Edad Media

Increíble pero cierto: el deporte más practicado en la Edad Media ha llegado casi intacto a nuestros días

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Cazador junto a un oso embalsamado. Foto: Pexels.

Conforme al avance de los siglos, el desarrollo de los juegos y actividades físicas siguió caminos diversos. Pero sorprendentemente, algunas prácticas surgidas en contextos muy distintos a los actuales consiguieron conservar sus fundamentos esenciales. Tal es el caso del deporte más practicado en la Edad Media.

En este artículo rastrearemos el origen de una disciplina que, aunque moldeada por el tiempo, mantiene una continuidad con su versión medieval. Desde su vínculo con la nobleza hasta sus técnicas originales, este recorrido histórico desvela una persistencia poco habitual en el mundo deportivo.

¿Por qué casi no existían los deportes en la Edad Media?

La actividad física en la Edad Media estuvo marcada por las restricciones religiosas, los conflictos sociales y las condiciones de vida. Durante la Alta Edad Media, comprendida entre la caída del Imperio Romano en el año 476 y el siglo XI, las prácticas deportivas fueron prácticamente inexistentes.

En este periodo dominado por el control de la Iglesia, cualquier forma de ejercicio físico orientado al placer o la mejora corporal era vista como una desviación moral. Todo lo que se alejaba del culto espiritual era considerado pecado.

El ejercicio corporal solo se justificaba si estaba orientado al trabajo o al combate. Esta concepción limitó el desarrollo de formas organizadas de deporte y redujo las prácticas físicas a aspectos funcionales: la defensa personal, el entrenamiento militar o la subsistencia.

No fue hasta la Baja Edad Media, desde el siglo XI hasta el final del periodo medieval, en el siglo XV, cuando se produjo una apertura. Superados episodios críticos como las guerras feudales, la Peste Negra y el dominio eclesiástico, comenzaron a reaparecer ciertas actividades físicas en el ámbito de la nobleza.

Estas prácticas, vinculadas a la guerra y la caza, serían el germen de muchas disciplinas modernas.

¿Cuál era el deporte más practicado en la Edad Media y que llegó casi intacto a la actualidad?

La caza, también llamada montería, se consolidó como el deporte más practicado en la Edad Media. Su popularidad se extendió entre las élites europeas, particularmente entre los caballeros y señores feudales. Más allá del pasatiempo, era una forma de entrenamiento físico y táctico indispensable para la guerra.

Algunos puntos clave de la caza medieval son los siguientes:

  • Diversidad de técnicas: desde la persecución con jaurías de mastines hasta el uso de trampas, lanzas, ballestas y arcos.
  • Caza mayor y menor: la caza mayor, reservada a nobles y reyes, se centraba en animales como jabalíes, ciervos y osos. La menor, permitida en algunos casos a campesinos, incluía conejos, liebres y aves.
  • Organización jerárquica: participaban halconeros, monteros, cuidadores de perros y otros auxiliares, demostrando una estructura compleja.
  • Regulación legal: las leyes medievales eran estrictas respecto a la propiedad de los cotos. La caza sin permiso se castigaba severamente, incluso con la muerte.

La práctica cinegética estaba tan arraigada que se integró en textos legales y pedagógicos. Alfonso X el Sabio la definió como un arte vinculado a la guerra, y don Juan Manuel la incluyó entre las actividades fundamentales para la formación de un joven aristócrata.

En sus palabras, debía montar a caballo, portar armas y llevar un halcón, no sólo para el adiestramiento físico, sino también para adquirir virtudes como la templanza, la observación y el liderazgo.

Cetrería: un símbolo de estatus y técnica refinada

Otra forma derivada de la caza fue la cetrería, introducida en la península ibérica por los árabes y adoptada por la nobleza europea. Consistía en el uso de aves rapaces (principalmente halcones y azores) entrenadas para cazar otras aves en vuelo.

Estas eran las características distintivas de la cetrería:

  • Exclusiva de las clases altas, debido al coste de entrenamiento y mantenimiento de las aves.
  • División según el tipo de ave: la azorería, más cotidiana, y la halconería, de mayor prestigio.
  • Relevancia cultural: figuras como Alfonso X y su hermano don Manuel aparecen retratados en prácticas cetreras en las Cantigas de Santa María.

La cetrería también era considerada una forma de cultivar cualidades necesarias en la política y la guerra. Dominar un halcón implicaba paciencia, inteligencia y previsión, habilidades valoradas en los ámbitos de gobierno y estrategia militar.

Cómo se dio la pervivencia del deporte más practicado en la Edad Media

Con el paso del tiempo, la caza perdió parte de su función práctica, pero nunca desapareció. Hoy, sigue practicándose en diferentes modalidades, muchas de ellas con raíces medievales. En España, destacan las siguientes:

  • Montería: con batidas organizadas en cotos privados, donde las rehalas conducen a las presas hacia los puestos de los cazadores.
  • Rececho: el cazador se aproxima sigilosamente a un ejemplar específico, sin que este perciba su presencia.
  • Aguardo: el cazador espera en puntos estratégicos frecuentados por animales.

Además, la cetrería fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010. España, junto con otros países, promueve su preservación y práctica bajo normativas que protegen tanto a las especies utilizadas como al legado histórico.

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