La extrema derecha domina en las elecciones presidenciales austriacas
Desde 1945 el presidente de Austria ha estado siempre respaldado por el Partido Social Demócrata (SPO) o por el Partido Popular (OVP), resistiendo estas dos formaciones un apoyo en declive que les llevó en 2013 a verse abocados a formar una ‘gran coalición’.
En esta ocasión, ambos partidos se acercan al abismo, cayendo hasta la cuarta y quinta posición, con un 11,2% de apoyo respectivamente. Por delante se les han colado la independiente Irmgard Griss, con un 18,8% de las papeletas, los verdes, con un 19,7%, y en primer lugar, la extrema derecha antieuropea del Partido de la Libertad de Austria (FPO), con un 36,7% de apoyo, según las proyecciones de la estatal ORF.
A las opciones no extremistas les salva el hecho de que ese apoyo logrado por el radical Hofer no es suficiente para obtener la victoria directa, por lo que el próximo 22 de mayo se celebrará una segunda vuelta electoral. Eso sí, en Austria, el papel del presidente es en gran medida ceremonial. El actual presidente, Heinz Fischer, lleva 12 años en la jefatura de estado, por lo que forzosamente el nuevo presidente debe ser una nueva figura.
En los últimos años Austria ha dejado de tener la tasa de desempleo más baja de la Unión Europea, y la coalición liderada por el canciller Werner Faymann, ha sufrido grietas por las reformas estructurales impulsadas.