ALEMANIA

La dimisión de la ministra de Defensa alemana ahonda la crisis del Gobierno socialista de Olaf Scholz

ministra Defensa Alemania
Christine Lambrecht.

La dimisión de la ministra alemana de defensa, Christine Lambrecht, no ha pillado desprevenido a nadie por lo esperada que era la noticia. Pero no por ser menos menos sorprendente, no deja de llamar la atención por el hecho de que agrava la crisis política y de liderazgo de Alemania en Europa y en el resto del mundo tras la llegada del socialista Olaf Scholz, el amigo de Pedro Sánchez, a la cancillería alemana en septiembre de 2021.

El perfil de Scholz nada tiene que ver con el de su predecesora, Angela Merkel. Durante sus 16 años al frente de la política Merkel supo escribir páginas notables para la economía alemana y la expansión en muchos mercados, a la par que cometió grandes errores. Sus buenas relaciones con Rusia y con China se han convertido en la actualidad en un atolladero del que Olaf Scholz no sabe salir. Merkel le dejó un Nord Stream 2 hoy en día inutilizable, una dependencia energética con Rusia y una política de concesiones a Putin y a Xi Jinping no compatible con la actualidad.

Al mismo tiempo, Scholz vive en una encrucijada permanente por la guerra de Ucrania y es ahí donde su ministra de Defensa ha acabado purgando los pecados de su canciller.

Cesión a Francia

Desde los instantes previos al estallido de la invasión de Ucrania, Scholz le cedió el espacio de la negociación a su colega francés, Emmanuel Macron, quien verdaderamente se creyó que podía salvar al mundo de la guerra más peligrosa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Macron fracasó en sus diálogos con Putin y el alemán permaneció indolente sin saber qué hacer ni en política exterior, ni en la UE, ni en la guerra de Ucrania.

Ucrania ha supuesto una ruptura de los cimientos de la economía alemana, su política de defensa y las relaciones exteriores. La llamada distensión, es decir, la apertura a Rusia iniciada por los socialdemócratas hace 50 años durante la Guerra Fría ha demostrado ser un fracaso. La relación con Rusia está rota y la tensión con los países vecinos como Polonia o los bálticos va en aumento.

Alemania es uno de los países que quieren, aunque no lo digan públicamente, un acuerdo pronto entre Rusia y Ucrania que ponga fin al conflicto y que permita al país germano a volver a los negocios habituales con los rusos. Por ello, Alemania se muestra muy prudente a la hora de enviar equipamiento militar a la guerra y, por la misma razón, genera una desconfianza angustiosa en la sociedad polaca que teme un acuerdo a sus espaldas entre Alemania, Francia y Rusia para negociar la paz en Ucrania.

Amistades peligrosas

Si los negocios alemanes con Rusia se han dado transversalmente en todos los sectores políticos del país, especialmente afectan a los socialistas donde uno de sus grandes referentes, el ex canciller Gerhard Schroeder es amigo personal de Putin y a día de hoy sigue sin condenar la agresión rusa a Ucrania, mientras con ínfulas de pacifista se opuso firmemente hace 20 años a la guerra de Irak. Los propios socialistas alemanes se negaron en el verano pasado a expulsar a su otrora líder de las filas del SPD por sus conexiones tóxicas con Rusia.

A la ya ex ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, se la criticó por su mensaje navideño de Nochevieja entre imágenes de fuegos artificiales mientras hablaba de la guerra de Ucrania. Pero realmente pareció importarle poco la crítica porque el video a día de hoy sigue visible en sus redes sociales. Fue el penúltimo episodio de una cadena de errores.

El último ha sido la desidia alemana para mandar carros de combate Leopard solicitados por el presidente ucraniano necesarios en la ofensiva rusa, especialmente en el frente oriental de Bajmut. El gobierno alemán dijo que los iba a mandar pero aún no se había concretado su envío, mientras que Reino Unido y EEUU sí que lo han hecho efectivo.

En su despedida, Lambrecht no ha mostrado ninguna clase de autocrítica y, por el contrario, culpa a los medios de comunicación: «El trato de los medios de comunicación sobre mi persona durante los últimos meses no permite informar y discutir hechos sobre los soldados, el ejército y las medidas de política de seguridad en interés de los ciudadanos alemanes».

Precisamente ya sin la ministra saliente llegará a final de semana el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a Alemania para reunirse con sus representantes y de la UE para impulsar la ayuda europea a Ucrania.

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