Cómo limpiar el mimbre
Si tienes mimbre en casa, ya sea por cualquier mueble, elemento decorativo o accesorio debes haberte dado cuenta de lo fácil que acumula polvo o suciedad. Veamos ahora paso a paso, cómo limpiar el mimbre de manera fácil.
Qué es el mimbre
Muchos de los muebles de exterior para jardín se fabrican en mimbre que es una fibra que se extrae del ratán, que se divide en tiras muy finas y se pueden entrelazar entre sí en una serie de tejidos muy gruesos. El mimbre , por lo tanto, es la parte más preciosa y refinada de la caña de la India y, por esta razón, también es más delicada de modo que debemos llevar cuidarlo al máximo y procurar que no se ensucie.
De mimbre podemos encontrar también capazos o bolsos de verano, así como otros elementos decorativos con un alto impacto estético. De este modo, si tienes algún mueble, bolso o elemento decorativo de mimbre lo puedes limpiar siguiendo estos pasos.
Pasos para limpiar el mimbre
Para limpiar el mimbre te será necesario lo siguiente:
- paño de microfibra
- Cepillo de cerdas duras
- Aspiradora
- Jabón de Marsella
- Amoníaco
- Guantes de látex
- Esmalte a base de agua,
- Aceite de linaza
Pasos
- Los surcos típicos que caracterizan a los objetos de mimbre suelen mancharse con facilidad. Para limpiar un objeto de mimbre, debes usar un paño de microfibra que pasarás por toda la superficie.
- Luego, con la ayuda de un cepillo con cerdas rígidas, iremos a todos esos puntos ocultos que son difíciles de alcanzar. Es allí donde acecha el polvo, dándole al mimbre una apariencia ennegrecida. Para ser más rápido y más eficiente, podemos usar la aspiradora, asegurándonos de usar la boquilla más pequeña y la pasamos por los surcos para absorber toda la suciedad.
- Esta es una limpieza simple, que debe hacerse regularmente, al menos una vez a la semana, para garantizar el brillo del mimbre.
- Luego, al menos una vez al mes, tendrá que hacerse una limpieza más profunda. Paraa ello deberemos usar el jabón de Marsella y un recipiente de agua tibia, donde vertiremos un poco de amoníaco.
- Asegurémonos eso sí de ponernos guantes y con un cepillo de cerdas duras, comencemos a frotar los objetos que se van a tratar.
- El amoníaco es un potente desengrasante y, combinado con el jabón de Marsella, es capaz de eliminar la suciedad depositada en profundidad. Una vez cepillado, enjuaga con agua corriente y déja secar al aire libre, prestando atención a la luz del sol que puede dañar el material.
- En cuanto a un mantenimiento extraordinario para el mimbre, al menos una vez al año, o mejor cada seis meses si los objetos de mimbre están en el exterior, es necesario pasar papel de lija de grano fino sobre toda la superficie del objeto. Este trabajo causará la formación de una gran cantidad de polvo, que necesariamente debe eliminarse con la ayuda de una aspiradora.
- En este punto, tendremos que aplicar el esmalte a base de agua, que puede ser transparente, si queremos conservar el color natural del mimbre o el color que más nos guste. Se necesitarán dos pases para obtener un resultado óptimo; además, para garantizar un mayor brillo y resistencia del objeto de mimbre, también podemos utilizar aceite de linaza, que absorbido por las fibras de mimbre garantizará más esplendor.