– muy similar al que el Ayuntamiento va a autorizar este verano en la plaza de Colón.
Una productora de cine, The Ant Company, registró el pasado mes de mayo ante la Junta de Distrito del Barrio de Salamanca una propuesta para instalar en los Jardines del Descubrimiento un complejo de ocio con actividades acuáticas a partir del próximo 1 de julio.
Según el diseño presentado, el recinto ocupará cerca de 20.000 metros cuadrados e incluirá una piscina de olas, instalaciones deportivas, varios chiringuitos, una zona de juegos infantiles y establecimientos de venta de comida.
El equipo de gobierno de Ahora Madrid ya ha anunciado que ve con muy buenos ojos esta iniciativa. La Junta de gobierno municipal acordó el pasado 24 de mayo delegar en la propia alcaldesa, Manuela Carmena, todas las competencias para autorizar el proyecto, una vez sea examinado por los servicios técnicos.
Una playa artificial con discoteca
Lo realmente llamativo es que el marido de la alcaldesa Carmena diseñó hace años un proyecto muy similar, que no logró poner en marcha. A principios de 2007, Eduardo Leira encargó a los técnicos de su despacho de arquitectura I3 Consultores que diseñaran un complejo deportivo cuyo principal atractivo era una playa artificial con piscina de olas. Esta zona recreativa se completaría con restaurantes, locales comerciales y una discoteca.
El proyecto se llevó con un gran secretismo en el despacho de arquitectura que estaba situado en la calle Balbina Valverde de Madrid. Para ejecutarlo, Eduardo Leira constituyó una sociedad, Urban Beach Business SL, junto a un promotor con intereses turísticos en la Isla de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Sansó Rubert-Cabrera.
La sociedad quedó constituida el 5 de junio de 2007 con un capital de 3.010 euros. Su objeto social era la «concepción y comercialización de un producto de ocio e inmobiliario innovador denominado Comprehensive Beach Club, consistente en un contenedor urbano de servicios, spa, restauración, locales de ocio multiuso y discoteca, focalizados en torno a una playa artificial». La sede de la empresa se ubicó en el mismo despacho de arquitectura del marido de Carmena.
Una vez completados los primeros esbozos, Eduardo Leira encargó a su equipo de técnicos que rastrearan los solares disponibles para ejecutar el proyecto. Su objetivo era encontrar un terreno adecuado, en las proximidades del Río Manzanares, e implicar a su propietario como socio inversor.
El trabajo de varios meses de sus empleados no fructificó. Tras barajar varias ubicaciones alternativas, Eduardo Leira tuvo que meter finalmente el proyecto en un cajón, debido a la falta de viabilidad económica y a que no encontró un terreno disponible que reuniera las condiciones adecuadas.
China fue su perdición
Luego Leira se embarcó en un proyecto aún más loco. Por encargo del PSOE de Almería, diseñó junto a Javier Bustinduy el proyecto para soterrar las vías del AVE en la ciudad, cubriéndolas con un lago artificial. Finalmente Eduardo Leira encontró su perdición en China: se embarcó en el ambicioso proyecto de diseñar un parque empresarial en la ciudad de Tianjin, que debía recibir una inversión de 1.200 millones de euros para albergar a 3.000 empresas. Sin embargo, los inversores nunca aparecieron. Leira tuvo que echar el cierre a su gabinete de arquitectura y puso en la calle a todos los empleados.
Ahora, la alcaldesa Manuela Carmena se dispone a hacer realidad un viejo sueño de su marido. El Ayuntamiento autorizará en las próximas horas el proyecto para montar una playa artificial en la Plaza de Colón. En este caso, se trata de unas instalaciones temporales (abrirían al público durante los meses de julio y agosto) que, de momento, no incluye la discoteca ideada años atrás por Leira.