El impacto del cine en la percepción de la historia: una mirada crítica
A través de su capacidad para dramatizar y humanizar eventos del pasado, el cine puede influir en cómo entendemos y recordamos la historia.
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En los últimos años, el cine se ha convertido en una parte fundamental de la historia cultural, al reflejar el estado imperante de una sociedad. Desde el siglo pasado, las imágenes audiovisuales se convirtieron en un espacio para la reflexión y el conocimiento de los historiadores y científicos sociales, de hecho, la indagación sobre el acontecer de los procesos socio históricos también cuenta con el estudio del séptimo arte.
Los filmes proporcionan versiones diferentes del pasado que los expertos pueden tomar como “memorias relevantes” y analizarlas en la reconstrucción de los procesos sociales que influyen en el presente. Actualmente, la aparición de las plataformas de streaming incrementó la posibilidad de acceder a las películas, generando una responsabilidad sin precedentes.
El rol del cine en el estudio de la historia
A partir de la década de los 70, los historiadores comenzaron a incluir el cine en sus investigaciones. A través de las producciones cinematográficas, cada nación cuenta su propia historia, exponiendo todos los aspectos que los cineastas consideran importante sobre el pasado; es decir, se acercan al pasado desde la perspectiva del presente.
En este tipo de producciones se incluye el sentido del momento histórico y cultural del mismo, de tal forma que, con el pasar del tiempo, se presenten como una visión única del mundo de aquella época. Por esta razón, el cine se ha considerado un dispositivo cultural que recrea y refuerza el significado de elementos simbólicos, temporales y materiales que ofrecen pistas sobre el acontecer de las sociedades.
En las películas históricas los cineastas, impulsados por una ideología, presentan su propia visión sobre los hechos y escogen un acontecimiento o personaje histórico para construir su propia narrativa. En este sentido, no es sólo la historia la que influye en el cine, sino que el cine también influye en la historia y, en especial, en nuestra manera de reflexionar sobre la historia.
El cine y la memoria histórica
La representación del pasado en el séptimo arte es un elemento muy importante en el desarrollo de la memoria histórica. De hecho, un film que refleje los acontecimientos pasados de un país se convierte en parte integrante de la memoria colectiva. Los medios audiovisuales y la narrativa interfieren de forma conjunta en el lugar que ocupa un hecho en la memoria social compartida.
A través del cine un país puede tener una imagen compleja de la sociedad, la cultura, el pasado y el presente de otro país, así como la realidad actual del mismo.
¿Cuál es el impacto del cine en los problemas sociales y el cambio político?
El objetivo de una película muchas veces es moldear la percepción del público sobre un acontecimiento histórico, guiar su pensamiento. Los espectadores, cuando aceptan la historia sin reservas, pueden considerar las escenas creadas por el director como verdad absoluta, de ahí el poder del cine para llamar la atención sobre los problemas sociales e impulsar el cambio político.
Un ejemplo de películas que han generado un gran impactado en la sociedad son “El Sr. Smith va a Washington”, “Matar a un ruiseñor” y “La lista de Schindler”.
Con la llegada de las plataformas de streaming digital, las películas son mucho más accesible. Incluso aquellas producciones independientes con menos presupuestos pueden llegar a millones de personas en alrededor del mundo. Los cineastas han sacado provecho de estas plataformas para llamar la atención del espectador sobre temas sociales importantes como la pobreza, la desigualdad de género, el racismo o la degradación ambiental.
La política es otro ámbito en el que el cine ha tenido un impacto decisivo, sobre todo, al exponer la corrupción y abogar por los derechos humanos. Películas como “Black Panther” y “Crazy Rich Asians” generaron un gran debate en la industria de cine estadounidense sobre la representación y la inclusión. De igual manera, documentales como “Una verdad incómoda” han impulsado a la opinión pública cuestiones ambientales y han ayudado a impulsar el cambio de políticas referentes a este tema.
El cine, por tanto, tiene el poder de moldear la memoria colectiva y a la sociedad en general. Al utilizar las imágenes audiovisuales para captar la atención del público sobre importantes asuntos sociales y políticas, los cineastas pueden crear conciencia e impulsar el cambio que el mundo necesita.
La historia como narrativa cinematográfica
El cine, al igual que la literatura, es una forma de narrativa. Sin embargo, a diferencia de los libros, el cine combina elementos visuales, auditivos y emocionales para crear una experiencia inmersiva. Esta capacidad de representación permite a los cineastas recrear eventos históricos, dar vida a personajes del pasado y explorar momentos decisivos de la historia humana. Películas como «La lista de Schindler», «Gladiador» o «12 años de esclavitud» ofrecen visiones dramatizadas de acontecimientos reales, que pueden influir profundamente en la manera en que el público percibe esos momentos históricos.
El reto radica en que, al ser una forma de arte, el cine no siempre se adhiere a la precisión histórica. Las decisiones creativas tomadas por los directores, guionistas y productores pueden alterar la narrativa histórica con el fin de crear una historia más atractiva o emocionalmente resonante. Por lo tanto, la línea entre la historia y la ficción se vuelve difusa, lo que plantea preguntas sobre la responsabilidad de los cineastas en la representación de la historia.
En última instancia, la historia es más que una serie de eventos; es una narrativa en constante construcción, y el cine juega un papel crucial en su interpretación y representación.
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