Ni Huelva ni Cádiz: uno de los restaurantes que más gambas sirve en España está en la Sierra de Madrid

Cuando pensamos en comer marisco, lo primero que suele venirnos a la cabeza es una terraza frente al mar, con la brisa y el sonido de las olas de fondo. Y sí, no hay mejor imagen. Pero lo cierto es que no hace falta estar en la playa para comerse unas gambas sabrosas. En Madrid también se puede, concretamente, en plena Sierra de Guadarrama.

A las afueras de Guadarrama, a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra uno de los restaurantes que más gambas blancas a la plancha vende de toda España. Se llama Restaurante Sala, y lo que ofrece es comida de con gran nivel.

Este es el restaurante que más gambas sirve en la sierra madrileña

Este restaurante abrió sus puertas en 1976 de la mano de José María Martínez. Empezó como un local sencillo, casi familiar, y con los años se ha convertido en un referente del marisco en la Comunidad de Madrid. Ellos mismos lo cuentan en su web: los comienzos fueron duros, sin apenas descanso, pero con la idea fija en la cabeza de seguir peleando por un sueño.

Hoy ese sueño lo continúan sus hijos, Óscar y Chema, y los números hablan por sí solos. En Sala se sirven entre 400 y 1.000 kilos de gambas blancas a la semana, según la época. A 100 euros el kilo. Pero en este restaurante no se viene sólo por cantidad sino que lo que marca la diferencia es el producto y cómo lo trabajan.

El chef Antonio Granados lo resume así: «Antes la gente venía a hincharse a gambas. Ahora piden más variado, pero seguimos siendo especialistas. Nuestra gamba sabe a sur aunque estemos en el interior».

¿Qué dicen los comensales sobre este restaurante en la Sierra de Guadarrama?

Como suele decirse, el cliente es el que tiene la razón. Y en las reseñas de Google (con una media que ronda el 4,5 sobre 5) hay una palabra que aparece varias veces: excelente.

Muchos subrayan el trato, la atención del equipo y el ambiente general. Desde cocina hasta limpieza.

Una madre que celebró la comunión de su hija lo resume así: «Cuidaron cada detalle. La comida, espectacular. Los niños felices y los adultos, más todavía».

Otros mencionan el tiramisú, el tartar de atún rojo, el lomo de ternera de medio kilo o las croquetas de boletus y trufa blanca, que fueron premiadas como las mejores de Madrid en su día. Pero hay algo en lo que coinciden todos: las gambas. Nadie se va sin probarlas y nadie las olvida.

Muchos llevan años viniendo. Otros lo descubren por casualidad, como una pareja de turistas portugueses que cayó en Sala camino a Alicante. «Fue un acierto total. Para estar en un pueblo, se come como en un restaurante de lujo en Mónaco».

¿Qué ordenar en Restaurante Sala?

Las gambas blancas a la plancha son obligatorias. Pero no hay que saltarse las minicroquetas de boletus, el tartar de atún rojo con pan Carasau o el lomo de ternera a la plancha. Postres hay para elegir, pero el tiramisú y la tarta de queso son los favoritos.

Además, en la barra se puede picar algo sin necesidad de reserva, lo cual no es poca cosa en un restaurante tan solicitado.