Kike Sarasola: «No hay que demonizar los apartamentos turísticos legales, sino ir contra los ilegales»
Kike Sarasola, presidente y fundador de Room Mate, ha afirmado que "la turismofobia está aquí y no estamos haciendo nada"
Kike Sarasola, presidente y fundador de Room Mate, ha afirmado que «la turismofobia está aquí y no estamos haciendo nada». Ha añadido, además, que «no se pueden demonizar los apartamentos turísticos legales, que es lo que han hecho algunas asociaciones hoteleras, sino ir contra los ilegales». Así lo ha expresado el empresario en las IV Jornadas OKTURISMO, organizadas por OKDIARIO, celebradas en el Hotel Intercontinental.
Kike Sarasola ha citado, además, a «personajes ilustres, como Simón Pedro Barceló (presidente del Grupo Barceló), que dice que quiere que lleguemos a 100 millones de visitantes en nuestro país». Ante ello, el empresario ha expresado que «esto es una barbaridad para España» porque «¿qué significará eso para las personas que vive en las ciudades?».
En este sentido, ha defendido Sarasola que tenemos que «tener una visión de futuro, no podemos permitir que el turismo siga creciendo a estos ritmos y que estemos todos aplaudiendo. Vamos a hacer más grande Barajas, poner más barcos en Barcelona, etc. ¿Y qué pasa con la gente que vive en las ciudades?». «Si pensamos en la gran economía, por supuesto que es fantástico que se haga todo eso, pero vamos a morir de horror», ha argumentado.
Ha puesto el ejemplo de otras ciudades muy turísticas, como Florencia y Venecia. «No se puede estar en ellas, en julio hay hordas de gente y no puedes estar allí ni ver nada. Los venecianos odian a los turistas, como pasa en Barcelona, pero, ¿cómo no? Entran cuatro cruceros en Barcelona al día, 5.000 personas por cada uno de ellos. Eso son 20.000 personas diarias que suben y bajan Las Ramblas, que no gastan un duro porque van con las botellas de agua del avión y molestan a los vecinos. Es un desastre», ha apuntado.
«¿Es ese el modelo que queremos? ¿Vamos a morir de éxito? ¿Qué la gente diga que España es un horror? Estoy de acuerdo con las ‘Tres R’ (redefinición, regeneración del modelo turístico y redistribución) que comentó el alcalde, José Luis Martínez Almeida, y estoy de acuerdo con él. Pero lo que hay que decir a todo el mundo, incluido al alcalde, es que tenemos que sentarnos los vecinos, los empresarios y los políticos. Hoy solo hay políticas que se hacen desde el ámbito empresarial y político, pero ahora estamos todos jugándonos nuestro futuro en nuestras ciudades para vivir», ha explicado en su intervención en las Jornadas OKTURISMO.
Ha compartido con el auditorio Kike Sarasola una noticia que, ha confesado, le tiene «muy preocupado». Y es que, ha comentado, que leyendo la prensa se ha enterado de que «los jóvenes de la CUP han decidido que hay que ir contra los apartamentos turísticos y esta mañana ya habían destrozado los buzones de las llaves de los apartamentos. Eso es terrorismo e ir contra el negocio de una persona».
«Se han demonizado los apartamentos turísticos»
En esta línea, ha señalado el presidente de Room Mate, que muchas «asociaciones hoteleras, con las que no estoy de acuerdo y en las que no participo, han demonizado los apartamentos turísticos. ¿De verdad nos creemos que son el problema de todo lo que nos está pasando? Es muy fácil criticarlos mientras se siguen abriendo hoteles».
Ha afirmado que tiene «apartamentos turísticos legales, pago mis impuestos y es un negocio lícito. No se puede decir que somos los culpables e ir contra nosotros. Soy el primero que está en contra de los apartamentos ilegales, hay que ir contra ellos, igual que un hotel ilegal, pero no podemos demonizarlos. Eso es una barbaridad porque están aquí para quedarse, a mí hay veces que me gusta ir a un hotel y otras con mi familia y el perro a un apartamento».
«No se puede prohibir, hay que regular»
Ha sido tajante en su intervención con respecto a la regulación del turismo, Kike Sarasola ha señalado que «no se puede prohibir, hay que regular. Debeos tomar las riendas de la turismofobia, algo tan importante que afecta a nuestra convivencia. Nos tenemos que poner las pilas. Tenemos que pedir que haya un diálogo entre los políticos, empresarios y vecinos, discutir qué modelo es el que queremos. Quizá hay un pueblo donde sea que quiere ser un modelo Venecia, pues fenomenal».
Ha puesto como ejemplo Milán, al norte de Italia. «Antes de la Expo no había nada, ni infraestructuras, la ciudad estaba sucia, etc. Hace ocho años, los italianos decidieron qué modelo de ciudad querían, y es un modelo que no quería todo concentrado en el centro, con hoteles en los alrededores, etc. Ahora Milán está bonita y divertida, no hay aglomeraciones de gente. Ese es el modelo que a mí me gustaría para mis ciudades, pero lo debemos decidir todos, no un político o un empresario. Eso es un desastre y nadie se está sentarlo a discutirlo», ha añadido.
«Madrid es el top y vamos a más, todos sabemos que está subiendo como la espuma. Pero, ¿la Gran Vía queremos que sea como Las Ramblas?», ha señalado Kike Sarasola. «Yo no tengo la solución, pero he hablado con expertos y lo que dicen es que hay que controlar los flujos. En Venecia han puesto unas tasas turísticas, en mi opinión recaudatorias y no regulatorias, de cinco euros por persona. ¿Creéis que a alguien que va a Venecia le importa pagar eso? No, eso no es disuasorio. En julio y agosto, 80 euros; en septiembre, gratis», ha comentado el directivo.
Cree, y así lo ha expresado, que «no podemos olvidarnos que hablamos de ciudades. ¿Entramos 100 millones de personas en el Museo del Prado? No, ¿verdad? Pues las ciudades también tienen aforos de contención para proteger lo que nosotros tenemos, que es nuestro patrimonio. Nosotros vivimos del turismo y lo tenemos que cuidar».
«Vivimos del turismo y lo tenemos que cuidar»
Ha defendido que «tenemos que entender que hay que reservar con tiempo y planificar», explicando que, «hace poco fui a ver el Coliseo de Roma con mis hijos, quise ir un sábado y tuve que ir un martes porque había un aforo y en las ciudades tenemos que empezar a hacer lo mismo».
«No podemos quejarnos del turismo y permitir que aterricen cientos de vuelos en Venecia o Barcelona. Hay que controlar los flujos y creo que debemos sentarnos y decidir qué modelo de ciudades queremos ser, pensar cómo hacer que nuestros políticos y los que gestionan nuestro futuro y el de nuestros hijos nos escuchen y decidamos cómo queremos convivir en los próximos 20 años; así como saber que la turismofobia está aquí para quedarse, nos va a explotar en la cara y no hemos hecho nada al respecto», ha terminado Kike Sarasola.