El papel de los ushebtis en el antiguo Egipto
Los antiguos egipcios tenían ideas curiosas en torno a la muerte. ¿Sabes en qué consistían los ushebtis? Te lo contamos aquí.
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Todos hemos oído hablar acerca del antiguo Egipto, sus extrañas tradiciones y las pirámides, tumbas de dimensiones descomunales que albergaban no solo al difunto faraón momificado, sino que también riquezas, alimentos y diferentes elementos que le serían de utilidad en el más allá.
¿Cuál era la función de los ushebtis?
No es ningún misterio que los egipcios se preparasen muy bien todos los objetos que los acompañarían al más allá para no fallar en su objetivo final, llegar al reino de Osiris.
Llegar al reino de Osiris era importante para ellos, pero en el caso de llegar se encontrarían con otro problema, el trabajo. Creían que la vida allí era una especie de copia de la terrenal ya que incluía la norma de que el que quiera subsistir deberá trabajar. La gente allí, en el más allá, era llamada a realizar trabajos tales como arar la tierra de los fértiles “campos de aaru”. Y es aquí donde entran en juego los ushebtis.
Los egipcios tenían la creencia de que todo aquello con lo que les enterrasen los acompañaría al más allá, por eso hasta los más pobres agricultores eran enterrados con amuletos y algún que otro ushebtis. En realidad, se trataba de pequeñas figuras momiformes, normalmente hechas de madera o loza. En el caso de que el difunto fuese alguien rico podrían estar hechas de algún material más lujoso como la fayenza, estar talladas con mayor detalle incluso teniendo un rostro similar al del difunto y estar pintadas de colores vivos.
Trabajos duros en la otra vida
La función de estar figuras era la de realizar todos aquellos trabajos en el más allá, para que el difunto con el que hubiesen sido enterrados pudiese disfrutar del descanso eterno en el reino de Osiris; por eso también se les llama “replicantes”.
Llevaban inscrito en ellos el nombre de con quien iban a ser enterrados, a veces se les representaba con azadas o alguna que otra herramienta de labranza, haciendo referencia a su futura labor como agricultores en el más allá. Dependiendo del nivel adquisitivo del muerto, este sería enterrado con unos cuantos ushebtis si era pobre y con cientos o miles si era alguien poderoso.
Su modo de funcionamiento era muy sencillo, en el momento en el que los dioses llamaban al difunto para que realizase cualquier labor en el más allá, en vez de ser este el que se encargue, serían los replicantes; ellos dirían “aquí estoy” y sustituirían al fallecido en su labor librándole de la responsabilidad.
Disponer de estos ayudantes era de gran utilidad, ya que hasta el egipcio más pobre no quería trabajar en el más allá por toda la eternidad, es por eso por lo que hasta los menos privilegiados se hacían enterrar con estas estatuillas.
¿Qué piensas de esta costumbre egipcia? ¿La conocías? Comparte este texto con tus contactos para que ellos también sepan acerca de esta curiosa tradición.
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