Benjamin Netanyahu tilda de «intento de golpe» la acusación de corrupción que pesa sobre él
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha tildado este jueves de «intento de golpe» contra él los cargos por corrupción anunciados por el fiscal general del país, Avichai Mandelblit.
«Estamos presenciando un intento de llevar a cabo una revolución legal. Es un proceso contaminado por intereses extranjeros con el objetivo de derrocar a un primer ministro derechista», ha dicho, según ha informado el diario israelí ‘Haaretz’.
«Esto es lo que llaman una investigación personal. Una investigación personal con esteroides», ha señalado, antes de defender que «ha dedicado su vida al Estado».
Así, ha subrayado que «es un día triste» y que «uno tiene que estar ciego para no ver que algo malo está pasando en el sistema legal», tal y como ha recogido el diario ‘The Times of Israel’. En este sentido, ha pedido «investigar a los investigadores» por lo que ha descrito como «casos infectados».
Por otra parte, Netanyahu ha criticado el momento del anuncio y ha destacado que «se trata del momento más sensible desde el punto de vista político desde el establecimiento del Estado».
El primer ministro ha denunciado que «están derramando su sangre y la de su esposa y sus hijos» y ha recalcado que «no permitirá que ganen las mentiras». «Seguiré liderando este país, según la letra de la ley», ha recalcado.
«Yo, que al contrario que los medios izquierdistas y sesgados, quiero instituir un libre mercado, no sólo en la economía, sino un libre mercado de ideas, que quiero un país fuerte y no débil, un país hundido y sumiso», ha dicho.
Por ello, Netanyahu ha dicho que la decisión de Mandelblit «no sólo le horroriza a él, sino a muchos ciudadanos de Israel, no sólo en la derecha». «Este proceso contaminado provoca preguntas entre la población sobre las investigaciones de la Policía y la Fiscalía», ha criticado.
«El público ha perdido la confianza en estas instituciones. Es un proceso que ha tenido lugar desde hace muchos años», ha dicho. «Respeto a la Policía. Respeto a los fiscales. Hay cientos de ellos, pero tenemos que entender que no están por encima de toda crítica. No es sólo sobre transparencia, es sobre rendición de cuentas», ha zanjado.
La imputación
Las palabras de Netanyahu han llegado en una declaración pública horas después de que Mandelblit anunciara su decisión de imputarle por sobornos, fraude y violación de la confianza, tras cuatro días de vistas sobre el caso celebradas en octubre.
El fiscal general ha dicho que «se trata de un día difícil, pero es un día importante», antes de argumentar que su decisión está fundamentada en su creencia de que la democracia israelí no debe tolerar la corrupción y la violación de la confianza.
Mandelblit anunció el 28 de febrero su intención de imputar a Netanyahu por soborno, fraude y violación de la confianza en tres casos diferentes, a la espera de las vistas, si bien fueron aplazadas debido a la celebración de los comicios de septiembre.
El más grave de todos es el caso 4000, en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura favorable del portal Walla.
En el caso 1000, el primer ministro será imputado por fraude y violación de la confianza por recibir regalos ilícitos valorados en 700.000 shekels (cerca de 183.000 euros) a cambio de favores.
Por otra parte, en el caso 2000 ha sido imputado por fraude y violación de confianza por acordar con ‘Yedioth Ahronoth’ para debilitar al diario de la competencia Israel Hayom –favorable a Netanyahu– a cambio de una cobertura más favorable al primer ministro en el primer medio.
Netanyahu ha rechazado en todo momento las acusaciones y ha llegado a hablar de una ‘caza de brujas’. El primer ministro dará declaraciones a las 20.30 horas (las 19.30 horas en la España peninsular y Baleares).
La decisión de Mandelblit ha sido anunciada tras cerca de tres años de investigaciones y supone la primera ocasión en la historia del país en la que un fiscal general anuncia la imputación de un primer ministro en ejercicio.
Así, ha llegado un día después de que el líder del partido opositor Azul y Blanco, Benjamin Gantz, devolviera el mandato al presidente, Reuven Rivlin, tras no lograr un acuerdo para formar una coalición, lo que acerca al país a unas terceras elecciones en menos de un año.
La oposición pide su dimisión
El propio Gantz ha dicho tras el discurso de Netanyahu que sus palabras «demuestran que debe abandonar el cargo y centrarse en sus asuntos legales», al tiempo que ha recalcado que «no hay un golpe» sino un intento del primer ministro de «atrincherarse» en el poder.
Azul y Blanco ha reaccionado también al anuncio de Mandelblit y ha recalcado que «un primer ministro hasta el cuello en investigaciones de corrupción no tiene mandato moral o público para decidir sobre asuntos cruciales para el Estado de Israel».
Así, ha advertido que Netanyahu podría optar sus acciones «según sus intereses personales» con el objetivo de «sobrevivir en política», según ha recogido el diario israelí ‘The Jerusalem Post’.
En esta misma línea se ha expresado el parlamentario de Azul y Blanco Gabi Ashkenazi, quien ha resaltado que el primer ministro «debe centrarse en gestionar sus procedimientos legales y no en gestionar el país».
Asimismo, el líder del Partido Laborista-Gesher, Amir Peretz, ha reunido a un equipo legal para solicitar ante el Tribunal Supremo que se determine que Netanyahu no está capacitado para seguir en el puesto de primer ministro.
Por su parte, Aiman Odeh, de la Lista Árabe Conjunta, ha subrayado que «el día en que Netanyahu pague por sus crímenes se podrá empezar el reparar el daño que hizo con sus crímenes contra la sociedad».
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