Pedro Sánchez llegó sobre la bocina al España-Alemania y entre grandes medidas de seguridad

Pedro Sánchez no eligió mal partido para estrenarse en esta Eurocopa. Todo un España-Alemania. El presidente, tras ver como Begoña Gómez, su esposa, no declaraba en la mañana de este viernes en los juzgados de Plaza Castilla por desconocer los motivos por lo que se la había acusado, se montó en el Falcón, su vehículo por excelencia, para poner rumbo a la ciudad alemana y presidir este encuentro de cuartos de final.

Además de Pedro Sánchez, también acudió al encuentro junto a Pedro Rocha, presidente de la Federación Española, Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno. Hay que recordar que ya estuvo presente en el encuentro que enfrentó en octavos de final al combinado nacional contra Georgia en Colonia. También acudió el presidente alemán, Olaf Scholz, donde se sentaron juntos en las gradas del estadio. El presidente del Gobierno y el canciller alemán se colocaron delante de Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. También estuvieron los embajadores de España en Alemania y Austria, el cónsul general en Sttutgart, y varios altos cargos del Gobierno de España.

Pedro Sánchez despegó de la base área de Torrejón de Ardoz en el DASSAULT Falcon 900 a las 15:24. El presidente aterrizó en el aeropuerto de Stuttgart a las 17:10 horas e hizo acto de presencia en el estadio donde España se medirá a Alemania en los cuartos de final de la Eurocopa a las 17:46. Es decir, con el tiempo justo, ya que el encuentro arrancó a las 18:00 horas.

Pedro Sánchez se sube ahora al carro de la selección española masculina tras el buen arranque de Eurocopa que viene desarrollando, con un pleno de victorias, buen juego y goles que la ha colocado como una de las favoritas al título. El buen juego de los de Luis de la Fuente ha eclipsado otras candidaturas como la de Francia o Inglaterra, que si bien siguen vivas de cara a los cuartos de final, han sembrado muchas dudas por su rendimiento y juego.

Pedro Sánchez, a diferencia de otros mandatarios europeos, ha esperado hasta los cuartos de final para viajar a Alemania a apoyar a la selección de su país, aunque ya venía mostrando su apoyo efusivamente desde que España explotó con su juego: «¡Impresionante la Selección Española! Tres partidos, tres victorias. ¡Y sin encajar un solo gol! Vamos directos a octavos».

Sánchez pasa de España

Pedro Sánchez no ha sido un gran defensor de los intereses de la selección española, como demuestran sus apariciones y actos que ha compartido durante todo este tiempo con el combinado masculino. El Rey Felipe VI, a diferencia del presidente, sí que ha estado mucho más cerca del equipo nacional, acudiendo regularmente en cada gran torneo a apoyar al equipo como pasó contra Italia y no con el viento a favor, como ha ocurrido en esta ocasión.

Su ausencia fue especialmente sonada en junio de 2023, cuando España logró su primera Nations League con el gol definitivo de Dani Carvajal, cuando Sánchez no tuvo tiempo de recibir a los jugadores tras su éxito pese a que su agenda no se mostraba especialmente congestionada en un momento de precampaña electoral, a pocas semanas de las elecciones generales del pasado año. Tampoco estuvo en Qatar durante el Mundial de 2022.

La Federación gana la guerra de los palcos

La Federación España de Fútbol ha ganado al Gobierno de Pedro Sánchez lo que se puede denominar como la guerra de los palcos en esta Eurocopa. Sí, un conflicto un tanto ridículo iniciado en el duelo frente a Italia de la segunda jornada de la fase de grupos por Moncloa, en el que la UEFA siempre ha tenido claro quién era el único máximo responsable del fútbol español: Pedro Rocha, presidente de la RFEF.

Este conflicto, el enésimo, entre Federación y Gobierno de España comenzó ante Italia. Si en el primer partido de España ante Croacia, Moncloa consideró que no era necesario que nadie del Ejecutivo representara a nuestro país en el palco del Olímpico de Berlín, la presencia de Su Majestad el Rey Felipe VI en Gelsenkirchen lo cambió absolutamente todo.

El Gobierno de España hizo a José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes, ministro del día para poder acompañar al Rey en el palco. Ninguno de los 22 ministros ni el presidente del Gobierno, que ha tardado tres partidos en hacer acto de presencia por Alemania para apoyar a la selección española, pudieron acompañar al jefe del Estado.

La Real Federación Española de Fútbol tenía tres sitios asignados en primera fila del palco para presenciar el España-Italia en el Arena AufSchalke. Uno era para el Rey Felipe VI, el otro para Pedro Rocha, presidente de la RFEF, y el tercero, en la esquina, para el secretario general, Álvaro de Miguel Casanueva.

Tras muchas presiones del Gobierno, la Real Federación Española de Fútbol le cedió el sitio del secretario general, Álvaro de Miguel Casanueva, a Rodríguez Uribes. El primero se fue a la cuarta fila y el presidente del CSD se colocó en la primera junto a Pedro Rocha y el Rey Felipe VI. El capricho del Gobierno estaba cumplido, aunque no del todo, ya que se tuvo que sentar en una esquina y se quedó fuera de las fotos.

La RFEF no quiso meterse en problemas, quiere tener la fiesta en paz con el Gobierno y por ello tuvo el detalle de cederle el sitio que le correspondía al secretario general a Rodríguez Uribes, a pesar de que las designaciones las había hecho UEFA.

En el partido contra Albania de la tercera jornada, el que representó al Gobierno de España fue Vicente del Bosque, presidente de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación que tutela a la Federación. El ex seleccionador se sentó en tercera fila, mientras que Rocha volvió a ser el único representante del fútbol español para la UEFA.

Lo mismo sucedió en el duelo contra Georgia que se jugó en Colonia. En esta ocasión, acudió Pilar Alegría, ministra de Educación y Formación Profesional de España. El partido fue presidido por Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, y, a su izquierda, estaba Pedro Rocha. A continuación, sí se colocó la ministra.

La UEFA siempre ha tenido claro que el máximo representante del fútbol español es el presidente de la Federación Española de Fútbol. Es decir, Pedro Rocha, con el que mantienen una gran relación. Por lo tanto, en cualquier guerra con el Gobierno siempre se pondrá de lado de la Federación.