Hallazgo clave para comprender la evolución humana: encuentran en el Tibet fósiles de hace 48.000 años
Un descubrimiento arqueológico ha sacudido el mundo de la paleontología, proporcionando evidencia clave sobre una especie de humanos que habitó la Tierra hace 48.000 años. Este hallazgo, realizado en la meseta tibetana, arroja luz sobre los denisovanos, un grupo humano extinto que coexistió con los neandertales y los Homo sapiens.
Los fósiles encontrados no sólo revelan detalles sobre su existencia, sino que también plantean nuevas preguntas sobre la evolución humana y la capacidad de adaptación de estas antiguas poblaciones.
Estos son los fósiles humanos que encontraron en la meseta tibetana
El hallazgo tuvo lugar en la cueva de Baishiya, ubicada en la meseta tibetana, una de las zonas habitables de mayor altitud en el mundo.
Un equipo internacional de investigación, liderado por la Universidad de Lanzhou (China), la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y el Instituto de Investigación de la Meseta Tibetana, con la participación de la Universidad de Reading, descubrió una mandíbula y una costilla, junto con miles de fragmentos de huesos de animales.
La publicación de estos descubrimientos en la revista Nature, señala que estos restos datan de entre 48.000 y 32.000 años atrás. Por otro lado, ofrecen información valiosa sobre la adaptación de los denisovanos a las fluctuaciones climáticas y su uso de recursos animales para sobrevivir.
Los análisis de los fósiles permitieron a los científicos obtener una visión más clara del estilo de vida de los denisovanos, así como de su capacidad para adaptarse a diversas condiciones ambientales. La cueva de Baishiya ha demostrado ser un sitio crucial para entender esta rama de la evolución humana.
¿Cómo era el estilo de vida de los denisovanos?
Los denisovanos demostraron una notable capacidad de adaptación a condiciones extremas. No solo resistieron los fríos intensos, sino que también prosperaron durante períodos interglaciares más cálidos. Esto sugiere una gran flexibilidad para adaptarse a cambios climáticos significativos.
Respecto a la alimentación, los restos de animales encontrados en el sitio indican que los denisovanos se alimentaban principalmente de carne y médula ósea. También utilizaban huesos como materia prima para la fabricación de herramientas, lo que demuestra un uso eficiente de los recursos disponibles.
Además, la investigación sugiere que la cuenca de Ganjia, donde se encuentra la cueva de Baishiya, ofreció un entorno relativamente estable para estos homínidos.
¿Qué importancia tienen estos hallazgos de fósiles humanos de los denisovanos?
A pesar de los importantes avances, aún persisten muchas incógnitas sobre los denisovanos. Una de las principales preguntas es cuándo y por qué se extinguieron los denisovanos de la meseta tibetana.
Los investigadores esperan que futuros estudios de los restos encontrados en Baishiya revelen más detalles sobre su estilo de vida, su tecnología y su interacción con otras especies humanas.
El Dr. Jian Wang, de la Universidad de Lanzhou, señaló en declaraciones recogidas por Europa Press que «la evidencia actual sugiere que fueron los denisovanos, y no otro grupo humano, quienes ocuparon la cueva e hicieron un uso eficiente de todos los recursos animales disponibles para ellos durante su ocupación».
Por su parte, Huan Xia explicó que la zooarqueología por espectrometría de masas (ZooMS) ha sido fundamental para «extraer información valiosa de fragmentos de huesos que a menudo se pasan por alto».
El Dr. Frido Welker, de la Universidad de Copenhague, concluyó que «en conjunto, la evidencia fósil y molecular indica que la cuenca de Ganjia proporcionó un entorno relativamente estable para los denisovanos, a pesar de su gran altitud».
Este descubrimiento arqueológico no sólo proporciona información sobre el pasado de los denisovanos, sino que también refuerza la importancia de la meseta tibetana en la historia de la evolución humana. Los estudios continuarán en la cueva de Baishiya, con la esperanza de desvelar más secretos de esta fascinante especie humana.