Un terrorista suicida mata a 22 personas y hiere a más de 60 en un concierto en Manchester
Un terrorista suicida ha matado a 22 personas y herido a más de 60 en un concierto de la artista estadounidense Ariana Grande en Manchester. Fue en torno a las 22:35 horas cuando, mientras el público que abarrotaba el estadio -el Manchester Arena, con capacidad para 23.000 personas- abandonaba la pista y las gradas, una potente explosión sacudió la normalidad para dar lugar a gritos y carreras.
En su huida, muchos vieron que no se trataba de un incidente más, como trataba de indicar la megafonía para que la salida fuera ordenada: una humareda y en el suelo, decenas de cadáveres y un río de sangre. Uno de los cuerpos, ya confirmado de forma oficial, era el del responsable de la matanza, cuya identidad, por descontado, aún se desconoce, dado el estado de los restos hallados.
El hecho ocurrió concretamente en uno de los puntos de acceso -el más próximo a la estación de Victoria, por donde más gente transita-, donde numerosos padres aguardaban para recoger a sus hijos, y donde la seguridad no era tan rigurosa como lo podía ser en el interior del recinto o al comienzo o durante el desarrollo de la actuación de un ídolo para millones de adolescentes en todo el mundo que se ha quedado sin palabras: «Estoy rota, lo siento mucho», ha declarado.
broken.
from the bottom of my heart, i am so so sorry. i don’t have words.— Ariana Grande (@ArianaGrande) 23 de mayo de 2017
Al principio, la pista yihadista procedía de Estados Unidos, pero las autoridades locales han optado por proceder con cautela y han tardado algo más en dar por buena esa versión.
Los mancunianos han actuado con civismo y se han movilizado a través especialmente de redes sociales para ofrecer sus casas a afectados. Igualmente, la ciudad garantiza alojamiento y transporte para todos aquellos que deban quedarse. Seis hospitales en el área metropolitana tratan de restaurar a los heridos, de distinta consideración.
La zona fue evacuada con rapidez y se encuentra acordonada.
Todos los eventos previstos en relación con la campaña electoral -Reino Unido celebra elecciones generales el próximo 8 de junio- han sido suspendidos. La primera ministra, Theresa May, preside las principales reuniones para abordar esta crisis.