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El truco definitivo para cuidar la planta de incienso

El truco definitivo para cuidar la planta de incienso
El truco definitivo para cuidar la planta de incienso

La Plectranthus Coleoides es una de las especies más comunes y que las personas suelen adoptar en sus viviendas o sus jardines. Por eso es importante saber cómo cuidar la planta de incienso, con una serie de trucos que te facilitarán esta tarea todos los días.

Reconocible por sus hojas perenne de tamaño intermedio, con un bordo de tono blanco sobre el color verde predominante, probablemente ésta sea una de las opciones más interesantes por las que optar si quieres una planta aromática.

¿Por qué debes tener la planta de incienso?

Ésta es una alternativa con diversas virtudes, siendo una de las principales que ayuda a repeler los mosquitos de forma natural. Teniendo en cuenta que estamos empezando el verano, y que estos insectos se vuelven una amenaza casi constante, poder deshacerte de ellos con sólo tener una planta específica es algo que se agradece. Y puedes usarla en macetas o en tierra.

Independientemente de dónde la coloques, incluso en posición vertical dejándola que crezca hacia arriba y hacia abajo, disfrutarás de una especie con múltiples ventajas. Pero para aprovecharlas realmente, tendrás que ocuparte de cumplir algunas condiciones.

Requisitos de esta planta

Luz y temperatura

Al ser originaria de áreas cálidas como la India, África o Indonesia, por citar tres de sus países de procedencia, no soporta el frío. Tienes que mantenerla a resguardo de las bajas temperaturas, y exponerla al exterior solamente si estás en primavera o en verano.

Por eso muchos prefieren tenerlas en macetas y moverlas según la época del año. También influye en esta decisión que necesitan luz solar permanente pero indirecta, ya que los rayos del sol directo podrían matarla. Busca un punto luminoso pero no caluroso.

Riego

Para la Plectranthus coleoides será suficiente un riego moderado, prestando especial atención a que la tierra no se encharque. Conviene que la riegues una vez por semana en días cálidos y una vez cada dos semanas en días frescos. Si tienes dudas, recomendamos que toques la tierra para comprobar cuál es su estado. Siempre que esté seca, échale algo más de agua.

Evitando el acumulamiento de agua, y por ende que se pueda pudrir, te asegurarás que resista el paso del tiempo.

El sustrato

No es exigente en este sentido, y en cualquier terreno que no sea muy ácido va a desarrollarse sin problemas. Aún así, no es mala idea mezclar el sustrato con una pequeña cantidad de perlita y poner piedras en el fondo de la maceta para favorecer el drenaje.

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