El Ejército de Haftar derriba un dron turco en Trípoli 

El Ejército de Haftar derriba un dron turco en Trípoli 
Integrantes del Ejército Nacional Libio (LNA). Foto: EFE

En las últimas horas, la División de Información Militar del Ejército de Liberación Nacional libio (LNA, por sus siglas en inglés), liderada por el mariscal de campo Jalifa Haftar, ha informado del derribo de un dron turco en Trípoli.  Así, la propia división ha anunciado en su cuenta oficial de Twitter que las “plataformas de defensa aérea de las Fuerzas Armadas Árabes Libias apuntaron a un avión turco que despegó de la Base Aérea de Mitiga, y fue derribado en la parte sur de la capital”.

El derribo de la aeronave turca ha supuesto una victoria para el Ejército Nacional Libio. A pesar de los llamamientos a la cesación del fuego en Libia, las principales partes beligerantes, el Ejército Nacional Libio y el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA), continúan intercambiando ataques entre sí, mientras aumentan los casos de coronavirus en el país. El diario digital Al Masdar News ha informado de que este lunes el Ejército Nacional Libio capturó más zonas del GNA en torno a la capital y la frontera con Túnez.

El Ejército Nacional Libo ha criticado durante las últimas semanas que Ankara siga enviando armas y equipo militar desde puertos turcos a los muelles de Trípoli y Misrata con el fin de apoyar al Gobierno de Acuerdo Nacional, liderado por Fayez Sarraj. Una de las armas más importantes utilizadas por las milicias de Trípoli en sus batallas contra las fuerzas del LNA son los drones. Sin embargo, la Unión Europea llegó a un acuerdo la semana pasada para poner en marcha una nueva misión naval y aérea en el Mediterráneo a partir del mes de abril. Esta misión pretende supervisar el embargo de armas impuesto a Libia por el Consejo de Seguridad de la ONU (UNSC) en su Resolución 1970 (2011), según ha informado este martes Nordic Monitor.

Esta nueva misión, denominada Irini, sustituirá a la anterior conocida como Operación Sofía. EL objetivo de este proyecto es aumentar la capacidad operativa de los actuales esfuerzos de la UE dirigidos por Francia y Alemania para detener los envíos de armas a una Libia devastada por la guerra, en parte, por la intervención de Turquía.  Esta operación se pondrá en marcha tres meses después de que el portaaviones francés Charles de Gaulle divisara un carguero con bandera libanesa, el Bana, escoltado por una fragata turca y que transportaba vehículos blindados a Libia. El cargamento incluía tanques, ametralladoras y sistemas de defensa aérea.

Asimismo, el número de drones en Turquía ha aumentado en 2019, llegando a 34.150, mientras que las personas que tienen una licencia de piloto para este tipo de aviones teledirigidos ascienden a 52.120, según han recogido varios medios locales.  Turquía utiliza los drones para distintos propósitos armamentísticos, profesionales y artísticos. Mientras que el número de drones era de unos 8.000 en 2016, casi se cuadruplicó en dos años y llegó a 27.000 en 2018. El aumento en el número de licencias también ha provocado un incremento de las multas.  La ambiciosa campaña del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdoğan para diseñar, desarrollar y construir sistemas de armas autóctonos a principios del siglo XXI ha comenzado a dar sus frutos y ha impulsado la industria de defensa local. Sin embargo, gran parte de la comunidad internacional critica que estas armas sean utilizadas con fines criminales como participar en una guerra como la de Libia.

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