La ilustración en España: Ideas que transformaron una nación
La Ilustración en España fue un periodo de intensa actividad intelectual que dejó una marca indeleble en la nación.
¿Qué es la ilustración?
Los ilustrados más influyentes
La marina ilustrada
A lo largo del siglo XVIII surgieron diversas corrientes intelectuales basadas en la razón, el saber y el método científico que iban a la par con la modernización de la sociedad. El llamado «Siglo de las Luces» fue un periodo en el que se anteponían el conocimiento obtenido a través de la razón, frente a las creencias y tradiciones heredadas del pasado. La ilustración en España fue un tanto diferente a la de otros países, pues la monarquía trató de abrirse a este nuevo movimiento sin romper con la tradición.
Ciertamente la llegada de la dinastía Borbón en el siglo XVIII trajo consigo una serie de transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales tanto en la corte como en las colonias. Sin embargo, todos estos cambios estuvieron vinculados a la reforma y no a la transformación radical revolucionaria como ocurrió en Francia.
¿Cómo fue la ilustración en España?
La Ilustración en España fue muy distinta al resto de Europa, pues se produjo varios años después y con ciertas dificultades. En España, el movimiento ilustrado sólo se difundió entre las élites (nobles, clérigos profesionales y miembros acomodados del estado llano) y quiso ser compatible con la tradición y la iglesia, por lo que no fue extremista, ni tuvo una gran expansión.
En este sentido, el racionalismo crítico en España estuvo vinculado sobre todo a la reforma y a la revolución burguesa. Los ilustrados españoles encontraron sus antecedentes en el erasmismo y los padres del liberalismo del siglo XIX.
La principal razón por la que la Ilustración en España no tuvo un gran arraigo, según varios autores, fue por la influencia de la Inquisición. Sin embargo, sí se desarrolló una segunda etapa ilustrada, de segunda fila, que estuvo dispuesta a romper con el Antiguo Régimen.
El reformismo ilustrado español
Los ilustrados españoles no desarrollaron postulados revolucionarios, sino que fueron reformistas. Ellos proponían cambios pacíficos y graduales, con el fin de modernizar el país. Las ideas ilustradas cambiaron el pensamiento de las élites criollas, dando lugar a nuevas formas de ejercer el poder y a nuevas relaciones entre gobernantes y el pueblo.
La filosofía política de la época se basaba en la centralización del poder y en reformas orientadas al progreso cultural y material del país, pero sin la intervención de la mayoría de los ciudadanos.
A pesar de presentar un plan muy racionalista, inspirado en la ética y el fomento de la felicidad del bien común, el reformismo español ilustrado quedó a medio camino. La sociedad se dividió entre los que apoyaban las reformas y los miembros de la élite más conservadores que temían que las reformas terminaran en una revolución. Al no pretender ningún cambio en profundidad, la Ilustración reformista terminó presentado una política muy limitada.
A pesar de las limitaciones de la época, se fundaron varias instituciones importantes como la Biblioteca Nacional (1712), la Real Academia Española (1713) y la Real Academia de la Historia.
Los grandes exponentes del movimiento ilustrado en España
La literatura del siglo XVIII se caracterizó por un estilo neoclásico, preciso y claro, con propósito didáctico, como reflejo del racionalismo y empirismo de la época. En España, el máximo exponente de las ideas de la Ilustración es el padre Benito Jerónimo Feijoo con sus obras “Teatro crítico universal” y “Cartas eruditas y curiosas”.
También figura el padre Islas, con sus obras “la Vida de Diego de Torres Villaroel” y la “Historia de fray Gerundio de Campazas” en las que utiliza la prosa para criticar los vicios sociales y las costumbres de la época. Otros grandes exponentes son Félix María Samaniego y Tomás de Iriarte, quienes manifestaron, a su manera, el espíritu didáctico del neoclasicismo con “Las Fábulas morales” y las “Fábulas literarias”.
Los poetas del siglo XVIII, como Ignacio de Luzán, también demuestra un afán didáctico al proponer una nueva estética poética basada en las formas clásicas en su obra “la Poética”.
En el ámbito de la pintura, el más famoso del siglo de las luces es sin duda Francisco de Goya, quien fue el Pintor de Cámara de Carlos IV. Goya pintó varios retratos de los reyes y de los personajes más poderosos de la época.
La arquitectura de la época tiene una continuidad barroca, pero manteniendo las formas sencillas y clásicas del neoclasicismo. Un gran ejemplo es el Palacio Real de Madrid, construido por Felipe V, así como también la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado y el Observatorio Astronómico, construidos durante el reinado de Carlos III.
La Ilustración y la Política
El pensamiento ilustrado influyó en la política española, promoviendo ideas de libertad, igualdad y derechos humanos. La influencia de las ideas de Rousseau y Montesquieu se reflejó en las reformas políticas y en la redacción de documentos fundamentales como la Constitución de Cádiz de 1812, que sentó las bases para un sistema democrático en España.
El Legado de la Ilustración
El legado de la Ilustración en España es vasto y profundo. Sus ideas transformaron no solo la educación y la política, sino también la cultura y la sociedad. La promoción del pensamiento crítico y la búsqueda del conocimiento sentaron las bases para los movimientos de cambio social en el siglo XIX y XX.
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