Descubrimiento histórico: un nuevo estudio revela quiénes son los verdaderos ocupantes de la tumba de Perséfone

Descansando en el Gran Túmulo de Vergina, en la región macedonia de Grecia, la tumba de Perséfone es una estructura funeraria cuya singularidad le sacó el sueño a los arqueólogos desde su hallazgo en 1977. Su decoración pictórica, los restos hallados en su interior y su ubicación dentro del complejo atribuido a los antiguos reyes macedonios son puntos claves a tener en cuenta.
Pero lo que pocos saben, es que la tumba, fue escenario de múltiples teorías que la vinculaban a figuras célebres como Filipo II o miembros de la dinastía argéada. Sin embargo, esas especulaciones se sustentaban en pocos datos científicos. Un nuevo estudio, que combina radiocarbono, ADN e isótopos, fue determinante para redefinir la identidad de sus verdaderos ocupantes.
¿Quiénes fueron los verdaderos ocupantes de la tumba de Perséfone?
La Tumba I fue excavada por el arqueólogo Manolis Andronikos, quien la encontró parcialmente saqueada. A pesar del expolio, en su interior permanecían restos humanos, huesos animales y diversos objetos, entre ellos fragmentos cerámicos y cuentas doradas. Relucen también sus frescos, en especial el que representa el mito del rapto de Perséfone.
Durante años, se pensó que el túmulo podía albergar restos de figuras históricas como el propio Filipo II, pero parece que, al final, nada es lo que parecía, ya que la datación por carbono descartó esta hipótesis.
Recordemos que en la tumba se halló a un varón y una mujer joven. El varón fue enterrado in situ; la mujer fue hallada en fragmentos.
Según las pruebas, publicadas en un estudio alojado en el Journal of Archaeological Science, la muerte del varón encontrado en el lugar ocurrió entre los años 388 y 356 a.C., mientras que Filipo II falleció en el 336 a.C.
Los análisis realizados revelaron entonces que el hombre enterrado en la tumba probablemente pertenecía a la aristocracia macedonia. Los isótopos de estroncio indican que pasó su infancia en una región distinta, posiblemente el Peloponeso o el noroeste griego, antes de instalarse en Vergina. Esta información coincide con la movilidad de ciertas élites del periodo.
Entre los posibles candidatos se encuentran Amintas III y sus hijos Alejandro II o Pérdicas III, cuya cronología encaja con los resultados de la datación.
Aunque no se puede confirmar una identidad específica, el estudio acota el perfil del individuo como alguien vinculado estrechamente a la casa real macedonia.
La mujer encontrada junto a él parece haber tenido un origen más local. Los análisis apuntan a que pasó su vida en la zona de Pella o Vergina, lo que contrasta con la biografía del varón.
Su vínculo con él sigue siendo incierto: podría haber sido su esposa, hermana o incluso una figura ritual asociada a los ritos funerarios.
¿Qué otros restos se encontraron en la tumba de Perséfone?
Además de los restos de época clásica, el estudio identificó huesos de fetos, neonatos y animales como perros o cabras, datados entre los siglos II y I a.C.
Esta reutilización tardía sugiere un cambio en el uso funerario del espacio. La tumba de Perséfone habría pasado de ser sepultura aristocrática a espacio ritual para enterramientos infantiles, posiblemente bajo el dominio romano.
Este fenómeno de reutilización se ha documentado en otras tumbas del entorno, pero en este caso se acompaña de una evidencia arqueológica directa: estratos de tierra alterados y restos mezclados que indican distintas fases de uso.
La historia del sarcófago de Perséfone y su relación con una tumba en Alicante
El nombre de la tumba proviene del fresco que adorna su interior, donde se representa el mito del rapto de Perséfone. Este tema también aparece en el denominado sarcófago de Proserpina, hallado frente a las costas de Alicante y conservado actualmente en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
Ambas representaciones refuerzan la conexión entre las creencias funerarias grecorromanas y la mitología.
El sarcófago alicantino, tallado en mármol de Carrara, representa escenas similares: Plutón arrastrando a Proserpina al Inframundo, Ceres buscando a su hija, y Hermes conduciendo almas al más allá.
Este paralelismo iconográfico indica que el mito de Perséfone no sólo inspiró el arte funerario griego, sino también el romano, siglos después.
Así, la tumba de Perséfone, no sólo contiene restos de personajes históricos relevantes, sino que también ofrece una valiosa muestra de continuidad cultural y religiosa.