Suenan tambores de guerra en Libia

Libia
Ataques sobre el Estado Islámico en Sirte, Libia (Foto: Reuters)
  • Henar Hernández | atalayar.com

Todo apunta a que en las próximas horas arrancará una batalla decisiva por el control de dos enclaves geoestratégicos en Libia, actualmente bajo dominio del Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés), comandado por el mariscal Jalifa Haftar y apoyado por Egipto, Francia, Rusia y la esfera árabe encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabe Unidos (EAU). Se trata de Sirte, al norte del territorio y rico en petróleo, y Al-Jufra, en el centro, donde se ubica la que está considerada la mayor base aérea de Libia, que la facción rival, el Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por el primer ministro Fayez Sarraj y sustentado por Turquía, Qatar e Italia, aspira a conquistar.

Los combates estallarán, en primer lugar y previsiblemente, en Sirte y, posteriormente, se trasladarán a Al-Jufra. De hecho, se ha registrado este miércoles una importante operación de traslado de mercenarios, en su mayoría sirios, financiados por Ankara y Doha a las líneas del frente en Sirte. De acuerdo con el general Khaled Al-Mahjoub, del LNA, la nación euroasiática ha movilizado a cerca de 10.000 milicianos en el área de Sirte, según ha podido saber Sky News Arabia. Cabe recordar, en este punto, que Turquía ha enviado a Libia para apoyar al GNA a más de 16.000 combatientes, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés).

En las horas anteriores, también se ha registrado cómo los aviones no tripulados turcos que operan en el país norteafricano han atacado el suministro de agua de la localidad, bombardeando los canales de ríos artificiales cerca de la ciudad de Al-Shweref. Esto podría ser un indicio de lo que pretenden conseguir el GNA y Ankara: sitiar la zona, para que la única opción que le quede al LNA sea entregársela al bando rival.

Del mismo modo, según ha informado Al-Hadath, Turquía ha llevado a las líneas del frente en Sirte armamento pesado en los últimos días, un movimiento que ha ido acompañado de la visita de oficiales turcos a zonas cercanas de la localidad, en las que Ankara estaría configurando sus batallones de mercenarios junto con el GNA.

Por su parte, el portavoz del Ejército de Haftar ya ha confirmado que “en las próximas horas se presenciará una gran batalla en Sirte y Al-Jufra”, aunque diversos analistas, como Yusuf Erim de TRT World aseguran que la ofensiva de las fuerzas de Sarraj tardará todavía unos días, aunque sí se producirá antes de finales de este mes de julio.

En cuanto a sus aliados, cabe destacar que Rusia ha comenzado a retirar a sus mercenarios del Grupo Wagner tanto de Sirte como de Al-Jufra, una decisión de la cual todavía se desconoce su motivación, aunque podría estar relacionada con el acuerdo en el que Moscú estaba trabajando con Ankara sobre un alto el fuego inmediato y un reparto de esferas de influencias. Sin embargo, tampoco está claro que Rusia abandone a su aliado, el LNA, por lograr este pacto con Turquía.

Otro de los socios de Haftar, Egipto, fue autorizado este martes para intervenir militarmente en Libia por el Parlamento de Tobruk, dirigido por Aguila Saleh y afín al LNA. El Cairo considera que tanto Sirte como Al-Jufra son “líneas rojas” que si el GNA, junto con la nación euroasiática, las cruzara, provocaría su entrada directa en la contienda libia. Por ello, y en un intento de disuadirles, ha llevado a cabo en la última semana ejercicios militares masivos, denominados “Decisivo 2020” en la franja oeste del territorio egipcio, limítrofe con Libia. No obstante, algunos analistas coinciden en que el país liderado por Abdel Fattah al-Sisi no intervendrá en la guerra por sí solo, puesto que es consciente de que su capacidad militar es inferior a la turca -y está más oxidada, puesto que Ankara sí ha lanzado otras operaciones militares recientes fuera de sus fronteras como contra los kurdos en Irak, mientras que El Cairo solo ha llevado a cabo misiones militares dentro de su territorio y de éxito contestado- y que, para ganar la batalla, necesitaría, además de las filas del LNA, la participación de los otros aliados de Haftar, como Francia o Emiratos Árabes Unidos, pero estos dos países no han mostrado en ningún momento de ir a la guerra en Libia. “Egipto continúa con una retórica dura, pero sin acción. Al-Sisi no correrá el riesgo de humillar a su Ejército, lo que tendría un impacto interno negativo”, explica Yusuf Erim.

Erim advierte, en este sentido, de que las posibilidades de que el LNA se proclame victorioso se han reducido, en primer lugar, por la retirada de los mercenarios rusos y, en segundo lugar, por el fracaso de la presión diplomática francesa sobre la UE para condenar la conducta turca en Libia y para imponer nuevas sanciones, algo que París no consiguió en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores comunitarios celebrada este lunes 13 de julio en Bruselas. “Al-Sisi no querrá quedarse sin silla cuando la música deje de sonar. Es más rentable para El Cairo hablar sobre Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) con Ankara que enfrentarse en Libia”, augura el experto, en referencia a que Egipto podría estar interesado en alcanzar algún tipo de acuerdo con Turquía sobre la delimitación de las fronteras marítimas para el reparto de las ZEE en las que poder explotar los recursos energéticos que ofrece el Mediterráneo oriental frente a la costa libia.

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