La fiscal Ortega llama al Ejército venezolano a levantarse contra el tirano Maduro
La legítima fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, ha llamado este martes a la cúpula militar a rebelarse contra el dictador Nicolás Maduro. Después de ampliar su denuncia contra funcionarios del régimen chavista ante la Corte Penal Internacional la semana pasada, Ortega ha recordado a los mandos de la Fuerza Armada Bolivariana que deben «cumplir el artículo 333 de la Constitución» del país.
Ortega tuvo que huir el verano pasado de su país a pesar de haber sido la mano derecha chavista desde el mandato de Hugo Chávez en el Ministerio Público. Su postura contraria a la salvaje represión de las manifestaciones que diariamente llenaron las calles de Venezuela con cientos de miles de demócratas durante cuatro meses fue insportable para Maduro y sus secuaces, que iniciaron acciones penales contra ella.
Ahora, Luisa Ortega trabaja desde el exilio para «devolver la democracia» a Venezuela. Su última propuesta, después de presentar las demandas ante la CPI, ha sido la de llamar al Ejército a defender a su pueblo: «Los militares deben saber que actuar en cumplimiento del artículo 333 de la Constitución para el restablecimiento de la democracia es Venezuela NO ES DELITO y sus acciones serán reconocidas por los venezolanos y la comunidad internacional».
Los militares deben saber que actuar en cumplimento del artículo 333 de la Constitución para el restablecimiento de la democracia en #Venezuela NO ES DELITO y sus acciones serán reconocidas por los venezolanos y la comunidad internacional #20Marzo
— Luisa Ortega Díaz (@lortegadiaz) March 20, 2018
Ortega se suma así a la campaña que, desde todos los puntos de la sociedad venezolana, han reunido a los líderes demócratas y sociales en el llamado Frente Amplio Venezuela Libre. Esta iniciativa, partida de las universidades, junto a sindicatos, la Iglesia católica, la evangélica y otros sectores, convocó una concentración masiva el pasado sábado en más de 100 ciudades alrededor del mundo, entre ellas Madrid, liderada por el diputado Lester Toledo.
La presión internacional reclama el desconocimiento de la «farsa electoral» del próximo 20 de mayo, fecha en la que la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente —un engendro inventado por Maduro para dejar de reconocer el Parlamento, que estaba en manos de la oposición democrática— ha convocado lo que llaman unas elecciones presidenciales.
Pero a esta cita con las urnas no concurren los partidos democráticos aglutinados en la Mesa de Unidad Democrática —ni Primero Justicia, ni Voluntad Popular, ni Bravo Pueblo, ni Ación Democrática, ni los otros 40— y no hay garantías de ningún tipo para la transparencia de los resultados, ya que todos los líderes opositores están encarcelados, perseguidos o en el exilio.
Ahora, Ortega reclama al Ejército, que está dividido en su fuero interno bajo la bota dictatorial de Maduro, que no colabore con la represión y ayude a la transición democrática.
Todo al día siguiente de que Estados Unidos haya vuelto a apretar las tuercas al régimen con nuevas sanciones contra sus altos funcionarios. Washington aumentó este lunes las sanciones contra cuatro venezolanos vinculados al orden chavista y prohibió a los estadounidenses negociar la criptomoneda lanzada en febrero por Caracas, el petro.
El presidente Donald Trump comunicó formalmente al Congreso sobre la firma de un decreto que veta la negociación de la criptodivisa por parte de estadounidenses, por considerar que fue creada como una tentativa de eludir la batería de sanciones contra funcionarios de Caracas.
Maduro: un «crimen de lesa humanidad»
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, condenó el veto estadounidense, así como el paquete de sanciones, que tildó como «un crimen de lesa humanidad».
Venezuela, sumergido en la recesión e hiperinflación, había lanzado el petro como parte de sus esfuerzos para reestructurar su enorme deuda externa, una parte de ella en default, estimada en unos 150.000 millones de dólares
La criptomoneda está respaldada en recursos naturales de Venezuela, como el petróleo, oro y gas. La oferta inicial situaba el valor de cada petro en unos 60 dólares, valor de un barril de petróleo al inicio del año.