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Ni cañas ni vermouth: en este local tradicional de Barcelona el aperitivo se toma con cava catalán

Ni cañas ni vermouth: en este local tradicional de Barcelona el aperitivo se toma con cava catalán
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Hay un local tradicional de Barcelona en el que el aperitivo de la mañana o la tarde se toma directamente con el cava catalán. Salir de tapeo por la ciudad tiene sus ventajas, nos podemos encontraremos claramente con un cambio de tendencia a la hora de tomar algo. Atrás quedaron esos locales modernos que se han acabado convirtiendo en la puerta de entrada a una serie de cambios que han llegado de forma rápida. Sin duda alguna, tocará empezar a ver llegar un giro radical que hasta la fecha no sabíamos que podríamos tener.

La necesidad de tomar algo, de hacer ese picoteo entre horas que nos hace socializar, es algo que debemos tener en cuenta y en especial, cuando estamos ante una serie de novedades que pueden llegar a toda velocidad. Estamos ante una serie de cambios que pueden ser los que nos afectarán de lleno en estos días que hasta la fecha no sabíamos. Estaremos pendientes de un giro radical que hasta la fecha no sabíamos que podríamos tener por delante en estas jornadas en las que descubriremos una Barcelona con rincones de lo más especiales.

Ni vermouth ni cañas

Las bebidas son el eje central de cualquier conversación. Desde ese café que nos invita a sumergirnos en las profundidades de un día a día o un inicio de la jornada en la que todo es posible al vermouth de antes de las comidas. Esta manera de socializar frente a un vaso no llega sola.

Necesitamos empezar a prepararnos para descubrir lo mejor de un cambio de tendencia que puede llegar a toda velocidad y sin duda alguna, se convertirá en la antesala de algo más. Tendremos que empezar a prepararnos para una serie de cambios esenciales.

Unas cañas que se han convertido en la manera de salir por las tardes a disfrutar de ese día a día en el que podremos enfrentarnos a estas situaciones del todo inesperadas. Tocará empezar a sentirnos y centrarnos en algunos elementos que pueden acabar siendo esenciales.

Es hora de apostar claramente por un giro importante de guion en estas jornadas en las que el tiempo acabará siendo lo que nos afectará de lleno. Ese tiempo que se para y nos invita a descubrir la bebida por excelencia de la ciudad, ese cava o vinos espumosos que combinan a la perfección con unas tapas de autor.

El aperitivo se toma con un buen cava catalán en este local

Hay un lugar en Barcelona con nombre propio que lleva décadas sirviendo los mejores aperitivos posibles, acompañados de unas deliciosas mezclas de sabores que debemos empezar a tener en consideración y que necesitamos empezar a ver llegar.

Tal y como se presenta este lugar en su web: «Can Paixano fue fundado en el año 1969, y año tras año se ha ido consolidando como un lugar de obligada visita para todas aquellas personas que quieren tener una experiencia distinta de Barcelona. Un lugar donde se revive el ambiente de las antiguas tascas de la Barceloneta, típico barrio marinero de Barcelona y, dónde se disfruta de nuestros famosos cavas y vinos espumosos gasificados, además de poder degustar un amplio surtido de bocadillos y tapas».

En la guía Marcafí se expone este lugar como: «Un clásico entre los clásicos, no apto para todo el mundo. No es un local con glamour. Es ruidoso y se come de pie. Mucho ambiente. Variedad de tapas, platillos y sándwiches a precios asequibles. Cava, vinos espumosos o agua. Se puede comprar en la tienda del propio local. Ambiente de las antiguas tascas de la Barceloneta. Vale la pena la experiencia».

Pero el detalle definitivo que nos invitará a visitarlo son las opiniones de sus clientes: «Un clásico de Barcelona, de esos que hay que visitar al menos una vez. La gracia está en su cava y en la posibilidad de probar sus bocadillos de carne. Lo que más me ha encantado ha sido la mezcla caliente de chorizo, butifarra y morcilla: una auténtica delicia. Un sitio auténtico, perfecto para disfrutar de la esencia más castiza de la ciudad». o «Después de 30 años he vuelto, ante la duda de si aún existía y ha sido una grata sorpresa ver que si. Sigue igual, no, mejor. Un ambientazo mixto, de paisanos y extranjeros, con ganas de fiesta y un buen rato. Encima el personal es un encanto y no abusan con el precio». Con algunos matices: «Fantástica reliquia de bar que debe perdurar. Por ubicación tiene cierta afluencia de turistas pero mantiene la esencia de bar de toda la vida con una materia prima básica (molletes/bocatas) pero buenísima. Sin olvidarse de su fantástico cava rosado, popularizado de tal forma que no hay mesa sin su botella de cava. Ambiente muy completo peor bien organizado dado que se mantiene un control de accesos para evitar exceso de afluencia, con esto se garantiza que si entras, tendrás tu hueco de mesa o de barra. Eso sí, siempre de pie, no esperes comer sentado».

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