Periodista en OKDIARIO. Redactor en la sección de Nacional. Contacta: [email protected]
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El conflicto en el este de Europa alcanza cifras espeluznantes que demuestran el fracaso de la invasión ordenada por el Kremlin. Las estimaciones oficiales ucranianas reveladas este lunes han dejado al mundo sin aliento: el ejército de Rusia ha perdido ya cerca de 950.000 efectivos entre muertos y heridos desde que Putin diera la orden de invadir el país vecino en febrero de 2022.
Según el contundente comunicado difundido por el Estado Mayor ucraniano a través de su cuenta oficial de Facebook, las tropas rusas han sufrido «alrededor de 949.870 bajas», una cifra que aumenta día tras día mientras el Kremlin guarda silencio sobre sus pérdidas reales desde hace meses. Solo en la última jornada, 1.160 soldados rusos han caído en combate, demostrando que la carnicería continúa sin freno en el frente oriental.
Pero el desastre militar ruso no se limita al devastador número de bajas humanas. El arsenal bélico de Putin se desangra en Ucrania a un ritmo insostenible. Los datos publicados por Kiev son demoledores: 10.723 carros de combate destruidos, 22.338 vehículos blindados convertidos en chatarra y 27.038 sistemas de artillería neutralizados. El poderío aéreo ruso también se desmorona con 370 aviones y 335 helicópteros abatidos.
La tecnología militar moderna tampoco escapa a la debacle, con 34.083 drones eliminados por las defensas ucranianas. Incluso la temible armada rusa sufre graves pérdidas, con 28 buques y un submarino hundidos en las aguas del Mar Negro.
«¡Golpea al ocupante! ¡Juntos ganaremos! ¡Lucha contra el invasor!», proclama desafiante el Estado Mayor ucraniano a través de sus redes sociales, mientras sus tropas continúan resistiendo frente al gigante ruso.
Por su parte Moscú ha informado de que sus sistemas antiaéreos habrían interceptado más de 110 drones ucranianos en las últimas 24 horas, con 102 neutralizados en la región de Briansk, dos en Kursk, uno en Bélgorod, otro sobre el Mar Negro y nueve sobre la península de Crimea, territorio anexionado por Rusia en 2014.