Parte el petrolero iraní detenido en Gibraltar
El petrolero iraní Adrian Darya 1, conocido anteriormente como Grace 1, ha zarpado de Gibraltar tras llevar desde julio retenido por la Marina británica en el marco de los choques marítimos que se están produciendo los últimos meses por el enfrentamiento diplomático que protagoniza parte de la comunidad internacional con Irán.
El Tribunal Supremo gibraltareño decidió liberar al Adrian Darya 1 tras la confirmación por parte del Gobierno iraní de que los 2,1 millones de petróleos que almacena no irán a Siria, de cara a respetar de esta manera el embargo impuesto por la Unión Europea a la Administración siria de Bachar al-Asad debido al conflicto armado que se desarrolla en su territorio.
Estados Unidos solicitó expresamente a Reino Unido que siguiese reteniendo al carguero persa, pero, finalmente, las autoridades británicas tomaron la determinación de dejar zarpar al buque. El Departamento de Justicia de EEUU trató de neutralizar la decisión de la Corte de Gibraltar pidiendo la incautación del barco y de su cargamento de petróleo, basándose en la legalidad referente a las sanciones impuestas por la Administración norteamericana a Irán, e incluso apelando al embargo de la UE sobre el régimen sirio de Al-Asad.
Pero la Justicia gibraltareña hizo caso omiso de esta petición y vio que la salida legal para este caso era la marcha del barco iraní, que puso rumbo al interior del mar Mediterráneo hacia Grecia.
“En virtud del Derecho europeo, Gibraltar no puede proveer la asistencia solicitada por Estados Unidos”, indicó al respecto en una nota oficial el Gobierno gibraltareño, que recordó además que la “normativa europea prohíbe específicamente aplicar ciertas leyes estadounidenses”.
En el momento de su detención, el carguero iraní llevaba el nombre de Grace 1, pero posteriormente ha visto cambiada su denominación a Adrian Darya 1 porque Panamá, el país de bandera del buque, se negó a mantener su registro después de que fuese detenido.
Finalmente, ha sido la bandera iraní la que ha acabado ondeando en el ‘nuevo’ superpetrolero. Y es que el Grace 1 fue detenido en aguas de Gibraltar bajo la acusación de EEUU de servir a la Guardia Revolucionaria (cuerpo de élite del Ejército de Irán) de cara a transportar crudo a Siria, país sometido al citado embargo por parte de la UE; todo ello teniendo en cuenta también que la Guardia Revolucionaria es considerada por Washington como grupo terrorista.
Ahora se especula con que la decisión de liberar al Adrian Darya 1 puede tener que ver con una especie de canje entre Reino Unido e Irán, para que el país de los ayatolás deje partir también al petrolero Stena Imperio, que fue también confiscado en el estrecho de Ormuz poco después de la detención del superpetrolero iraní. Algo que, en principio, niegan oficialmente ambas naciones. Incluso Alireza Tangsirí, comandante de la Armada de la Guardia Revolucionaria, indicó que no hay relación alguna entre ambos casos; por lo que el futuro del Stena Imperio se desliga oficialmente de lo acaecido con el Grace 1.
Precisamente, el estrecho de Ormuz, principal zona de paso del comercio de petróleo mundial, ha sido escenario de varios enfrentamientos marítimos que han tenido a Irán como principal protagonista. Se acusa a esta nación de Oriente Medio de poner en riesgo la seguridad marítima en la región a base de ataques u ofensivas a lo largo de estos meses, que serían respuestas a las sanciones políticas y económicas decretadas por EEUU, que están ahogando poco a poco a la nación iraní. Sobre todo, las que tienen que ver con el comercio del crudo iraní, principal fuente de ingresos del país.
Estas sanciones de la Administración de Donald Trump fueron impuestas tras la salida del gigante norteamericano el año pasado del acuerdo nuclear del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), rubricado en 2015, que limitaba el programa atómico de Irán a cambio de ciertas prerrogativas políticas y económicas. Un pacto que han seguido sustentando el propio país iraní y el resto de los países firmantes, como Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido a pesar de la ruptura por parte del Ejecutivo norteamericano.
Buques británicos parten al golfo Pérsico
Por su parte, dos buques de guerra de la Royal Navy, el HMS Kent y HMS Defender, hicieron escala recientemente en la base naval de Gibraltar para recibir apoyo logístico rutinario, dentro del despliegue internacional formado recientemente en el golfo Pérsico y en la región de Asia-Pacífico junto a socios como EEUU. Muestra clara de la tensión marítima que se había generado entre Reino Unido e Irán a cuenta de casos de interceptación de buques como el Stena Imperio.
El HMS Kent relevará a HMS Duncan en el Golfo y está previsto que trabaje junto a los aliados de los británicos para proporcionar seguridad marítima regional, incluidas las actividades de lucha contra el terrorismo y el contrabando.
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