Un insólito descubrimiento en Barcelona revela cómo vivíamos hace 9000 años: puede reescribir la Historia
En Sant Martí de Tous, Barcelona, un rincón aparentemente tranquilo ha resultado ser un lugar clave para entender cómo vivían las comunidades prehistóricas hace miles de años. El yacimiento de Cal Sitjo, ubicado cerca de la riera de Tous, está aportando datos fascinantes sobre la transición cultural entre el Mesolítico y el Neolítico, un período crucial en nuestra historia.
Este descubrimiento, liderado por Bruno Gómez de Soler, investigador del IPHES-CERCA, permite reconstruir una parte del pasado que hasta ahora permanecía en la penumbra. Sigue leyendo para descubrir sus fascinantes secretos.
Un hallazgo arqueológico que revela la vida cotidiana de hace 9.000 años
En la última campaña de excavación, los arqueólogos han encontrado herramientas de sílex, fragmentos de cerámica, restos de fogatas y huesos de animales, vestigios que ofrecen un vistazo a la vida cotidiana de las comunidades que habitaron esta región hace entre 6.000 y 9.000 años.
Estos hallazgos han permitido identificar cómo estas sociedades organizaban sus hogares, gestionaban los recursos naturales y sobrevivían en un entorno cambiante. Según Bruno Gómez de Soler, director de la excavación, estos restos nos muestran comunidades con una capacidad sorprendente para adaptarse y aprovechar los recursos disponibles de manera eficiente.
La proximidad del yacimiento a depósitos naturales de sílex indica que este material jugaba un papel fundamental en la vida de estas comunidades.
Gómez de Soler señala que el sílex era mucho más que un recurso: era la base de la tecnología de estas sociedades, indispensable para la caza, la preparación de alimentos y otras tareas cotidianas. Este detalle resalta el ingenio de estas comunidades para utilizar su entorno de forma estratégica.
Un yacimiento arqueológico clave para comprender la transición entre el Mesolítico y el Neolítico
El yacimiento cuenta con una secuencia estratigráfica de más de ocho metros de profundidad, algo excepcional en la región. Este registro permite a los investigadores estudiar la evolución cultural y social de las comunidades prehistóricas a lo largo de milenios.
Las dataciones realizadas en los niveles inferiores indican una antigüedad de unos 9.300 años, mientras que las capas superiores corresponden a ocupaciones más recientes, de hace 5.700 años.
Este rango cronológico convierte a Cal Sitjo en un yacimiento clave para entender la transición entre dos períodos históricos: el Mesolítico, cuando predominaban las comunidades cazadoras-recolectoras, y el Neolítico, marcado por el inicio de la agricultura y la ganadería.
Según Gómez de Soler, este lugar es esencial para estudiar cómo nuestras comunidades ancestrales adoptaron nuevas formas de vida y se adaptaron a los cambios en su entorno.
El trabajo en Cal Sitjo es el resultado de un esfuerzo conjunto entre varias instituciones, entre ellas el IPHES-CERCA, la Universidad Rovira i Virgili (URV) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Además, ha contado con la participación de estudiantes, asociaciones locales y el apoyo del ayuntamiento de Sant Martí de Tous. Este tipo de proyectos pone de manifiesto la importancia de la colaboración en la preservación y el estudio del patrimonio cultural.
Cal Sitjo: un yacimiento lleno de secretos
A pesar de los avances logrados, el yacimiento sigue guardando secretos por revelar. Los investigadores esperan que las próximas campañas permitan descubrir más sobre las dinámicas sociales, las prácticas culturales y las estrategias de supervivencia de estas comunidades.
Cada hallazgo aporta una nueva pieza al complejo rompecabezas de nuestra historia, y Cal Sitjo se está consolidando como un referente imprescindible para entender cómo evolucionaron nuestras sociedades.