Historia Contemporánea

La extraña historia de Boris Skossyreff, el único rey de Andorra

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Boris I de Andorra

La historia nos ha regalado muchos personajes curiosos a lo largo de los siglos, pero pocas historias son tan rocambolescas como la de Boris Skossyreff, un aventurero de origen ruso que acabó proclamándose rey de Andorra en 1934 y que ostentó su cargo exactamente dos semanas (del 8 al 21 de julio). Actualmente Andorra es un principado soberano, rico, que basa la mayor parte de su economía en la ausencia de impuestos y las actividades deportivas alrededor de sus pistas de esquí.

En el verano de 1934, el principado vivió uno de sus acontecimientos históricos más surrealistas. Andorra contaba por aquella época con unos 4.000 habitantes viviendo de la agricultura y viviendo casi en una época más cercana a la feudal que a la del siglo XX.

Por otro lado, Boris Mijáilovich Skóssyrev Mavruso era un aventurero del que se sabe que nació en el seno de una familia noble rusa. Poco se conoce de su historia antes de su llegada a Andorra, por lo que las leyendas alrededor del personaje se han ido sucediendo con el paso de los años.

Se sabe que pidió asilo en Gran Bretaña en 1917, y posteriormente se convirtió en espía del del Ministerio de Asuntos Exteriores Británico. Según cuentan se ganada la simpatía de sus allegados gracias a su facilidad de palabra y a su gran dominio de los idiomas, por lo que se movía como pez en el agua en cualquier situación.

Además, el aventurero ruso presumía de haber trabajado para la casa real holandesa, y se casó con una francesa en 1931, María Luisa Parat, diez años mayor que él. Se cuenta que se enamoró de una jovencita y esto le llevó a huir de su matrimonio y acabar en Andorra.

Primeros contactos en Andorra

En estos primeros años, Boris entra en contacto con la sociedad andorrana. Vivió en Santa Coloma, en una casa que hoy día se conserva y a la que se conoce como «la casa de los rusos» por Boris y otro compatriota suyo que residió en la vivienda.

A raíz de mantener conversaciones con los lugareños, y con las constantes revueltas producidas unos meses antes en la zona, Boris vio vía libre para desarrollar sus ideas y mandó una misiva a las autoridades andorranas en las que les comentaba sus intenciones. Desde 1933, Boris había iniciado un plan para modernizar el principado lo que le llevó a la expulsión de Andorra el 31 de mayo de 1934.

Vida de monarca

A raíz de esto, Boris se instala en la Seo de Urgel, en un hotel y comienza a comportarse como un auténtico monarca e inició un proceso de publicidad para a dar a conocer al mundo lo que buscaba. En esta campaña de marketing, fue entrevistado por medios internacionales como The Time o The Daily Herarld.

El ruso se declara heredero de los príncipes de Francia, se fotografía como si de un monarca se tratara, imprime una especie de carta constitucional que contenía derechos y deberes para los ciudadanos andorranos, y convoca a las seis parroquias andorranas para proponerles un estado al estilo luxemburgués, sin impuestos, a cambio de que lo nombrasen Príncipe de Andorra.

Los convenció a casi todos y fue nombrado Boris I de Andorra. Pero esto no gustó nada Justí Guitart, obispo de la Seo de Urgell, que criticó duramente la decisión y Boris, ya como rey, declaró la guerra al obispo.

El 11 de julio declaró el Estado Libre de Andorra, algo que ya acabó por enfurecer a Justí Guitart que tomó duras medidas contra él. El 20 de julio de 1934, cuatro Guardia Civiles se presentaron en la sede oficial de Andorra en San Julián de Loria, y detuvieron al recientemente nombrado príncipe ante la estupefacción de los ciudadanos andorranos que poco hicieron para salvar a su rey.

Boris I de Andorra fue mandado a Barcelona y trasladado a Madrid donde se le aplicó la Ley de Vagos y Maleantes y acabó en la cárcel. Con ello, se terminó el efímero mandato del único rey de Andorra.

 

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