El Barcelona llega al término de la Liga dependiendo de sí mismo para ganar el título, incluso perdiendo el Clásico de Montjuic. Una situación provocada por los árbitros de Medina Cantalejo, que han colaborado para permitir que los culés se acerquen al triunfo final. El Real Madrid llegó a contar con una ventaja de siete puntos, pero en tres jornadas consecutivas se dilapidaron, con escándalos en contra de los de Ancelotti y a favor de los azulgranas. De esta forma, consiguieron que el encuentro de esta jornada 35 sea una final para los blancos, que en caso de no ganar dejarán en bandeja el alirón culé.
Todo sucedió a principios de febrero. A la jornada 22, el Real Madrid llegaba con siete puntos de diferencia sobre su máximo rival, que era tercero. Entonces se sucedieron una serie de escándalos que auparon a los de Flick al liderato en apenas tres jornadas. El conjunto madridista sólo sacó un punto de nueve ante Espanyol, Atlético y Osasuna, siendo claramente perjudicado en esos tres encuentros. Por su parte, el Barcelona recibió ayudas ante Alavés, Sevilla y Rayo, para sacar los nueve puntos.
Jornada 22: el Real Madrid tenía siete puntos de ventaja
La primera de ese tridente de jornadas fue en la 22. El Barcelona jugaba en casa ante el Alavés, mientras que los blancos visitaban al Espanyol. Los culés ganaron por la mínima, 1-0, con gol de Lewandowski, pero el resultado podría haber sido otro si el colegiado, Martínez Munuera, hubiera expulsado a Gavi tras mandar al hospital a Conechny, que sufrió un traumatismo craneoencefálico y una fisura en el hueso frontal de la cabeza tras un cabezazo propinado por el canterano blaugrana. Sucedió en el minuto 14, con empate a cero en el marcador.
Por otro lado, el Real Madrid cayó ante el Espanyol en Cornellá-El Prat. Lo hicieron después de que se anulara un gol a Vinicius por una falta previa y, sobre todo, tras una entrada criminal sobre Mbappé por parte de Carlos Romero que costó la nevera a Muñiz Ruiz y a Iglesias Villanueva, puesto que no la sancionaron con la expulsión del jugador. Para rizar el rizo, el gol de la victoria perica lo lograría minutos después el jugador que no debía seguir sobre el césped.
Jornada 23: derbi madrileño con cuatro puntos de ventaja
La siguiente jornada, el Real Madrid recibía en casa al Atlético de Madrid. Los blancos iban por delante en el marcador por 1-0 pero entonces apareció el VAR para pitar un penalti fantasma de Tchouaméni sobre Lino. Los dos fueron a una disputa y, supuestamente, el jugador madridista, toda vez que ninguno llegó al balón y este se paseó por el área sin encontrar remate, pisó levemente al delantero rojiblanco. El choque acabaría con empate a uno.
El Barcelona, mientras tanto, goleaba en el Pizjuán al Sevilla. Ganaron 1-4, pero con el 1-2 en el marcador, Hernández Hernández –árbitro del Clásico– se comió un penalti claro de Koundé a Sow por un empujón cuando iba a rematar ante Sczcesny. Desde el VAR, Del Cerro Grande no le corrigió, a pesar de que la acción era clara y evidente. En dos jornadas, se ponían a dos puntos.
Jornada 24: Munuera Montero se luce en Pamplona
La gota que colmó el vaso y que catapultó al Barcelona a la primera posición llegó en la jornada 24. Fue cuando el Real Madrid visitó a Osasuna, con Munuera Montero al silbato, y el Barcelona recibió a un Rayo al que le impidieron llevarse algo positivo de Montjuic.
El conjunto madridista perdió en El Sadar por una rigurosa expulsión a Bellingham, por un penalti claro no pitado sobre Vinicius, que ni el colegiado andaluz ni desde el VAR quisieron señalar, y por uno sí cobrado de Camavinga sobre Budimir. De nuevo un pisotón, cuando el delantero ya había rematado y el balón no había visto puerta. Una acción residual que, de nuevo, condenaba al Real Madrid.
Por su parte, el Montjuic se asistió a otro escándalo. El Rayo perdía por 1-0 con un gol de penalti, tras un agarrón que se revisó en el VAR. Todo lo contrario que no sucedió en el área del Barcelona, cuando Mumin iba a rematar y fue agarrado de manera continuada por Héctor Fort. Tampoco se revisó un agarrón de Cubarsí a Ciss. Además, a los franjirrojos se les anuló un gol por un fuera de juego posicional de Nteka que no condicionó en ningún momento la jugada. El Barça salía líder.