Matemáticas

Cómo se utiliza un ábaco

Si sabes usar un ábaco, podrás sumar y restar de manera fácil y sin usar la calculadora.

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Cómo se utiliza un ábaco
Cómo se utiliza un ábaco

Cuando hablamos del ábaco nos referimos a un elemento indispensable en los procesos de educación inicial en los niños. Durante generaciones hemos crecido con esta especie de calculadora antigua, que nos permite resolver distintas operaciones matemáticas casi sin esfuerzo cuando aún somos demasiado pequeños. Veamos cómo se utiliza un ábaco.

Por lo tanto, éste es un instrumento que todos deberíamos adoptar en casa si tenemos niños  que están disfrutando de sus primeras experiencias formativas, ofreciéndoles un aliado para entender cómo se despejan los procesos de suma y resta, y aprovechando para entretenerlos en casa.

Cómo se utiliza un ábaco

  1. Para usar el ábaco, verás que las cuentas o bolas se pueden mover de un lado a otro.
  2. En función de si las mueves hacia la derecha estarás sumando unidades y en caso contrario estarás restando. 
  3. De este modo, lo único que debes hacer es tomar el ábaco, colocar todas las cuentas juntas hacia la izquierda e ir contando a media que te surjan sumas o restas.
  4. Por ejemplo si has de sumar 9 + 4, deberás contar con la primera fila, nueve filas hacia la derecha. Luego, puedes mover cuatro bolas de la segunda fila hacia la derecha y ahora las cuentas todas. El resultado será la suma que hemos mencionado.
  5. En caso contrario, el de restar, las cuentas se harán moviendo las bolas hacia la izquierda.
  6. Imagina que te hacen restar 12-2, entonces moverás primera doce cuentas hacia la derecha y luego de estas moverás dos a la izquierda. El resultado, será las cuentas que te queden a la derecha.

Usar el ábaco es fácil y de hecho es la mejor opción para que los niños tengan una representación de los números cuando aprenden a sumar o restar, pero también lo podemos usar para operaciones que son algo más complejas en las que cada fila tendrá un valor aumentativo, de modo que la última fila tiene cuentas con un valor de 1, la penúltima tendrá cuentas con un valor de diez, la antepenúltima tendrá un valor de 100 para cada cuenta, y así sucesivamente hasta llegar a la primera fila cuyas cuentas tendrán un valor de diez billones.

De este modo si te hacen sumar 200 + 50, puedes mover dos bolas del tercer nivel (empezando por debajo) y cinco bolas del penúltimo nivel (ya que cada una tiene un valor de diez). De este modo, solo tendrás que sumar las bolas que tienes hacia la derecha y comprobarás como el resultado es de 250 (si has de sumar además unidades tienes que usar la última fila).

A diferencia del oriental, el que se cree que fue el original, el ábaco europeo organiza las bolas en formato horizontal, y aunque hay muchas versiones de la herramienta, suelen componerse por diez filas de 10 bolas cada una, dando un total de 100 bolas de distintos colores para su organización.

Básicamente, lo que se hace con esta calculadora es mover las bolas según se quiera sumar o restar, sustituyendo el clásico gesto de sumar o restar con los dedos, y dándonos un margen muy superior, pudiendo realizar cálculos de numerosos dígitos, lo que sería imposible sólo con nuestras manos.

Siempre que nos quedemos con su uso simple, hay que desplazar las bolas totalmente hacia la izquierda, y llevarlas a la derecha para sumar una a una, formando números, y suponiendo que las de la fila 1° valen 1, las de la 2° valen 10, las de la 3° valen 100 y las de la 4° valen 1000, que son las cantidades más usuales.

Si queremos formar el número 257, por ejemplo, tendremos que mover siete bolas de la primera fila, luego cinco bolas de la segunda fila y, por último, dos bolas de la tercera, completando la cifra en cuestión.

 

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