Escándalo en el Parlamento británico al encontrarse trazas de cocaína en los lavabos
Nuevo escándalo en la esfera política de Reino Unido al encontrarse varias trazas de cocaína en los lavabos del Parlamento británico. Este suceso ha generado que el propio presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, se refiriera a este hecho como «terrible» e informara a la Policía para que abrieran una investigación.
Por otra parte, no se ha descartado que se incluyan perros adiestrados para controlar a los propios parlamentarios en sus entradas al Parlamento. El escándalo surgió tras el informe expuesto por The Sunday Times, que sostiene que 11 de 12 lavabos dieron positivo a restos de droga tras ser sometidos a análisis toxicológicos en el palacio de Westminster.
El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, ha advertido que que las informaciones sobre consumo ilícito de drogas en el Parlamento son profundamente preocupantes y las elevaré con urgencia a la Policía Metropolitana esta semana», declaró el presidente de la Cámara Baja.
El mismo Hoyle sugirió que contempla la posibilidad de utilizar perros adiestrados para detectar sustancias ilegales dentro del Parlamento. Los lugares donde se han encontrado rastros de cocaína están repartidos por todo el edificio, e incluyen los baños mixtos en una de las zonas de prensa, así como lavabos de hombres y mujeres cercanos al despacho del primer ministro, Boris Johnson.
«Si bien el parlamento brinda amplios servicios de apoyo para cualquier miembro del personal o miembro que pueda necesitar ayuda con el uso indebido de drogas, yo animaría a cualquiera que esté luchando con tales problemas a que acepte esa ayuda, para aquellos que eligen violar la ley y traer la institución en descrédito las sanciones son graves», dijo también Hoyle.
Desde el diario The Sunday Times se señala que «decenas de diputados, lores, consejeros, investigadores y empleados han compartido sus historias sobre abuso de drogas en los pasillos del poder del Reino Unido bajo condición de anonimato», describe el periódico. El medio sostiene que «existe una cultura de la cocaína en el Parlamento», citando a un «veterano de Westminster», que asegura que «algunos son nombres familiares de la casa, otros son jóvenes y ambiciosos diputados y funcionarios».