¿Cómo regar correctamente tus plantas?: ésta es la mejor hora para hacerlo en verano

El mantenimiento adecuado de las plantas durante el verano es esencial para garantizar su supervivencia ante las altas temperaturas. Durante esta época del año, es esencial realizar riegos profundos para que el agua llegue a las raíces. Riega lentamente para proporcionar a las plantas lo que necesitan sin encharcar el sustrato. El mejor momento para regar es temprano en la mañana o al caer la noche, evitando las horas centrales del día para prevenir daños causados por el efecto «lupa» de las gotas de agua. En vacaciones, llena el plato de la maceta con agua para que la planta la absorba a su ritmo.Cabe destacar que ésta es la época de mayor riesgo de plagas, así que inspecciona todas las partes de las plantas para detectar cualquier enfermedad.

Por otro lado, si plantas están en macetas de barro, considera trasplantarlas a macetas de plástico, ya que el barro puede hacer que la humedad se evapore rápidamente. Coloca las macetas de barro dentro de vasijas plásticas más grandes, rellenando los huecos con sustrato. Finalmente, puedes aprovechar el verano para renovar el jardín. Escoge especies que toleren altas temperaturas, como vicarias, cactus, agaves y suculentas, que soportan bien el sol directo y la falta de agua. Las crotón también son ideales, ya que resisten largos periodos de tiempo sin agua.

Regar las plantas en verano: ésta es la mejor hora

Durante el verano, regar las plantas es esencial para mantenerlas bien hidratadas y saludables. El calor extremo y la intensa luz solar pueden deshidratar rápidamente las plantas, lo que a menudo requiere riegos diarios. Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta estos factores críticos para garantizar un riego adecuado.

Es vital regar con prudencia. Si el sustrato está seco, evita echar una gran cantidad de agua de una vez. En días de mucho calor, considera un riego adicional un par de horas antes del anochecer. Esto permite la evaporación del exceso de agua y ayuda a prevenir problemas de sobrehidratación y el crecimiento de hongos.

El mejor momento para regar las plantas en verano es temprano por la mañana, entre las 05:00 y las 07:00 horas. Este horario permite que el sustrato absorba el agua de manera eficiente, reduce la evaporación debido al menor calor y asegura una buena hidratación de las raíces. Además, regar temprano ayuda a conservar agua. Si no es posible regar tan temprano, el segundo mejor momento es entre las 08:00 y las 11:00 de la mañana.

Regar en horarios inapropiados puede dañar las plantas. Hacerlo al mediodía aumenta la evaporación y puede causar quemaduras en las hojas, ya que las gotas de agua actúan como lupas bajo el sol. Por otro lado, regar por la tarde-noche puede ser problemático si el agua no se evapora completamente antes de la noche. La humedad persistente combinada con el calor nocturno puede fomentar el crecimiento de hongos.

Consejos prácticos

En la temporada estival, regar las plantas adecuadamente es esencial para su bienestar. Aunque es común regar las plantas desde arriba, esta práctica no es beneficiosa, especialmente en verano. Mojar las hojas puede provocar enfermedades o, si les da el sol, pueden quemarse.

Para ayudar a las plantas a mantener una humedad constante, es importante regarlas de manera regular pero sin excesos. Esto evita que se deshidraten. Sin embargo, es fundamental permitir que el suelo se seque ligeramente entre riegos, ya que las raíces necesitan periodos de sequía para crecer de manera saludable.

Es importante evitar el exceso de agua. Cada planta tiene sus propias necesidades hídricas, por lo que debemos regar con moderación y sentido común. El agua debe ser absorbida correctamente por el sustrato antes de volver a regar. En el caso del césped, es crucial evitar el encharcamiento, ya que esto priva a las raíces del oxígeno necesario para respirar y puede dañarlas gravemente.

Vacaciones

Regar las plantas con un cordón es una técnica popular y efectiva para mantenerlas hidratadas mientras estás fuera. Es fácil de poner en práctica siguiendo estos pasos:

1. Coloca un recipiente lleno de agua cerca de las plantas que necesitas regar. Es fundamental que el recipiente esté situado por encima de los maceteros, por lo que puedes apoyarlo sobre algún objeto que lo eleve.
2. Utiliza cordones de zapatos, trozos de cordel o lana. Introduce un extremo de cada cordón en el agua, asegurándote de que llegue al fondo del recipiente, y el otro extremo entiérralo en el sustrato de las macetas, cerca de las raíces.
3. El cordón actuará como una mecha, absorbiendo la humedad del recipiente y transfiriéndola a la tierra a un ritmo que las plantas puedan manejar.

Si tus plantas necesitan una mayor cantidad de agua o pueden soportar bien la humedad, puedes usar una botella invertida para el riego:

1. Elige una botella de cuello estrecho.
2. Llénala de agua.
3. Entiérrala boca abajo en la maceta, asegurándote de que quede bien fija.