China amenaza a Biden: «Bordea el desastre si sigue las políticas erróneas de Trump»

El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, ha advertido a la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, de que el país se encuentra al borde del «desastre» si sigue las «políticas erróneas» sobre Pekín impulsadas por su antecesor, Donald Trump.

Wang ha indicado así que Washington «debe tener un par de cuestiones en mente si no quiere que las relaciones» con Pekín «se sigan deteriorando». «El Gobierno estadounidense ha estado llevando a cabo políticas erróneas respecto a China, desafiando continuamente al país e intensificando medidas de supresión», ha dicho.

«China se opone por completo a esto», ha matizado Wang, según un comunicado del Ministerio de Exteriores. Asimismo, ha resaltado la importancia de que el país norteamericano «no viole la soberanía nacional» china o su «integridad territorial».

Para el viceministro de Exteriores, Xi Feng, la «razón fundamental» para el estancamiento de las relaciones entre las partes es que «Estados Unidos siempre ve a China como un enemigo imaginario». «Washington ha estado tratando de contener a China pensando que eso resolverá los problemas, como si la única forma de Estados Unidos de volver a ser grande de nuevo fuera contener el desarrollo de China», ha lamentado Xi.

El lunes, el viceministro pidió a Washington, precisamente, que dejara de «satanizar» al gigante asiático tras un encuentro con la subsecretaria de Estados Unidos, Wendy Sherman, a quien pidió que su Gobierno cambie la forma de pensar sobre China y cese en sus políticas beligerantes. La visita de esta diplomática a la ciudad de Tianjin (norte) es el primer gran encuentro entre responsables de las dos principales economías mundiales desde las discusiones celebradas en Alaska en marzo, que terminaron en ataques cruzados.

Sherman llegó el domingo a esta ciudad portuaria en busca de afianzar las relaciones entre las dos potencias económicas, enfrentadas por temas como ciberseguridad y derechos humanos, pero fue recibida con un duro comunicado de Pekín. «La esperanza puede ser que, al satanizar a China, Estados Unidos podrá de alguna manera (…) culpar a China por sus propios problemas estructurales», dijo el vicencanciller chino Xie Feng a Sherman, según un comunicado de su ministerio.

El viaje se considera también un paso previo de cara a una eventual reunión entre Biden y su par chino, Xi Jinping, cuando las relaciones entre ambos países siguen en caída libre.

Pekín también presentó una lista de exigencias, que incluyen levantar las sanciones a funcionarios y las restricciones de visados a estudiantes, así como el cese de la «supresión» de empresas chinas, dijo a los periodistas el vocero de la cancillería, Zhao Lijian.

El portavoz llamó además a poner fin a los llamados a investigar de nuevo los orígenes del coronavirus en China, en una advertencia más extensa a «dejar de pisar las líneas rojas». Según el departamento de Estado estadounidense, la subsecretaria evocó su preocupación sobre las violaciones de los derechos humanos de China en Hong Kong, Tibet o la región de mayoría musulmana de Xinjiang, y fue «brutalmente honesta» en cuestiones como los presuntos ciberataques chinos.

«La subsecretaria fue muy enérgica a la hora de hacer entender a los chinos la información fáctica que tuvimos para sostener lo que estamos hablando, ya sea en derechos humanos o violaciones de promesas hechas por China como el alto grado de autonomía de Hong Kong», indicaron fuentes del departamento. «Consideramos importante decir directamente a los dirigentes chinos en privado lo mismo que decimos en público», aseguró en Washington la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.