Venezuela contra la dictadura chavista

El chavismo reprime ‘la madre de todas las marchas’ de la oposición venezolana

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La fuerzas de Maduro reprimen y cargan contra 'la madre de las marchas' en distintos puntos de Caracas

Venezuela ha vuelto a salir a la calle en busca de «libertad». La movilización de este miércoles, la sexta de este mes de abril – que arrancaba a las 10.00 horas local, 16.00 horas de España –  ha sido bautizada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) como «la madre de todas las marchas». Con ella, la oposición democrática exige al régimen chavista de Nicolás Maduro la celebración de elecciones generales y respeto al Parlamento, único de los poderes públicos que controla.

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La oposición venezolana sale a la calle para decir no a la dictadura de Nicolás Maduro (Foto:AFP)

Una marcha que el dictador Maduro ha reprimido provocando diferentes brotes de violencia y dejando, al menos, dos muertos. De esta forma, el dictador ha hecho caso omiso a  la fiscal general chavista, Luisa Ortega, quien exigía a Maduro que garantizase el derecho a manifestarse de la oposición.

Una mujer de 24 años, la segunda víctima

Los primeros incidentes entre opositores y chavistas no han tardado en producirse. La policía ha dispersado a la multitud con gases lacrimógenos pocos minutos después de que la marcha pacífica se iniciara. Un joven opositor ha sido la primera víctima de este 19A, quien ha fallecido tras haber recibido un tiro en la cabeza por parte de paramilitares chavistas, según testigos, en la zona de San Bernardino.

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Un joven opositor de 19 años, herido de gravedad tras recibir un tiro de paramilitares chavistas

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Carlos José Moreno, el joven opositor de 19 años, herido sobre el asfalto

Una información que contrastaba la diputada opositora venezolana Olivia Lozano, «nos emboscaron a todos y nos empezaron a disparar en la Plaza La Estrella». El joven, Carlos José Moreno, había sido trasladado de urgencia al Hospital de Clínicas Caracas, donde le han operado, pero finalmente ha muerto, según ha informado su madre en Twitter.

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Una mujer de 24 años, la segunda víctima del 19A en Venezuela

La segunda víctima se trata de una mujer de 24 años, Paola Andreina Ramírez Gómez, que se encontraba en los alrededores de la Plaza Las Palomas de San Cristóbal. La joven, recibió un impacto de bala de colectivos chavistas que le quitó la vida a los pocos minutos.

En la manifestación de este miércoles también ha resultado herido de gravedad José Bravo, miembro de las juventudes de Voluntad Popular, que, según ha denunciado la formación opositora en Twitter, ha sido víctima de «grupos violentos de la dictadura» en la misma ciudad que Andrea, San Cristóbal, tradicional bastión opositor.

Violencia chavista para evitar que la megamarcha llegue al centro de Caracas

Policía y militares de Maduro han lanzado gases lacrimógenos contra opositores que se manifestaban de forma pacífica en distintos puntos de Caracas, para impedir que avanzaran hacia el centro de la capital en una gigantesca marcha contra la dictadura de Nicolás Maduro.

Los principales disturbios estallaron en la autopista Francisco Fajardo – donde los manifestantes acabaron lanzándose al río para salvarse de la violencia de las fuerzas chavistas-, en El Paraíso, Quinta Crespo, San Bernardino y San Martín, en el oeste de la ciudad.

En el Paraíso, agentes de la militarizada guardia nacional trataban de dispersar con gases a los manifestantes. «Cobardes», gritaba un grupo de mujeres frente a la comandancia local de ese cuerpo de seguridad.

Un grupo de jóvenes rompía aceras en una calle de esa zona para armarse de los trozos de cemento, mientras que otros quemaban basura y en varias viviendas sonaban cacerolas.

Disturbios a los que hay que sumar los de San Bernardino, donde el joven de 19 años ha resultado herido de gravedad por un tiro en la cabeza.

La policía de Maduro ataca a Lilian Tintori

En una de las calles, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ha atacado a Lilian Tintori con gases lacrimógenos.

Tintori es la esposa de Leopoldo López, el preso político más famoso de Latinoamérica, quien lleva más de dos años preso cumpliendo una condena de casi 14 años tras los incidentes de otra ola de manifestaciones opositoras en 2014.

Tintori, también a través de su cuenta de Twitter, denunciaba como miles de opositores se encontraban atrapados  en la Avenida Paez y estaban siendo atacados con bombas lacrimógenas.

Por su parte, la madre del líder opositor encarcelado, Antonieta M. López, también se ha movilizado este 19-A contra la dictadura para exigir «en paz» elecciones y que se respeten los Derechos Humanos, tal y como mostraba en Twitter minutos previos a la llamada de socorro de Lilian Tintori.

Maduro empieza a debilitarse y podría adelantar las presidenciales

Las marchas contra la tiranía chavista están haciendo mella en el liderazgo de Nicolás Maduro, quien ha sugerido este miércoles que puede adelantar las elecciones presidenciales previstas para el año 2019.

El heredero de Hugo Chávez ha instado a los suyos a prepararse para «una victoria electoral pronta y total». El adelanto electoral es algo que tanto la oposición como la comunidad internacional han reclamado con insistencia para superar la crisis política en el país. Pero es sólo una de las cuatro condiciones irrenunciables de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para dejar de movilizarse. A saber: la convocatoria electoral, el reconocimiento de la Asamblea Nacional, la apertura de una canal humanitario y la liberación de todos los presos políticos.

‘La madre de todas las marchas’

La oposición democrática hacía un llamamiento a los venezolanos, «que suba la presión contra la dictadura», a través de las redes sociales. Mientras,  la dictadura de Maduro activaba un operativo militar- policial y civil, conocido como «Plan Zamora», para «derrotar» lo que considera «golpe de Estado» del que acusa a oposición y Estados Unidos.

La llamada ha encontrado su respuesta. Vestidos de blanco y desde 26 puntos distintos de Caracas y con la intención de confluir en la sede de la Defensoría del Pueblo, los opositores han comenzado a manifestarse en contra del régimen chavista, ajenos al despliegue de las fuerzas del dictador y la intimidación de las milicias chavistas.

«Hay que salir de esta dictadura»

«Hay que salir de esta dictadura. Estamos cansados, queremos elecciones para que salga Maduro del gobierno porque tiene al país destruido. ¡No tengo miedo!», ha declarado Ingrid Chacón, una secretaria de 54 que ondeaba una bandera venezolana en una concentración en la Plaza Altamira, este de Caracas, feudo de la oposición.

«Venezuela tiene que cambiar, esto no es vida, esta gente tiene que salir. Y los barrios están bajando con la oposición. El chavismo está desapareciendo», aseguraba Paula Navas quien marchaba contra el gobierno venezolano en nombre de su hija Anhely, que murió hace una semana en un arruinado hospital y que si estuviera viva, asegura con una sonrisa humedecida por las lágrimas, la hubiera acompañado en la marcha.

«No es el día final, pero esta marcha pondrá de relieve la fuerza que la oposición es capaz de convocar y los costos que potencialmente le puede generar al gobierno si persiste en evitar elecciones en el corto plazo», ha afirmado el politólogo John Magdaleno.

Las anteriores protestas dejaron cinco muertos, decenas de heridos y más de 200 detenidos.

Llamamiento a la calma

El Defensor del Pueblo había pedido a los manifestantes de uno y otro signo que marcharan «en estricto apego a la ley y respeto de la Constitución». «Todos queremos que las diferencias políticas se solucionen hablando», ha sostenido Saab, en una entrevista concedida a la cadena local Globovisión.

En la misma línea se ha pronunciado el ministro de Defensa, Vladimir Padrino. «Ojalá que este día hermoso para todos termine en paz. Pido a Dios desde aquí, y a nuestro padre Libertador, que nos siga dando la paz», ha dicho en Venezolana de Televisión (VTV).

La Conferencia Episcopal, con una gran influencia en la sociedad venezolana, ha pedido «rechazar cualquier manifestación de violencia y respetar los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos. Los obispos han instado a «actuar según la recta conciencia, los principios democráticos y las leyes del país».

En mensajes más concretos, la Conferencia ha exhortado a la oposición a «ejercer el derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con las personas y propiedades» y al Palacio de Miraflores a «defender los Derechos Humanos fundamentales: la vida, la libertad, la salud (…) y los demás derechos de los ciudadanos».

Crisis venezolana

La tensión política en Venezuela alcanzó un nuevo pico el pasado marzo, cuando el TSJ despojó de sus poderes a la Asamblea Nacional -controlada por la oposición desde 2016- y dejó sin inmunidad parlamentaria a los diputados.

El Gobierno de Maduro ordenó dar marcha atrás en sendas decisiones, algo que el TSJ cumplió, pero la oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) consideran que se ha producido una «ruptura del orden constitucional» que requiere elecciones anticipadas.

Analistas estiman que Maduro, cuyo mandato concluye en enero de 2019, evita a toda costa unas elecciones. Siete de cada diez venezolanos reprueban su gobierno, cansados de la escasez y una brutal inflación que el FMI estima en 720,5% este año.

Concentraciones en España

Decenas de venezolanos opositores al dictador Nicolas Maduro se han concentrado durante horas en una vigilia en la Puerta del Sol de Madrid. También en Vigo han mostrado su rechazo al dictador.

Inquietud internacional

Preocupados, once países latinoamericanos pidieron al gobierno chavista «garantizar» el derecho a protestar pacíficamente, lo que la cancillería calificó de «burda interferencia». Estados Unidos lanzó una dura advertencia a los funcionarios públicos venezolanos de desistir de la represión.

Unas 300 personas se manifestaron contra Maduro en Madrid, donde el canciller mexicano, Luis Videgaray, de visita en esa ciudad, pidió al gobierno y a la oposición evitar la violencia.

«Estamos enfrentando una arremetida internacional (…) Estados Unidos ha dado la luz verde y el visto bueno para un proceso golpista de escalada para la intervención de Venezuela», reaccionó Maduro.

En una demostración de fuerza, el gobernante encabezó el lunes un acto militar en el que recibió de la Fuerza Armada, aliado clave con enorme poder político y económico, la promesa de «lealtad incondicional».

El jefe legislativo Julio Borges pidió entonces a los militares ser «leales» sólo a la Constitución, tras lo que Maduro lo acusó de liderar el «llamado golpista» y la rebelión, y lo amenazó con procesarlo judicialmente.

«Estamos convencidos de que el país sabe quienes son los golpistas y contra ellos marchará», subrayó en un comunicado la oposición, al señalar que Maduro denuncia «conspiraciones inexistentes».

En lo que la oposición y algunos gobiernos interpretaron como intimidación, el mandatario anunció además la ampliación de las milicias a 500.000 civiles, cada uno con un fusil.

Para el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien tilda a Maduro de «dictador» y promueve sanciones contra Venezuela, el gobierno prepara una «acción represiva homicida» al armar a civiles.

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